La energía nuclear tiene muchos mitos. Esta es la principal razón por la que Alfredo García, también conocido por @OperadorNuclear en las redes sociales, acaba de publicar su primer libro, La energía nuclear salvará el mundo, de ediciones Planeta. En muy pocos días ha sorprendido a propios y extraños que esté colocado como uno de los libros no ficción más leídos en España. Parece que la energía nuclear sí interesa.
Este diario ha contactado con Alfredo García para conversar con él sobre la energía nuclear, sus mitos, sus realidades, sus miedos y sus mentiras o medio verdades. Y aunque parezca mentira, uno sigue aprendiendo a pesar de la experiencia y del conocimiento, sobre lo que hay detrás de la energía nuclear. Les invito a que conozcan a Alfredo y a la energía nuclear y todo lo que le rodea.
Pregunta: ¿Quién es Operador Nuclear? ¿De dónde salió este apodo?
Tras el accidente nuclear de Fukushima, escribí una carta de agradecimiento a Naukas por el correcto tratamiento que estaban realizando al accidente, a diferencia de la mayoría de medios de comunicación. Les gustó tanto el correo que me pidieron publicarlo en forma de artículo, titulándolo Carta de un jefe de sala de una central nuclear española, al final del cual me ofrecida a responder a las preguntas de los lectores. Lo que ocurrió́ a continuación fue tan sorprendente como agotador: estuve tres días respondiendo centenares de preguntas casi parando solo para comer y dormir. Se batió́ el récord de comentarios del blog. Uno de los primeros lectores se dirigió́ a mí como «Operador» y decidí́ responder con ese nombre, aunque por aquel entonces ya no era Operador, sino Jefe de Sala de Control en la central nuclear de Ascó. Cuando comencé a divulgar en Twitter, añadí el «Operador» para que se identificara mejor el objetivo de mi cuenta.
¿Por qué un técnico como usted dio el paso para dedicarse a la divulgación sobre la energía nuclear?
Por vocación. Siempre he divulgado en mi entorno, disfruto aprendiendo y explicando lo que aprendo a los demás. Siento la necesidad de contrarrestar el miedo con conocimiento. Mi objetivo cuando comencé a divulgar fue claro y sigue intacto: romper mitos, destapar mentiras, disipar miedos y explicar el necesario papel de la energía nuclear en nuestra sociedad.
"La energía nuclear salvará el mundo" es el título de su primer libro como divulgador científico… ¿No cree que está un poco exagerado?
Los títulos de los libros deben ser llamativos e incluso provocadores, pero creo firmemente que también deben ser veraces. En este caso creo que cumple con las tres características. Tardamos casi tres meses en decidir el título y le dimos muchas vueltas hasta estar convencidos de que era el más adecuado. Hablo del mundo no como planeta, sino como sinónimo de humanidad. Fruto de ello, lo justifico hasta de cuatro formas diferentes en el libro. La primera de ellas es mi convicción que la energía nuclear debe ser y será una herramienta esencial, junto con las energías renovables, de mitigación del calentamiento global, contribuyendo a salvar el mundo. La segunda justificación es el uso de la tecnología nuclear para salvar vidas humanas, algo que está ocurriendo millones de veces cada año con la medicina nuclear. La tercera justificación es una predicción: si conseguimos que la fusión nuclear sea viable, obtendremos una energía sin emisiones, sin residuos y con un combustible virtualmente inagotable, el hidrógeno. Y la cuarta justificación, que es muy friki, pero igualmente basada en la ciencia y la tecnología, me la guardo para el lector del libro.
Cuando empecé a divulgar pensé en realizar un hilo de Twitter (una secuencia de tweets seguidos) con unos 10 mitos sobre la energía nuclear, pensando que no me sería complicado encontrarlos. Me puse a escribir el listado y me detuve en 40. La lista de mitos nucleares es enorme, como por ejemplo el que dice que «una central nuclear puede explotar como una bomba atómica», «la energía nuclear causa más muertes que otras energías», «las centrales nucleares aumentan el riesgo de cáncer a su alrededor», «las centrales nucleares sirven para crear bombas atómicas», o incluso algunos más técnicos, como que «las centrales nucleares no pueden realizar cambios rápidos de carga para respaldar a las renovables» o que «las centrales nucleares caducan a los 40 años». Son muchas décadas alimentando el miedo a la energía nuclear por parte de sus opositores, las organizaciones ecologistas, los intereses de otras energías, los medios de comunicación y la cultura popular. Todo ello sin apenas oposición y ni didáctica por parte del sector nuclear. Es cierto que durante estos últimos años se están realizando importantes esfuerzos y muchos en el sector me dicen que mi irrupción ha servido de catalizador para contrarrestar todos esos mitos.
