El regulador británico de la energía, Ofgem, ha multado a Scottish Power -filial de Iberdrola- y a National Grid con 158 millones de libras (186 millones de euros) por los retrasos en el cable submarino para exportar energía entre Escocia, Gales e Inglaterra, denominado Western Link.
En un comunicado, Ofgem señala que el retraso de dos años dificultó que los generadores de energía renovable en Escocia exportaran electricidad limpia a Inglaterra y Gales.
Así, establece que esta compensación al consumidor responsabiliza tanto a National Grid Electricity como a Scottish Power Transmission plc "por la entrega tardía de este importante enlace de transmisión".
La entrega del proyecto estaba prevista para 2017, aunque finalmente se retrasó hasta 2019. Eso hizo que Ofgem decidiera a principios del año pasado abrir una investigación, que ha concluido con la multa para ambas compañías.
El regulador indicó que 15 millones de libras (unos 18 millones de euros) de la multa se pagarán a su fondo de compensación para clientes de energía vulnerable, mientras que el resto se destinará a reducir los cargos del sistema.
El proyecto Western Link, realizado por Scottish Power y National Grid, el operador del sistema eléctrico británico, supuso la construcción de una interconexión submarina entre Escocia, Inglaterra y Gales por medio de la instalación de un cable de alta tensión.
Esta cuenta con una longitud de 850 kilómetros de los que 770 kms. son submarinos y enlaza la costa oeste de Escocia y la Bahía de Quay, en la costa norte de Gales.
El proyecto, que supuso una inversión de 1.200 millones de euros, permite llevar la energía renovable de Escocia a hogares y negocios en Gales e Inglaterra y aumenta la capacidad de interconexión en más de 2.200 megavatios (MW), capacidad suficiente para abastecer la demanda eléctrica de más de cuatro millones de hogares cada año.
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