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Prueba del Skoda Octavia G-TEC: rentabilidad perdida

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En un mercado en el que la electrificación ha acaparado todas las portadas y hacia el que se mueve el sector, hay fabricantes que también llevan años apostando por otro tipo de combustibles. Fabricantes como Skoda cuya gama G-TEC alimentada por Gas Natural Comprimido (GNC) ha llevado a muchos usuarios a apostar por este combustible alternativo considerado como mucho más ecológico.

De hecho, gracias a esa condición y, sobre todo, a la dualidad de combustibles que le convierte en una especie de híbrido, la DGT dota a este tipo de modelos de la etiqueta ECO, con todas las ventajas que ello implica. En España y según datos manejados por la OCU, hasta el año pasado se estima que circulaban cerca de 16.000 vehículos con este gas. La cuenta no es excesivamente grande ya que entre GNC y GLP, el gas que realmente lidera, en 2021 se matricularon 18.452 unidades, un 7,15% más que en 2020. Pero en 2022 esta cifra es complicado que se vuelva a repetir a causa del subidón que ha pegado el propio GNC.

Un 128% más caro

Basta ver los datos del comienzo del año para percatarse de ello pues en enero, la bajada fue del 10,6% al matricular 1.098 unidades ¿Cuál ha sido el motivo? La desproporcionada subida que ha sufrido el GNC. Muchos podrán pensar que la Guerra entre Rusia y Ucrania ha sido el gran detonante y aunque es una variable a tener en cuenta, el alza de precios parece que no se debe únicamente a dicha cuestión. Si bien el gas natural en el hogar también ha subido, la misma se ha limitado por decreto según la OCU, algo que no ha ocurrido con el GNC vehicular.

Sea como fuere, lo que en realidad le importa al usuario de este tipo de vehículos es cuánto más tienen que pagar ahora por su coche de gas natural. Es duro decirlo, pero la subida en su combustible ha sido de nada menos que un 128%. Hace un año, el precio por kilo de GNC era de tan solo 0,85 céntimos (de media) mientras que al comienzo de este 2022 se ha situado a nada menos que 1,93 euros, de media. Es la mayor subida de todos los combustibles dado que el diésel se ha incrementado un 38,5% (de 1,087 a 1,367), el GLP un 29,8% (de 0,674 a 0,844) y la gasolina un 35% (de 1,199 a 1,62).

Ello supone que el GNC haya pasado de ser el segundo combustible más económico por detrás del GLP a ser el más caro de todos. Una situación que lleva a la conclusión sabida: los modelos de GNC han perdido toda la rentabilidad. No solo porque el incremento del coste anual para alguien que recorra 20.000 km con un coche de GNC se sitúa ahora mismo en el doble que si condujera un vehículo de gasolina y triplica a la subida para un coche diésel, sino que en cifras esto se cuantifica en exactamente 980 euros más de coste que hace un año para dicha distancia. De hecho, el coste por cada 100 kilómetros se ha duplicado pasando de ser el más bajo, con 3,8 euros al segundo más caro, con 8,7 euros, siendo superado únicamente por los modelos de gasolina con 11,2 euros.

Skoda Octavia G-TEC: a expensas de que se recupere

Llevando estos datos a un modelo como el Skoda Octavia Combi G-TEC que hemos probado en El Periódico de la Energía, con un consumo medio de 3,8 kg/100 km, el gasto para esos 100 kilómetros ha sido de 7,33 euros mientras que hace exactamente un año, cuando Skoda lo lanzó, era de 3,19 euros. A ello hay que sumarle que los usuarios que optaban por este coche tenían en mente realizar varios miles de kilómetros al año gracias a esa gran rentabilidad. Y eso que la red de gasineras públicas de GNC es preocupantemente escasa (144 se contabilizan según GASNAM) frente a las 765 de GLP que hay acorde a lso datos de www.gasolinerasglp.com.