¿Por qué tiene tanto enemigo la nuclear
La tecnología nuclear tuvo uno de los peores estrenos que se pueden imaginar: lanzar dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki matando a centenares de miles de personas no es la forma más elegante de presentarse en sociedad. Bien es cierto que en apenas 10 años ya comenzaron a funcionar las primeras centrales nucleares de uso civil para producir electricidad, pero el estigma ya estaba fijado y los mayores opositores comerciales a la energía nuclear, los productores de petróleo y gas, comenzaron una dura campaña contra esta energía. El movimiento ecologista también confundió los usos militar y civil de la energía nuclear.
¿Cree que los ecologistas están financiados por ese lobby antinuclear? ¿O piensa que es por ideología? ¿O desconocimiento?
He leído muchas cosas sobre el tema, pero no considero que esté plenamente demostrado como para hacer una acusación pública. Lo que sí observo es que las organizaciones ecologistas tradicionales son muchísimo más beligerantes contra la energía nuclear que contra los combustibles fósiles, especialmente el petróleo y el gas natural. Son ellos los que tienen que explicar el motivo por el que priorizan cerrar las centrales nucleares antes que electrificar todo el transporte y prescindir de las centrales térmicas de carbón y gas natural. Desconozco los movimientos y presiones que puedan tener sus dirigentes, pero estoy convencido de que la mayoría de sus seguidores tienen un conocimiento escaso y sesgado sobre la energía nuclear. Mi libro también está escrito para ellos, no para convencerles, sino para que contrasten lo que explico con lo que les han explicado y obtengan de forma racional sus propias conclusiones.
Los grandes accidentes nucleares, sobre todo Chernobyl y Fukushima, ¿han ayudado a crear ese monstruo?
Ciertamente los accidentes nucleares, especialmente Chernobyl, fueron una enorme fuente de inspiración para los detractores de esta tecnología, apelando al recurso del miedo de forma constante. Se habla de malformaciones (con fotografías de orfanatos con niños en su mayor parte nacidos antes del accidente), se inflan artificialmente las cifras de muertes sin citar la fuente (UNSCEAR, el panel de expertos de Naciones Unidas estima unas 4000 muertes según sus modelos) y se habla de inhabitabilidad de la zona de exclusión durante miles de años (cuando la mayor parte de ella ya es perfectamente habitable). Si un accidente sirviera para desacreditar una herramienta o tecnología, no nos ducharíamos o no utilizaríamos coches para desplazarnos, por ejemplo.
“Lanzar dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki matando a centenares de miles de personas no es la forma más elegante de presentarse en sociedad.
¿Cómo se puede hacer frente a tantas medias verdades?
Solo se me ocurre hacerlo con divulgación de conocimiento en ciencia y tecnología, con didáctica, con mucha paciencia, con sentido del humor y con respeto a la otra persona. En resumidas cuentas, con todas las herramientas que utilizo en Twitter y en mi libro. Seguramente existen más formas de conseguirlo y posiblemente mejores o más efectivas, pero hasta ahora estas son las que yo he encontrado y creo modestamente que me están funcionando.
En su experiencia como observador/lector… ¿qué porcentaje de noticias sobre la nuclear son fakes?
