El PSE-EE de Álava ha acusado al PP de poner la "alfombra roja" para facilitar la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña y usarla como "punta de lanza" para prolongar la vida útil del parque nuclear estatal de 40 a 60 años.
El Pleno del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) recibió el pasado miércoles el expediente de la solicitud de autorización de explotación de la central donde se avala la reapertura de la planta a condición de que los propietarios, Endesa e Iberdrola, realicen algunas mejoras de seguridad.
En una nota de prensa, el responsable de política medioambiental y energética del PSE-EE de Álava, Daniel Senderos, ha recordado hoy que aunque el informe del CSN "es positivo, la última decisión sobre Garoña será política y el PP decidirá si reabre o no".
Senderos ha asegurado que los populares han hecho una "apuesta clara" por la energía nuclear, lo que va en contra de la tendencia europea, donde la mayoría de los países defienden una transición energética y por las renovables.
"El PP nos lleva a un hito en la UE al querer prolongar la vida de las centrales nucleares sin consenso, ni debate político ni social, y hacerlo por imperativo legal, ejecutando y modificando decretos a la carta y anteponiendo los intereses particulares a los generales de la ciudadanía", ha criticado.
El dirigente alavés ha reiterado la "firme intención" de su partido de trabajar a todos los niveles para paralizar cualquier intento de volver a abrir la planta burgalesa, ubicada a unos 40 kilómetros de Vitoria, y ha reclamado un cambio en la estrategia energética del país.
La secretaria general del PSE-EE de Álava, Cristina González, ya aseguró el pasado jueves que llevarán a los tribunales europeos una eventual reapertura de Garoña por sus problemas de seguridad y por carecer de una evaluación de impacto ambiental.
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