Pero las preocupaciones para estos usuarios van in crescendo. Porque a los 33,5 euros que les cuesta ahora llenar los 17,33 kilos de depósito de GNC se suma el mayor gasto para repostar los 9 litros del tanque auxiliar de gasolina que tiene el modelo checo. En concreto hablamos de 14,60 euros lo que hace un total de 48 euros para recorrer los poco más de 550 kilómetros que podrán cubrir en condiciones normales. No parece mucho teniendo en cuenta que llenar un depósito de gasolina de un Octavia 1.5 TSI de 150 CV cuesta 73 euros pero con él, según el homologado, podrás recorrer cerca de 900 kilómetros que, en conducción real, serán aproximadamente 750 km.

Skoda Octavia G-TEC: como cualquier otro

Y todo ello no hace sino que lleguemos a la conclusión de la tristeza que supone que este combustible perjudique a modelos como el Octavia Combi G-TEC. Porque la berlina checa sumaba a su ya extenso listado de ventajas, el de la rentabilidad. No vamos a repetirlo más, tranquilo. Lo que sí has de saber es que esta versión cuenta con todas las virtudes de la última entrega del modelo. Entre ellas, un diseño elegante, un habitáculo bien cuidado, con una carga tecnológica elevada y espacioso, sobre todo, espacioso.

La única gran diferencia viene determinada por la capacidad del maletero, pasando de los 600 a los 455 litros en la berlina y de los 640 a los 495 litros en la carrocería Combi (familiar) que nosotros hemos probado. Es una cifra alta pero por suerte contábamos ya con un amplio espacio de carga que al final no acabaremos echando de menos. Por cierto, esta reducción se debe, principalmente, a la colocación de los tanques de gas y la redistribución del depósito de gasolina.

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El resto de diferencias respecto a cualquier otro Octavia se centran, exteriormente, en la colocación del logo G-TEC en el portón y a la inclusión de la segunda boquilla de carga para el repostaje de gas. En el interior, por su parte, solo notarás distinción en el cuadro digital de 12,3 pulgadas, que suma información relativa al consumo de GNC así como un segundo dial para mostrarte el nivel restante de gas. A diferencia de los modelos de GLP no encontrarás un conmutador para cambiar al gusto entre combustibles pues los modelos de GNC lo que hacen es agotar primero el gas y, posteriormente, emplear la gasolina como reserva (de ahí que el depósito solo tenga 9 litros).

Cuando esto ocurre, el conductor no notará absolutamente nada. El tránsito entre combustibles es imperceptible y el rendimiento no varía un ápice. Hablado de este último, lo que tenemos que contarte es que el motor empleado es el 1.5 TSI de cuatro cilindros pertinentemente modificado para poder funcionar con los dos combustibles. Siempre arranca y se mueve con GNC salvo que la temperatura exterior sea excesivamente baja y durante los minutos posteriores a un repostaje, hasta que el sistema confirma que la calidad del GNC es del 100%. Sea como fuere, siempre entrega 130 CV y 200 Nm registrando un 0 a 100 km/h de 10 segundos y una velocidad punta de 213 km/h. A combinar tanto con la caja de cambios manual de seis relaciones como con la automática DSG de siete relaciones ofreciendo un comportamiento general confortable. El empuje del motor es progresivo, sin grandes alardes pero con facilidad para adquirir velocidad mientras que el trabajo de la suspensión apenas incide en la fatiga general. Vamos, como cualquier otro Octavia de la gama.

Disponible con el acabado Ambition el precio de partida del Octavia Combi G-Tec es de 30.870 euros, lo que implica ser 1.300 euros más caro que el 1.5 TSI de 150 CV. Si igualamos etiquetas y lo comparamos con los sistemas microhíbrodos hay que irse directamente a la transmisión DSG. Con ella, el G-TEC cuesta 32.370 euros lo que supone un sobrecoste de 2.500 euros con el de 110 CV y de 800 euros con el de 150 CV. Una diferencia que, hace un año, era fácilmente amortizable dado el bajo coste del GNC pero que ahora se ha esfumado por completo. Una lástima.

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