Es difícil cuantificarlo, pero la mayor parte de las noticias sobre energía nuclear contienen errores técnicos y científicos. El desconocimiento de esta tecnología y la enorme cantidad de mitos citados hace que la mayoría de los periodistas caigan en los mismos errores que el resto de la ciudadanía. Es habitual ilustrar los artículos sobre centrales nucleares con torres de refrigeración, que solo emiten vapor de agua, y eso es especialmente sangrante cuando hablan de emisiones de dióxido de carbono. Como explico en el libro, dedicándoles un capítulo completo titulado _Fábricas de nube_s, las torres de refrigeración son equipos no exclusivos de las centrales nucleares que tienen una función ecológica, que es limitar el calentamiento de los ríos y lagos de donde se refrigera una instalación industrial para proteger el ecosistema. En mi labor de divulgación en las redes sociales, especialmente en Twitter, combato esa desinformación y falta de conocimiento con críticas constructivas, a veces un tanto sarcásticas, y en algunas ocasiones me encuentro con periodistas honestos que son capaces de cambiar titulares cuando les he demostrado que contienen errores, como es el caso de vuestro medio.
Con tanto encontronazo en Twitter con antinucleares, ¿no le dan ganas de tirar la toalla y vivir más feliz?
La primera decisión que tuve que tomar ante los ataques dialécticos de los antinucleares fue separar mi valía personal de lo que decían de mí personas que no me conocían. En otras, palabras, no les iba a permitir que me ofendieran. Conseguido esto, es muy fácil tener la cabeza fría y utilizar su propio ataque para responder con imaginación, utilizando conocimientos técnicos y el sentido del humor. Una vez me preguntaron que si trabajaba para el lobby nuclear. Les respondí que "Yo no trabajo para el lobby nuclear. Yo soy el lobby nuclear". Lo que parecía un claro argumento ad hominem con una respuesta desorbitada, se convirtió en uno de mis tuits con más difusión, algo que sinceramente no había previsto.
En mi opinión, el PSOE tenía un problema: respetar su programa electoral, en el que hablaba de cerrar las centrales nucleares al terminar su vida de diseño y garantizar el suministro eléctrico bajo en emisiones para reducir nuestra contribución al calentamiento global. Fruto de ello surgió el pacto entre las propietarias de las centrales nucleares y el Gobierno, que de facto supone un alargamiento de la vida útil de las centrales nucleares más allá de los 40 años iniciales (incumpliendo el programa electoral del PSOE), pero poniendo programa de cierre progresivo. Un programa que no es viable porque carecemos de capacidad para desmantelar 7 reactores en tan poco tiempo y porque tampoco tendremos potencia firme baja en emisiones para compensar su ausencia. Afortunadamente el calendario de cierre es revisable y no me cabe duda que se revisará para que nuestros reactores sigan funcionando muchos años más, siempre por supuesto que sigan cumpliendo con todos los estándares de seguridad como hasta ahora y que sean rentables.
¿Cuánto ha mejorado la seguridad de las centrales nucleares en los últimos años? ¿Hasta dónde se podría alargar la vida comercial de las plantas españolas?
Las centrales nucleares españolas están entre las más seguras del mundo, y no lo digo yo, sino organizaciones internacionales como WANO, que recientemente nombró a Almaraz I como el reactor más seguro de Europa. Otra prueba de ello es la reducción progresiva de paradas no programadas y de sucesos notificados por las centrales nucleares al Consejo de Seguridad Nuclear. Nuestros reactores no solo son más seguros debido al buen mantenimiento, a la mejora constante de nuestros equipos, procedimientos y formación, sino también cada vez son reactores más fiables.
¿Podría verse un accidente como Chernobyl o Fukushima en España?
Un accidente como el de Chernobyl, es irrepetible por sus causas y sus consecuencias en nuestros reactores actuales, y no por un motivo, sino por múltiples razones que explico detalladamente en el libro, como por ejemplo la inestabilidad del reactor o la ausencia de edificio de contención. Sin embargo, un accidente como el de Fukushima no es imposible que suceda, no tanto por la posibilidad de padecer un tsunami o una inundación (riesgo analizado recientemente en nuestras centrales), sino por la posibilidad de sufrir un evento no contemplado en el diseño de los reactores. Tras Fukushima, las centrales nucleares de todo el mundo y las españolas, implementaron los que se llamó la estrategia FLEX (apócope de flexibilidad), realizando una fuerte inversión en equipos portátiles y flexibles, procedimientos y formación para hacer frente a situaciones no previstas en el diseño manteniendo en todo momento la parada segura de los reactores. Si Fukushima hubiera dispuesto de estos equipos, probablemente casi nadie conocería su nombre.
