La transición ecológica es imparable, tanto por interés económico como por los objetivos "verdes" de la Unión Europea, según las principales asociaciones de renovables de España, que aunque no temen que un cambio de Gobierno pueda frenar la apuesta del país por estas tecnologías si ven ciertos riesgos.
Entre estos que el futuro Ejecutivo haga la transición de espaldas a la ciudadanía o que, por ideología, dé marcha atrás en el cierre nuclear (planificado hasta 2035) aunque no sea lo más eficiente económica y medioambientalmente y lastraría el desarrollo del almacenamiento, clave para lograr un sistema 100% renovable.
La descarbonización
"El PP apuesta y apostará por la descarbonización porque es rentable y genera beneficios a los inversores por sí misma. Por eso, no permitirá que Vox imponga su negacionismo", han dicho a EFE fuentes de la Fundación Renovables.
La mayoría de las empresas tiene planes de descarbonización y la UE no va a permitir a España rebajar sus exigencias, según la misma fuente, que ha señalado que, vistos los resultados de municipales y autonómicas, preocupa que fotovoltaica y eólica se instalen "sin contar con los ciudadanos", lo que elevará la contestación social.
Lo más "peliagudo" será ver qué pasa con la nuclear, pues "PP y Vox son claros: quieren prorrogar la vida útil de las centrales" aunque su rentabilidad no es la adecuada y para elevarla podrían estar tentados de rebajar la carga impositiva que soportan.
"Esta partida es la que quiere eliminar o rebajar el sector nuclear en connivencia con PP y Vox, pero, alargar la vida útil de las centrales es un error porque no aportan gestión al sistema y lastrarían la expansión renovable, sobre todo, del almacenamiento y del hidrógeno verde, futuros sustitutos de nuclear y gas".
Apoyo a las renovables
"La fotovoltaica es una oportunidad económica para España, le da una gran ventaja competitiva respecto a otros países, sobre todo del norte de Europa. Cualquier político sensato seguirá apoyándola para poder exprimir esa ventaja", ha afirmado el director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), José Donoso.
Producir un kilovatio hora fotovoltaico en España cuesta la mitad que en Europa, lo que supone un incentivo para que las empresas se asienten en el país, ha afirmado.
En cuanto al futuro de la energía atómica, ha señalado que, más allá de ideologías, cualquier "político diligente" debe optimizar la economía de un país, a lo que ha añadido que está por ver si nuclear y gas pueden competir en una economía de mercado con las renovables.
"Mantener las nucleares más allá de 2035 es una factura que hay que ver si el Gobierno está dispuesto a pagar, pero no es algo que nos preocupe", ha añadido Donoso, que ha mostrado más preocupación por una posible apuesta por los combustibles sintéticos, pues sería dar "un paso atrás".
La electrificación "es la única forma de descarbonizar nuestro consumo" y hay que apostar por almacenamiento y sistemas de gestión de la demanda, como el vehículo eléctrico, aspectos que son los que van más retrasados en la transición.
Las elecciones
Para el director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio Márquez, independientemente de que la política de un país pueda ser más o menos "verde", hay una inercia estructural en Europa que ya hace muy difícil frenar la transición.
"Hay decisiones tomadas, objetivos que todos los países apoyan y a los que todos deben contribuir y todo pasa por un desarrollo renovable mucho mayor del que tenemos hoy", según Márquez, que ha subrayado que lo preocupante es que hay cuestiones técnicas que se han quedado a medias por los sucesivos procesos electorales.
Entre estas, que los proyectos que lograron la declaración de impacto ambiental y la autorización administrativa previa, deben obtener, antes del 25 de julio, la autorización de construcción, un plazo que en muchos casos no se podrá cumplir por el parón electoral y que debería ser ampliado.
Respecto a la nuclear, ha señalado se trata de un tema político cuyo futuro compete al Parlamento y que el ritmo de despliegue renovable está planificado para sustituir a la energía atómica.
Ese despliegue también está pensado para dar cobertura "verde" al vehículo eléctrico, cuyo desarrollo se pone en riesgo después de que Alemania haya logrado que Europa abra la puerta a los combustibles sintéticos.
Si el vehículo eléctrico no penetra a la velocidad adecuada y la demanda no sube, no habrá a quien vender la electricidad y esto sí supone un peligro para la transición, ha alertado.
Otros aspectos que no pueden quedarse en un cajón son la ordenación del almacenamiento o reformar las subastas de renovables para que no se adjudiquen sólo al más barato, sino al que más aporta en términos de territorio, industria y medio ambiente.
Hacia la independencia energética
El debate sobre el futuro energético hace tiempo que se ha superado y es un hecho que las renovables son la vía para reducir la dependencia de unos combustibles fósiles cuyo precio no controlamos, ha dicho el director general de APPA Renovables, José María González.
En cuanto a la nuclear, ha señalado que evitar su renacimiento pasa por avanzar en los sistemas de almacenamiento de energía renovable.
En relación al transporte, ha subrayado que, aunque la forma más rápida de introducir renovables en el sector son los biocarburantes, y eso es algo que debemos mantener, impedir el avance del vehículo eléctrico, cuando España puede de tener más del 70 % de su electricidad renovable y autóctona, sería un "sinsentido".
José
07/06/2023