De los 30 modelos electrificados que Audi quiere comercializar antes de que llegue el 2025,10 son 100% cero emisiones. Una gama que comenzó su andadura hace tres años con la llegada del e-tron y que ahora está formada por otros dos modelos, el e-tron GT y el Q4 e-tron, A los que se suman las variantes Sportback tanto del protagonista que te estás líneas como del Q4 e-tron.
En este tiempo, el e-tron se ha colocado como el todo camino eléctrico Premium más vendido de toda Europa, galardón muy a tener en cuenta dado que su precio de venta arrancaba en aproximadamente los 85.000 €. Sin embargo hace menos de un año la firma alemana amplió dicha oferta comercial con el protagonista de esta prueba en El Periódico de la Energía: el e-tron 50 quattro. Una versión que mantiene todo el carácter premium del modelo, esa silueta robusta a medio camino entre un crossover y un familiar y sobre todo una dinámica de conducción de lo más confortable, cero emisiones pero con un precio de partida ligeramente inferior.
Y es que la llegada de este e-tron 50 quattro ha permitido Audi rebajar el PVP en casi 15.000 € partiendo así la gama de los 73.000 €. Como decimos, a nivel estético no varía una pizca con respecto al 55 quattro con el que nació el modelo, hasta el punto de que podremos incluir en su listado de opcionales elementos tan vistosos como los retrovisores digitales que han definido al vehículo desde que apareció en el mercado. Por dentro se mantiene su gran calidad percibida así como un amplísimo espacio para los ocupantes a los que se suman un maletero de 600 litros en su parte trasera y 60 litros en un pequeño hueco colocado bajo el capó perfecto para guardar los cables de carga.
Las diferencias
A partir de aquí es cuando empiezan las ligeras diferencias con su hermano mayor ya que este electrón 50 quattro ofrece una potencia de carga en corriente continua ligeramente inferior, de 120 kW para ser más exactos (30 kW menos) y lo que no impide que se pueda llenar su batería hasta el 80 % en menos de 30 minutos. Y es que la batería es el otro elemento diferenciador con respecto a su hermano mayor ya que en lugar de tener una capacidad bruta y 95 kWh, este e-tron 50 quattro tiene un paquete de celdas de 71 kWh.
De esta forma la autonomía oficial homologada se rebaja de los 450 km a los 300 km. Un recorrido aún así considerable si tenemos en cuenta que según los últimos estudios realizados el recorrido medio de un conductor español se sitúa en 58 km. Pues bien con estos 300 km homologados podría circular sin cargarlo durante toda una semana prácticamente. Es lo que rendimiento se refiere los dos motores que equipa, cada uno en un eje (otorgándole esa tracción total), han reducido su potencia con respecto al 55 quattro generando de manera conjunta 313 CV en lugar de los 408 CV de su hermano mayor. Debido a esto, Las prestaciones son ligeramente peores con un 0 a 100 km/h de 6,8 segundos y una velocidad punta de 190 km/h.
¿Renta para el día a día?
Esta es la principal duda que surge si compensa adquirir este e-tron 50 quattro frente a su hermano mayor. Es lo que ha conducción se refiere ya te anunciamos que no hay diferencia alguna más allá de comprobar que los 313 CV sí pueden resultar algo escasos en determinadas circunstancias. Y es que este camino sigue arrastrando un tonelaje demasiado excesivo que en el caso de nuestra unidad asciende a casi las 2,5 toneladas de peso, que es mucho.
Es lo que autonomía se refiere con la carga a tope el ordenador de abordo siempre marcaba un valor cercano a los 250 km y durante el trayecto realizado en la prueba en profundidad que le hemos realizado el consumo medio ha rondado los 27 kWh/100 km (homologa 22,4 kWh/100 km) lo que nos ha permitido cubrir precisamente aproximadamente 240-250 kilómetros. Ojo con activar la climatización porque como todo buen eléctrico pese a contar con una bomba de calor independiente el recorrido puede rebajarse en hasta 35 km si el caudal de aire es demasiado fuerte o si ponemos la temperatura muy elevada. Igualmente si conectamos el aire acondicionado la autonomía se ve ostensiblemente rebajada en este caso en unos 15 km aproximadamente.
Uno de los aspectos que más sorprende es cómo se mueve este gigantón, con agilidad y rapidez. De hecho, aunque por dimensiones esté más próximo al Q7, por comportamiento se nos acerca más al Q5. Resulta sencillo de manejar por carreteras serpenteantes pues apenas hay balanceos. Parte de culpa la tienen, entre otros, una dirección progresiva variable, el reparto variable de par entre ambas ruedas, la tracción total y la suspensión neumática adaptativa. Esta última permite variar la altura hasta en 76 mm, partiendo de los 17,2 cm que homologa llegando a un máximo de 22,2 cm (lift) y a un mínimo de 14,6 cm (dynamic). Adicionalmente, le aporta un plus de confort muy elevado, el cual se une a la ya de por sí ausencia de ruido cuando circulamos. Porque en su habitáculo, el único sonido que se percibe es el de la rodadura y, si tenemos un oído muy fino, quizá el de los motores al acelerar.
En definitiva
Que el Audi e-tron se ha convertido en el todocamino premium eléctrico más vendido de toda Europa se justifica por su rodar y principalmente por su calidad de construcción. La llegada de esta versión más económica no hará si no incrementar ese número de ventas, pero también es cierto que en el lado negativo tenemos un modelo que sigue siendo demasiado pesado con una potencia conjunta algo más escasa y sobre todo con una autonomía mucho más limitada.
En mi caso, si tuviera que elegir, me quedaría con el e-tron 55 principalmente por esas dos últimas características: el mayor rendimiento y la mayor autonomía. Ahora bien, que no quiera grandes alardes y vean satisfechas sus necesidades con esta versión más asequible también agradecerá el ahorrarse esos cerca de 15.000 € con respecto a su hermano mayor.
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