Usted es un gran defensor de la nuclear, pero también de las renovables, y apuesta por un mix de nuclear y renovables. ¿No cree que falta algo para dar respaldo a las renovables?
Pocos defensores de una tecnología apoyan claramente otras que supuestamente son rivales. Digo supuestamente porque estoy convencido de que no lo son, tengo argumentos sólidos para defender que la energía nuclear debe trabajar en equipo con las energías renovables, garantizando el suministro eléctrico ante la variabilidad de éstas y la estabilidad de la red eléctrica ante fluctuaciones de frecuencia o disturbios eléctricos. Creo que en España realizamos una fuerte apuesta por las energías renovables justo en el momento en el que más caras estaban, con un sistema de incentivos en forma de primas que han producido un crecimiento poco racional en algunos momentos e insuficiente en otros, como el actual. Necesitamos una transición energética basada en ciencia y tecnología, económicamente viable por supuesto, pero dejando la ideología a un lado. Algo poco probable en nuestro país.
Una de las cosas de las que se acusa a la nueva nuclear es el alto coste que tiene, y que a día de hoy, salvo algunos países que necesitan mayor seguridad energética, prácticamente no se construyen nuevas centrales en Europa y Occidente. ¿Es un mito o una realidad?
Es una realidad. En mi opinión el mayor inconveniente de la energía nuclear (más que el riesgo de accidentes cada vez más limitado o los residuos radiactivos, que tienen varias soluciones) es el alto coste inicial de la construcción de nuevos reactores. No lo considero un coste inasumible, dado que hablamos de reactores capaces de proporcionar enormes cantidades de energía durante ciclos ininterrumpidos de 18 meses y durante al menos 60 años. Pero la clave es la seguridad jurídica: ningún inversor arriesgará su dinero si no tiene plenas garantías de su proyecto no se verá truncado por razones ideológicas en cualquier momento. Y en España tenemos experiencia de ello: la lamentable moratoria nuclear de los años 80, cuando el Gobierno de Felipe González canceló proyectos casi terminados (Lemóniz y Valdecaballeros) e hizo pagar la justa indemnización a los ciudadanos a través de la factura eléctrica. Es decir, cerró las centrales para conseguir votos y lo hizo pagar a los votantes.
“El calendario de cierre es revisable y no me cabe duda que se revisará para que nuestros reactores sigan funcionando muchos años más.
¿Construiría nuevas centrales en España o es mejor alargar la vida de las que ya están operativas?
Necesitamos las dos cosas. Pero hemos de ser realistas y es más probable lo segundo que lo primero. Estados Unidos es el referente tecnológico y normativo de España en materia nuclear. Seis de nuestros siete reactores tienen tecnología estadounidense y nuestro Consejo de Seguridad Nuclear se basa esencialmente en la normativa de la NRC estadounidense. Pues bien, el 90% de los reactores de ese país (con cerca de 100 reactores) tiene ya licencia para operar hasta los 60 años y recientemente dos reactores han obtenido la licencia para operar hasta los 80 años. La media de edad de nuestros reactores es de unos 34 años, así que considero que con el adecuado mantenimiento y actualización que se les está realizando, pueden segur funcionando varias décadas más. El siguiente paso sería promover la estabilidad jurídica para la construcción de nuevos reactores que nos permitieran, junto con las renovables, prescindir completamente de los combustibles fósiles en nuestra generación de electricidad, incluyendo toda la necesaria para el transporte.
¿Veremos algún día la fusión nuclear? ¿Qué falta para que se desarrolle de verdad?
No me cabe ninguna duda de que la humanidad conseguirá explotar comercialmente la fusión nuclear, pero lo que nadie puede saber es cuándo ocurrirá. El mayor proyecto internacional es el ITER, que es un reactor experimental que se está construyendo en Francia. Según sus responsables, se prevé conseguir el primer pasma en 2025 y la fusión en 2035, aunque será necesario un nuevo reactor experimental de demostración, que debería comenzar a realizar pruebas en 2040. Así pues, no se espera poder construir los primeros reactores comerciales de fusión nuclear hasta la segunda mitad de siglo. Para que este proceso se acelere solo hace falta una cosa: una mayor inversión.
