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Ribera compara la crisis sanitaria con la del cambio climático: "Son complejas y no entienden de fronteras"

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La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha comparado la crisis sanitaria del coronavirus con la crisis del cambio climático.

"Podemos encontrar paralelismos importantes. Son crisis complejas, con incertidumbres, que no entienden de fronteras, no entienden de razas, ni de religión ni de sexo", ha señalado Ribera durante su comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico en el Congreso de los Diputados.

Para luchar contra ambas crisis, la vicepresidenta cuarta del Ejecutivo ha apostado por buscar la respuesta en "la guía de la ciencia". "Exigen una respuesta global basada en la cooperación", ha precisado.

"Juntos debemos afrontar esta crisis sobre la base de la cooperación, porque si no somos demasiado pequeñitos. Nadie puede estar a salvo de ellos si en nuestros vecinos no se resuelve", ha sentenciado.

Asimismo, Ribera ha destacado que los ciudadanos vulnerables "experimentan dificultades a veces insalvables" y que son personas que "ya arrastraban las consecuencias de la crisis económica anterior". "Hay 8 millones de personas en riesgo de exclusión y que requieren una atención prioritaria", ha precisado.

Entre las medidas del Gobierno para ayudar a los colectivos vulnerables, la ministra ha resaltado la aprobación de la Ingreso Mínimo Vital. Además, ha lamentado que los jóvenes que vivieron la crisis de 2009 "se pueden encontrar en una pinza complicada".

En su opinión, la desescalada "también es importante para la preparación de un futuro que tiene que mirar hacia adelante". Así, ha añadido que hay que "pensar en un futuro sostenible económica y ambientalmente".

Durante su intervención, Ribera ha recordado que la envergadura de la crisis socio-económica derivada de la pandemia obliga "a un esfuerzo de reconstrucción histórico".

Un plan europeo de reconstrucción

Por ello, la vicepresidenta ha remarcado la necesidad de un Plan Europeo de Reconstrucción "valiente y ambicioso, a la altura del reto" de esta crisis y que tenga "como palancas una recuperación verde y una transición justa".

En este sentido, el Gobierno ha propuesto la creación de un Fondo de Recuperación de entre 1 y 1,5 billones de euros financiado con deuda perpetua de la Unión Europea para reactivar la economía europea.

Un fondo, según ha apuntado Ribera, que debe financiar prioritariamente inversiones que contribuyan a la transición ecológica y digital, en línea con la declaración del Consejo Europeo de 26 de marzo. "No podemos caer en los mismos errores cometidos en el pasado, cuando privilegiamos atajos cortoplacistas basados en la economía fósil para afrontar la crisis económica", ha concretado.

Ribera ha recordado el compromiso de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, para que el 'Green Deal' sea "la palanca del Plan de Recuperación".

Desde la CE, según ha añadido la ministra, ya se está trabajando por "priorizar los esfuerzos" en aquellos sectores que puedan generar más empleo y crecimiento sostenible: la economía circular, las energías renovables, la eficiencia energética, la rehabilitación de edificios o la resiliencia al cambio climático.

También la digitalización, la electrificación del transporte; la apuesta por una reindustrialización inteligente, baja en carbono y sostenible; y la necesidad de la adaptación rápida de las ciudades para "facilitar" el transporte público y no motorizado. "Ese Pacto Verde que creemos imprescindible por su capacidad para generar empleo y crecimiento sostenible", ha apuntado Ribera.

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Un comentario

  • Miguel

    15/05/2020

    Cada crisis es diferente. Hace una década, hubo una crisis en España por excesiva deuda del país, que dejó al sector renovable desnudo, pero porque en esos momentos la tecnología renovable era cara y necesitaba subsidios para salir adelante. Subsidios que eran cargados al ciudadano en forma de deuda a 20-30 años y que se pagaba a través del recibo de la luz. En ese momento, además del enorme desempleo y pérdida de competitividad de las empresas por un recibo de la luz muy alto, las empresas y familias tenían una deuda tan abultada que debían reducirla, no incrementarla, por eso el Gobierno de entonces, aprobó una moratoria para subsidios a nuevas instalaciones renovables, porque era contraproducente subir más el recibo de la luz a empresas, ya de por sí, poco competitivas, o cargar más deuda a quien estaba asfixiado de deudas. Además, desde Europa tampoco estaban por la labor de dejarnos hacer más inversiones que aumentasen la deuda. Algo normal en ese momento.

    Hoy en día, la situación es diferente. España no está tan endeudada, y se puede permitir el lujo de endeudarse más. Por otro lado, tanto la fotovoltaica como la eólica no necesitan subsidios. Es decir, no se necesita incrementar deuda a los ciudadanos, así que no tiene nada que ver la situación con la de hace una década. De hecho, los proyectos renovables apenas han parado y hay nuevos proyectos de plantas fotovoltaicas y parques eólicos en marcha, incluso durante este confinamiento. Es decir, es un sector que no va a notar tanto la crisis, exceptuando el de autoconsumo, que sus clientes son principalmente empresas, que ahora tendrán otras prioridades, que será subsistir.

    Si están pensando en ampliar deuda para reactivar la economía es porque, afortunadamente en esta ocasión, España no tiene ese problema tan acuciante de deuda como hace una década, y eso hará que salgamos mucho antes de la crisis, que será en forma de V en países como Alemania y entre V y L para España.

    Esta crisis, motivada por un parón demasiado largo de la economía, está poniendo en gravísimos apuros a muchas empresas. A algunas de ellas, será de forma temporal, pero hay algunos sectores, especialmente uno que ya viene tocado de la anterior crisis, que es el sector de la hostelería y turismo, que va a pasar una travesía en el desierto y va ser muy difícil que levante cabeza y que arrastrará a sus proveedores. Aquí, sí que nada volverá a ser como antes.

    Por tanto, hablar de recuperación verde y tener un fondo de 1 billón de euros, para financiar prioritariamente inversiones que contribuyan a la transición ecológica y digital, es no ver dónde tiene el problema gordo. La fotovoltaica y eólica no necesitan dinero. El coche eléctrico, que sí necesita ser subsidiado, y que suele venir importado, puede esperar un año o dos y no pasa nada. Así le da tiempo a reducir el precio de las baterías y del vehículo, y a los españoles de recuperar su situación económica. Así que, los españoles seguirán usando su coche de combustible durante un periodo más largo de lo previsto, por mucho que Ribera quiera lo contrario, y tampoco va a pasar nada por ello. Pocos ciudadanos se van a comprar un vehículo eléctrico por 30.000 - 40.000 € en una situación inestable.

    En esta ocasión, hay otros sectores y familias que van necesitar mucho dinero y ayudas para poder subsistir. Subsistir siempre es lo prioritario en una crisis. Recuperarse económicamente viene después. La inversión viene detrás, y si son inversiones con ayudas siempre es lo último.

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