La crisis de la eólica terrestre que se vive en Europa está empeorando la agonizante situación financiera del fabricante alemán Senvion. Hace unos meses os contábamos que había solicitado una solicitud de insolvencia ante un tribunal alemán al arrastrar una deuda de más de 1.000 millones de euros, pero su situación tiene una repercusión directa con el cierre de fábricas y su consiguiente pérdida de empleos.
Y eso es lo que podría ocurrir con la gigantesca fábrica de palas, Ria Blades de Vagos, que tiene Senvion en la comarca portuguesa de Aveiro, donde podrían peligrar 1.400 empleos en su producción y de paso toda la riqueza económica de la región, que vive exclusivamente de esa planta, según han informado a este diario fuentes sindicales.
Todas las papeletas apuntan a que esta fábrica, junto a otras tantas, podría echar el cierre porque Senvion, tras anunciar en febrero un plan de acción para reorganizar la compañía, ahora ha enviado una carta a sus trabajadores para advertirles que la compañía se retirará del mercado en 30 países.
La fábrica de Ria Blades abrió sus puertas en 2009 y Senvion ha invertido hasta en dos ocasiones para su expansión, lo que ha propiciado que sea la más grande del país luso y la que más empleo genera en la fabricación de tecnología renovable en Portugal.
"Senvion GmbH ha presentado un proceso de autogestión para salvaguardar su programa de transformación en curso. Estos procedimientos preliminares de autogestión se relacionan con Senvion GmbH y su filial Senvion Deutschland Gmb", dice la compañía.
"El propósito del proceso es continuar con el proceso integral de transformación iniciado a principios de este año por el CEO y la Junta Directiva" añade y con ello, conseguir más financiación y salir con éxito de este proceso de liquidación. "Estamos en el proceso de discutir las opciones de financiación. Si tenemos éxito, podemos salir del proceso exitoso", señala el CEO de la compañía, Yves Rannou, aunque reconoce que van a redimensionar la compañía para poder sanearla.
La siguiente en la lista podría ser Ventipower, de la que también es propietaria la eólica alemana, una empresa ubicada en la zona industrial portuguesa de Oliveira de Frades y que se dedica a la fabricación de nacelles.
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"El gobierno luso sabe las enormes consecuencias que tendría sobre la economía de la región de Aveiro el cierre de la fábrica de Ria Blades y, como ha ocurrido con en el pasado con otros sectores industriales, hará todo lo posible para evitar que 1.400 trabajadores directos y miles de indirectos pierdan sus empleos", añaden las mismas fuentes, "en otras ocasiones ha ofrecido incentivos para evitar el cierre, ya sea a los nuevos compradores o a los mismos propietarios".
El actual gobierno luso ha puesto en marcha un programa de estímulos fiscales lo que ha propiciado que muchas empresas se hayan quedado en el país, como exenciones fiscales durante años, gratuidad del suelo o la creación de infraestructuras. Su objetivo es, ante todo, preservar el empleo.
De llevar a cabo sus planes, Portugal se quedaría sin uno de sus pesos pesados de la industria eólica, a excepción de un centro de diseño industrial que la danesa Vestas tiene en Oporto y de una fábrica que la alemana Enercon tiene para la producción de palas y torres en Viana do Castelo.
Pero además, su cierre genera una incógnita sobre sus negocios en la península Ibérica. Aparte de los 450 MW eólicos que ya están funcionando en el país vecino, quedan pendientes los 300 MW que va a suministrar a una de las grandes ganadora de la subasta de 2017, la saudí Alfanar para construir sus parques en España.
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