El torio (Th-232) no es fisionable y no se puede utilizar directamente en un reactor convencional de neutrones térmicos, pero es un material fértil: al absorber un neutrón y liberar 2 electrones transmuta a uranio-233 (U-233), un excelente material fisionable. Es técnicamente viable utilizar uranio-233 generado a partir de torio-232 en los reactores comerciales actuales, incluyendo los españoles. Además, el torio tiene muchas otras ventajas, como mayor abundancia y que no requiere enriquecimiento como el uranio, porque todo es aprovechable. Pero el torio se enfrenta a un duro rival: el uranio lleva muchos años con nosotros, a un precio muy competitivo y con toda la cadena tecnológica adaptada. Mientras el precio del uranio sea competitivo, el torio lo tiene complicado salvo en India, que tiene abundantes recursos. Por su parte, los reactores de IV Generación, en una fase muy avanzada de desarrollo, prometen ser capaces de aprovechar cerca el 99% de la energía del combustible nuevo y usado (actualmente solo aprovechamos el 5% en nuestros reactores). Eso significa que nos solucionarían dos problemas: abundante optimización del combustible y deshacernos de la mayor parte de los residuos radiactivos.
Los residuos nucleares. ¿Por qué son los malos de la película?
Nuevamente por el miedo que suscitan. Estoy habituado a leer opiniones e incluso postulados de personas que en su vida han tocado un elemento combustible nuevo con sus manos o que no han movido con una grúa un elemento combustible usado para cargar o descargar un reactor, algo que yo he realizado personalmente y supervisado en multitud de ocasiones. En definitiva, se habla de los residuos con un enorme desconocimiento y, aunque son potencialmente peligrosos, cuando se tratan con seguridad y responsabilidad, su riesgo es extremadamente bajo.
“En mi opinión el mayor inconveniente de la energía nuclear es el alto coste inicial de la construcción de nuevos reactores.
¿Es verdad que algunos países los tiran al mar?
Es algo que fue una media verdad, y me explico: entre 1940 y 1982 varios países lanzaron al mar RBBA (residuos de muy baja actividad) y RBMA (residuos de media y baja actividad): Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Suecia, Suiza y el Reino Unido, Japón, Corea Sur, EEUU y la antigua Unión Soviética. España nunca realizó esta práctica, que está prohibida internacionalmente desde 1982. Salvo en casos contados realizados por la antigua Unión Soviética (combustible de submarinos nucleares), los vertidos fueron de residuos de baja y media actividad, no de alta actividad (RAA, combustible usado) y procedían de centrales nucleares, hospitales, industrias y centros de investigación. Teniendo en cuenta el tiempo pasado, afortunadamente la mayor parte de la radiactividad ya ha decaído hacia valores medios del océano y los pocos isótopos de vidas más largas se habrán diluido, por lo que previsiblemente esta actividad no supone un riesgo para el ecosistema ni para las personas. La acertada y valiente campaña de Greenpeace contra esta práctica poco ética sirvió por un lado para contribuir a prohibirla, aunque por otro lado también para extender la falsa idea de que es una práctica habitual y para que dicha organización utilice su oposición a la energía nuclear como un modo de vida.
¿Es verdad que la radiactividad de los residuos puede durar miles de años?
Es cierto que los residuos radiactivos lo seguirán siendo durante miles de años, en torno a 10.000, hasta conseguir un nivel de radiactividad equivalente al mineral que se extrajo inicialmente. Pero cabe explicar varias cosas al respecto. La primera es que esos materiales decaen muy rápidamente al principio y más lentamente al final, es decir, que son mucho menos peligrosos pasadas unas décadas o centenares de años. En segundo lugar, es importante señalar que si los residuos se almacenan en lugares geológicamente estables, como está a punto de hacer Finlandia (una zona con una estabilidad geológica de más de 1000 millones de años), los residuos van a permanecer seguros a más de 500 metros de profundidad sin suponer un riesgo para la salud de las personas y el medioambiente.
