12 comentarios publicados España está ante una de las decisiones que puede marcar el futuro del país: la continuidad o no del parque nuclear. Pero algo que debería ser una solución puramente técnica se ha convertido en una especie de juguete roto con el que los políticos se lo pasan pipa y juegan como si no fuera nada con ellos.
Saben a la perfección que la energía nuclear, y te diría que ninguna tecnología energética no quita ni da votos, por eso hacen lo que hacen con la energía nuclear. Y no se salva nadie.
El último capítulo fue el esperpento de ayer en el que Junts, supuestamente un partido independentista catalán, de derechas, que ha defendido siempre los intereses de la industria catalana, ha decidido dar un portazo a la energía nuclear que es la que le suministra electricidad. Si no, estarían en la más absoluta oscuridad.
Y todo sin dar una explicación. Juegan. Hace unos meses tanto Junts como ERC aprobaban con el PP una proposición no de ley parecida, pero como no iba a ningún lado.
A Junts le da igual la energía nuclear, y cualquier energía. Lo único que le interesa es la amnistía para Puigdemont. Y esa no llega. El miércoles la portavoz hizo el paripé de maleducada insultando al presidente Sánchez, pero como este jueves salía a favor el informe del abogado general de la UE sobre la amnistía pues no es momento de tocar las narices. Y entonces se abstiene de la votación de la enmienda popular para postergar el cierre de las nucleares.
Sólo ideología
PUM. Sorpresa. Nadie se lo esperaba. Y se lo digo yo que andaba por el Ministerio y había cierto nerviosismo con la votación. No se daba un euro porque Junts se abstuviera. En el PP incrédulos. Han saboreado las mieles justicieras de Puigdemont, la incoherencia política, el vaivén continuo donde se instalan los políticos. También ellos, enseguida les toca.
Pero ver a la bancada de socialistas y la izquierda radical aplaudir como focas en el circo por algo que es tan fundamental para el devenir de un país, deja muy claro que por mucho que nos quieran vender, este Gobierno y sus socios quieren cerrar las nucleares únicamente por ideología. Algo inaudito en todo el mundo por cierto. Nadie que posee centrales nucleares en operación las va a cerrar o quiere hacerlo.
Pero ellos felices. Sonreían como si nada. Y todo esto después de haber vivido un apagón este año. Desperdiciar toda la energía nuclear, un 20% de todo el suministro eléctrico por ideología, cuando es una tecnología limpia que no emite CO2, que funciona a las mil maravillas, que te aporta mayor seguridad de suministro es incomprensible. Pero allá ellos.
Luego está el PP. Que aunque no lo parezca ha cometido el error de jugar con la energía nuclear como herramienta electoral. ¿Y por qué digo que es un error? Porque el futuro de la nuclear no se puede decidir con unas papeletas y por gente que no está preparada.
Jugada política del PP
La regulación es clara y tienen que ser las propias compañías las que decidan. Pero no. Los políticos a jugar con la energía nuclear. Te monto unas elecciones en diciembre en Extremadura donde se sitúa Almaraz, la primera de las centrales en cerrar según el calendario. Me invento una enmienda en una Ley de Movilidad sobre el cierre de las nucleares que no dice absolutamente nada que no se hiciera antes.
Pero la eleva al Congreso y hace que todos se mojen. Esa es la jugada política del PP. Ya tiene el no del PSOE y todos sus socios. Ahora se lo podrá echar en cara la presidenta extremeña al candidato socialista amigo del hermanísimo. Y todo por cuatro votos.
Es todo un paripé. Si de verdad le importara la energía nuclear al PP hubiese eliminado los impuestos regionales a la nuclear, y no ha movido un dedo. Lo único que hace es utilizarla para apoltronarse el poder. Algo muy parecido a lo del PSOE y sus socios.
Ha quedado claro en todo esto, que realmente la energía nuclear les importa bien poco. Sería lo mismo con la solar y la eólica. En general, les da igual. Por cierto, ayer se salva el Gobierno por el voto de Coalición Canaria, que como no le va ni le viene pues vota a favor de aquel al que le puede sacar un mínimo rédito. Al igual que el PNV. Pasarán factura por Moncloa.
Porque el circo sigue y tú, sí, tú, querido lector, no te enteras de nada. Ellos están a otra cosa. Como siempre. Luego querrán que los votemos.
Asimov
14/11/2025