La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, está invitada a presentar el martes próximo la estructura y carteras de su nuevo equipo a los miembros de la conferencia de presidentes del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
Para completar el rompecabezas del reparto de carteras a Von der Leyen le falta aún la nominación oficial de la candidata de Eslovenia, cuyo gobierno está bloqueado por el rechazo de la oposición a su candidata, la diplomática Marta Kos, para quien aún no existe luz verde parlamentaria eslovena.
Ese necesario trámite motivó ya la semana pasada el aplazamiento al martes próximo de la presentación de nuevo Ejecutivo comunitario, previsto inicialmente el 11 de septiembre.
Para sortear el bloqueo, el primer ministro esloveno, el liberal Robert Golob, baraja la posibilidad de enviar la candidatura de Kos a Bruselas sin la confirmación oficial parlamentaria, según la prensa del país de dos millones de habitantes.
Esta circunstancia mantiene abierta la incógnita sobre si será posible que la alemana pueda dar a conocer el martes las responsabilidades que asignará a su próximo equipo de comisarios, aunque está "decidida" a hacerlo, dijo el viernes pasado el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, aunque matizó que hay que ver cómo evoluciona porque "en política varios días son una eternidad".
La decisión de Von der Leyen
Von der Leyen tiene previsto en su agenda una última ronda de reuniones con los jefes de los grupos que votaron a favor de su segundo mandato a mediados de julio (populares, socialistas y demócratas, liberales y verdes) para apuntalar su organigrama.
El aplazamiento inicial abonó el terreno para filtraciones sobre a quién irán a parar las carteras más ansiadas -las económicas- y con las últimas quinielas de la candidata española, Teresa Ribera, que apuntan a la de Competencia.
Las carteras económicas, de industria o de defensa serán las de mayor peso en una Comisión Europea que durante el próximo lustro tendrá como retos incrementar la competitividad de la economía comunitaria en el escenario global, avanzar en la transición de su industria y continuar el apoyo a Ucrania contra la invasión rusa y en su camino a entrar en la UE.
Otro punto de interés es quiénes serán los vicepresidentes ejecutivos, que coordinan a un grupo de comisarios cuyas carteras se sitúan bajo su paraguas.
Todas las quinielas dan una de estas vicepresidencias a Ribera, pero difieren en sus posibles atribuciones desde las transiciones ecológica y digital hasta la potente cartera de Competencia.
Es improbable que el equipo que se dé a conocer llegue íntegro a la toma de posesión de la nueva Comisión Europea, ya que el Parlamento Europeo emprenderá en las próximas semanas un análisis de sus conflictos de intereses, currículum, prioridades políticas y méritos de cada uno de los nominados para acceder al cargo.
No es un mero trámite: en 2019, la Eurocámara rechazó a tres candidatos.
Los tiras y aflojas han empezado antes de que se conozca la cartera que tendrá cada comisario: los socialistas y los liberales amenazan con vetar al candidato italiano, del Gobierno ultraconservador de Giorgia Meloni, si Von der Leyen le asigna una vicepresidencia ejecutiva.
Desde la derecha, fuentes parlamentarias advierten de que, si forzaran el descarte del italiano, correrían similar suerte sus nombres de mayor prestigio, como sería el caso de Ribera por parte socialista o el francés Thierry Breton por el lado liberal.
También existe descontento con el actual comisario húngaro Oliver Varhelyi, el hombre de Viktor Orbán en el Ejecutivo comunitario que aspira a repetir, pero otra fuente advierte del peligro de vetarle y dejar en manos del primer ministro húngaro la nominación de un nuevo candidato, lo cual podría retrasar 'sine die' el inicio del nuevo Ejecutivo.
Como alternativa, sugieren, Von der Leyen podría darle una cartera menor.
Al Parlamento Europeo tampoco le convence la falta de equilibrio de género en el futuro equipo de comisarios.
La foto de familia actual y sólo después de que Von der Leyen haya presionado a países como Rumanía o Eslovenia para cambiar sus nominaciones, tiene 11 caras femeninas y 16 masculinas, lejos de la paridad a la que se había comprometido.
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