¿Cómo se puede combatir eso? ¿Qué es lo adecuado para una mejor gestión de los residuos?
Lo más adecuado para una gestión adecuada de los residuos radiactivos es manejarlos con responsabilidad y profesionalidad como se realiza en las centrales nucleares españolas y que nuestros gobernantes dejen de utilizar la energía nuclear como un arma electoral, que se olviden de un momento de la ideología y que se ganen el sueldo que les pagamos todos los ciudadanos. En 2004, el Congreso de los Diputados instó al Gobierno, por unanimidad, a que desarrollase los criterios necesarios para llevar a cabo el ATC (Almacén Temporal Centralizado) y finalizarlo antes de 2011. Sin embargo, el ATC sigue sin construirse por diversas controversias políticas y judiciales, incluyendo un intento de recalificación de terrenos como reserva natural en Villar de Cañas (Cuenca), anulado por los tribunales. Es decir, que una solicitud unánime al Gobierno por parte de todos los diputados del Congreso (representantes de los ciudadanos) en 2004 sigue sin llevarse a cabo en 2020.
Coincido con este señor en que ÉL es el lobby nuclear. Por ese motivo dudo de muchas de sus afirmaciones y creo que está influido, no por cuestiones ideológicas, sino crematísticas. Y tampoco me creo que su libro esté teniendo tanto éxito.
Turbomotor2000
25/05/2020
Ni energía nuclear ni energía fósil, solo la energía natural, esto es, la generada por el efecto de la gravedad sobre un fluido de densidad modificada y en circuito cerrado tal como exponemos en el articulo publicado con el nombre de Fuente de Energía 2000.
Rogonga
25/05/2020
Hay que aclarar que la vida de una central nuclear está condicionada por la vasija de su reactor que se deteriora por la afluencia neutronica del núcleo. Esta afluencia neutrónica es casi inexistente cuando la central está parada. Por tanto cuando se dice que la vida garantizada de una central es de 40 años realmente se refiere a 40 años de PPE (Plena Potencia Efectiva), es decir, 40 años de funcionamiento al 100% , descontando el tiempo que la Central está parada por razones de recarga de combustible o paradas técnicas. Ejemplo, la fecha acordada de parada de Almaraz es de octubre/27 para la unidad 1 y de noviembre/28 para la 2 que coincide con los 40 años de PPE de ambas unidades, contradiciendo la idea de que a Almaraz se le ha concedido un alargamiento de vida.
JELorenzo
25/05/2020
No conozco este libro pero todo lo que dice el Sr García lo he corroborado en las decenas de informes técnicos con los que yo trabajo para hacerme una opinión. El NO a la energía nuclear es una decisión ideológica que desgraciadamente ha trascendido al ámbito de la política y del periodismo 'científico' sin ningún análisis serio. Los lobbies (ONGs) antinucleares han construido una maquinaria muy bien engrasada que vehiculan ideas simplonas por no decir erróneas. Les podría dar muchos detalles. Por ejemplo (y es un ejemplo), sabían que Japón, a pesar de haber recibido dos bombas nucleares y haber 'degustado' el accidente de Fukushima, sigue manteniendo que la energía nuclear debe formar parte del mix energético a la altura del 20-23% ? Yo he trabajado en Japón y les puedo decir que todo lo relacionado con el 'átomo' y la seguridad nuclear se lo toman muy muy en serio.
No me crean, vayan a ver los datos por ustedes mismos y no se crean a nadie. Pero por favor dejen de jugar con ideas simplonas y utilizar argumentos falaciosos de barra de bar. Disponer de energía barata y en gran cantidad es la única garantía de estabilidad social y económica. Y las renovables por si solas, y con la visibilidad tecnológica que tenemos hoy a 10 años, no pueden darnos esa energía que necesitamos. La nuclear si.
Miguel
26/05/2020
Es totalmente cierto que los ecologistas son muchísimo más beligerantes con la energía nuclear que con los combustibles fósiles. De hecho, en los planes de Greenpeace para España en el año 2030, incluían el cierre de las nucleares pero al mismo tiempo la construcción de nuevas centrales de gas para poder dar respaldo a las renovables. Aplicando sus planes, se emitiría más CO2 que manteniendo las nucleares, señal de que les importa más cerrar las nucleares que reducir las emisiones de CO2, pese a que ellos mismos consideran catastrófico la emisión de CO2.
