El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico acaba de aprobar la declaración de impacto ambiental del proyecto "Ampliación de la central hidroeléctrica reversible de Aguayo-Aguayo II (Cantabria)". Se trata de una central hidroeléctrica de bombeo que pretende aumentar en 1.000 MW la capacidad de turbinado del embalse de Alsa y cuyo promotor es Repsol.
La petrolera adquirió a Viesgo la central hidroeléctrica en la gran operación en la que se quedó también con la comercializadora de la compañía cántabra. De esta forma Aguayo, uno de los grandes pilares de Viesgo pasó a manos de Repsol.
Ahora, el objetivo de la compañía que dirige Josu Jon Imaz no es otro que invertir 620 millones para poder llevar a cabo el proyecto. Pero según ha podido saber El Periódico de la Energía, Repsol está a la espera de que exista un marco regulatorio estable para realizar esta importante inversión en España. Ese marco regulatorio estable no es otro que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Como ya se sabe el proyecto de ley, que está ahora tramitándose en el Congreso, prioriza las centrales hidroeléctricas reversibles en el caso de nuevas concesiones para producir electricidad en dominio público hidráulico.
La petrolera necesita conocer en detalle cuál va a ser el marco regulatorio estable para las centrales de bombeo. El reglamento que marque las pautas. Solo con ello será cuando Repsol decida si invertir o no estos 620 millones de euros que supone la ampliación de la central de Aguayo.
https://elperiodicodelaenergia.com/repsol-traslada-a-revilla-su-compromiso-con-cantabria/
El objetivo del proyecto es la construcción de una nueva central hidroeléctrica reversible (Aguayo II) con una potencia en turbinado de unos 1000 MW, aprovechando la existencia del embalse de Alsa, que actuaría como depósito inferior, y del embalse o balsa artificial de Mediajo, que actuaría como depósito superior. Ambos embalses son actualmente utilizados por la central reversible preexistente de Aguayo (I), propiedad del mismo promotor y con una potencia nominal en turbinado de 340 MW.
Este tipo de centrales permite mejorar la regulación del sistema eléctrico, almacenando energía mediante bombeo a una balsa superior en momentos de precios bajos de la electricidad, y generando energía mediante turbinado hacia el embalse inferior en los momentos en que se producen picos de consumo que coinciden con horarios de precios elevados.
Ahora Repsol seguirá tramitando todos los permisos necesarios para poder llevar a cabo el proyecto. La construcción de esta nueva central hidráulica reversible no es fácil, y además de su coste, es larga en el tiempo. Está estimado que dure la construcción unos cinco años aproximadamente por lo que el proyecto no vería la luz antes de 2026 en el mejor de los casos.
Además de la Ley de Cambio Climático, el Gobierno está desarrollando la estrategia de almacenamiento energético de cara al futuro. Este viernes finaliza el plazo para presentar las alegaciones y a partir del lunes se iniciarán los trabajos para sacar adelante esta estrategia. El sector eléctrico espera como agua de mayo esta estrategia y ha aplaudido la puesta en marcha de la misma.
Cabe recordar que según el PNIEC se contempla la puesta en marcha de 6 GW de almacenamiento, de los cuales 3,5 GW serían de centrales de bombeo y 2,5 GW de sistemas de almacenamiento con baterías para 2030.
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