Luis Alberto
26/05/2020
La energía nuclear es tremendamente peligrosa (demostrado con los casos de Chernóbil y Fukushima) y genera residuos radiactivos dañinos para la vida (que aún no sabemos cuánto daño van a provocar en el futuro porque siguen ahí). Si tenemos energías limpias e infinitamente menos peligrosas, por qué la debemos seguir usando? Es absurdo defender su uso. Es fácil de entender si se quiere.
Fukushima4ever
26/05/2020
Entiendo que atacar al enemigo más débil forma parte de la estrategia pero demuestra que es el único adversario al que se tiene la valentía de combatir. La maquinaria de lo que llaman el lobby antinuclear está engrasada por los hechos que le ha brindado la propia tecnología. Dicen que es sucia (quién niega que produce residuos radiactivos con los que no se sabe bien qué hacer) y peligrosa (ha tenido accidentes gravísimos de todos conocidos) lo que viene a darse la mano con las evidencias financieras de que la energía nuclear es, además, cara y que no es competitiva si se intenta que sea lo más segura. Y ya puestos a hablar de grasa, ahora me pregunto, ¿cuánta grasa ha repartido el lobby pro-nuclear para suavizar voluntades? Por mencionar algunos ejemplos, dictadores como Franco no dudaron en invertir en ella por tener tecnología nuclear con fines armamentísticos, las empresas del sector (y sus empleados) tienen un pingüe negocio y los gobiernos locales ven hinchado su presupuesto por las compensaciones por tener una central en su municipio. Me temo que la segunda grasa lubrica mucho mejor que la primera dado el escaso éxito del lobby antinuclear que generalmente sólo ha conseguido avanzar cuando además las cuentas no salían, es decir, cuando los argumentos eran económicos, no ideológicos. Ya se sabe hace tiempo que la energía nuclear no tiene futuro sobre todo porque tiene unos costes y unos plazos que cada vez que se les da una vuelta, suben estratosféricamente. La energía nuclear sólo pretende sobrevivir alargando la vida de las centrales pero hasta eso le está costando porque no se justifican los costes asociados en aumentar la seguridad. Para mí que reiterar los mismos ataques de siempre al movimiento antinuclear no hacen sino confirmar que la energía nuclear está dando sus últimas boqueadas.
Miguel
26/05/2020
Para tener electricidad 100% renovable necesitas una capacidad de almacenamiento de energía muy grande, que España no la tiene, y eso es muy caro. Posiblemente a la mayoría de los consumidores particulares sólo les cabrearías si les hicieses pagar por ello, pera a la mayoría de las empresas las conducirías a la quiebra. Además de caro, no es tampoco fácil ni inmediato aumentar la capacidad de almacenamiento. No es fácil construir nuevas centrales de bombeo, ni conseguir los materiales para fabricar las baterías necesarias. Mientras el coste de ese almacenamiento baja de precio, hay que tener alternativas. Hay que darle tiempo, pero durante esta década no se espera que sea posible el almacenamiento a gran escala de electricidad.
JELorenzo
27/05/2020
Hace 2 años y medio el Periódico de la Energía publicó un artículo donde se hacía eco de la aparición de un libro sobre la historia de la energía nuclear en España. https://elperiodicodelaenergia.com/cuando-franco-quiso-construir-27-centrales-nucleares-y-colocar-a-espana-en-el-mapa-energetico-mundial/. El artículo de El Independiente es más extenso (https://www.elindependiente.com/economia/2018/03/31/cuando-franco-sono-con-tener-30-centrales-nucleares/), explica mejor la historia y muestra que Franco era totalmente consciente del papel de la energía, en particular la hidroeléctrica y la nuclear, en el desarrollo de España. España llegó a tener el programa nuclear más ambicioso de la Europa Occidental y se convirtió en cliente y aliado preferencial de Estados Unidos en esa tarea. El programa nuclear español contemplaba llegar a los 22 GW (7 GW actualmente) hacia finales de la década de los 80. Pero la crisis petrolera de los 70 trajo un parón económico y un desplome del consumo eléctrico. Para protegerse de la crisis económica el Gobierno recurrió a una brutal devaluación de la peseta que convirtió en prácticamente impagables los créditos solicitados por las eléctricas. La moratoria nuclear puesta en marcha por Felipe González en 1983 se utilizó par evitar la quiebra de las compañías eléctricas. Paradojas de la vida, se cancelaron 6 proyectos de centrales nucleares para evitar la quiebra de las centrales de carbón.
La bomba atómica española o proyecto Islero fue un proyecto en consonancia con la época que vivíamos en las década de los 60-70. Cumplía al menos dos objetivos (i) reforzar el papel de España en Europa. (ii) vistas las complicadas relaciones con Marruecos independiente Franco vió la necesidad de se dotar de un arma de disuasión que impidiese a Marruecos atacar la Península. Evidentemente esto no fue bien visto por los EEUU y el asesinato de Carrero-Blanco fue relacionado a esta tensión pro-armamento nuclear que existía en aquella época. Ese proyecto fue abandonado hace 40 años.
En cuanto a que el nuclear es una energía del pasado, pues no sé que decir. Lo que si que sé es que hay actualmente más de 50 reactores en construcción en el mundo. Es mucho dinero y mucha capacidad la que está en juego. China juega el papel motor que jugaron hace 40 años Francia y EEUU. Tiene 12 reactores en construcción (12.24 GWe), 44 en planificación (51 GWe) y 90 con propuesta firme (107 GWe). Además la duración del periodo de construcción es de 4.3 años y exporta su tecnología a otros países. Rusia es otro país que sigue apostando por la tecnología nuclear con 4 reactores en construcción (4.9GWe), 24 reactores en la fase de planificación (25.8 GWe) y 22 en propuesta firme (21 GW). Estos dos países junto con la India están desarrollando otro tipo de reactores basados en sales de Torio que son más funcionales y baratos. Una vez más vayan a ver los datos.
Otros países del llamado pelotón de cabeza tampoco parece que vayan a abandonar la energía nuclear, Francia, EEUU, Suecia, Corea, Japón, etc. Si me dicen que España no está en el pelotón de cabeza, pues digo que tienen razón. La energía nuclear está todavía aquí porque no tenemos manera de garantizar un acceso continuo a la energía eléctrica. Eso lo han comprendido muchos países que no dudan en invertir grandes cantidades de dinero y recursos en nuevas centrales y en prolongar la vida media de las que están en funcionamiento a 60 o más años.
Joel
29/05/2020
La energia nuclear de fision y futuramente la de fusion junto con las renovables son la mejor alternativa para los fosiles tan dañinos para el planeta el co2 que mata ecosistemas greampeace sus integrantes tienen una imagen errada y estereotipica de la energia nuclear no produce co2 y creame si les digo que un grupo terrorista no puede tener acceso conocimiento y capacidad de tan si quiera pensar que va a utlizar una planta nuclear para hacer bombas eso es total y absolutamente falso solo en peliculas salen jajaja
Dapesander
01/06/2020
La energía nuclear de fisión actual bien hecha puede crear rediduos UTILIZABLES en nuevos reactores de cuarta generación.
Dapesander
01/06/2020
Además se puede usar para muchas cosas, como el hidrógeno verde (no solo para coches), o para cosas como la desalación de agua marina, energía barata por un tubo para tener agua por un tubo, eso es un gran argumento a su favor, además un país que usa fósiles puede crear mas energía limpia con nuclear.
Juan
10/06/2020
Fukushima4ever haces muy bien en no creer nada de lo que te digan lo diga quién lo diga. Por eso harías muy bien en leer e informarte sobre lo que te dicen. Porque opinar sin información ( datos, estudios profesionales, etc) es deplorable. Es como decir que "la energía nuclear está dando las últimas bloqueadas" sin haberse informado de su uso mundial. Ni pronuclear ni antinuclear soy prohumanidad y solo tendremos futuro con información. Y curiosamente hoy en día estamos rodeados de "desinformación", para mí información sin contrastar.
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Fukushima4ever
25/05/2020