Renovables

Roland Berger dice lo que Industria quería oír: misma TIR, critica las 'ventajas' del Decreto 661 y a la CNMC

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Parque fotovoltaico de T-Solar en Pozo Cañada. FOTO: T-Solar.
Parque fotovoltaicos de T-Solar en Pozo Cañada. FOTO: T-Solar.

La semana pasada saltó el escándalo en el sector de renovables español. Tras varios meses de peticiones en el Congreso y en los tribunales, el Ministerio de Industria entregaba por fin los informes en los que se basó para hacer la normativa de renovables. Una regulación que ha supuesto un hachazo de cerca de 3.000 millones de euros, según los afectados.

El escándalo llegó cuando en la documentación entregada al Supremo se conocía que Industria decidió romper su relación contractual con la consultora Boston Consulting Group por "incumplimiento de contrato", por lo que no entregó ninguna documentación al respecto. Pero sí lo hizo de la otra consultora, Roland Berger.

El informe técnico de Roland Berger, titulado Análisis de estándares de proyectos de producción de electricidad en régimen especial (ya no se llama así, pero da igual) llegó a manos del Ministerio de Industria el pasado 31 de octubre de 2014. Esta fecha es cuatro meses después de aprobar el RD 413/2014 y la Orden IET 1045/2014. Por lo que así de primeras, Industria no se basó en ningún informe técnico para publicar el recorte a las renovables, cogeneración y residuos.

Supuestamente, el Ministerio se había basado en los dos informes (el de Roland berger y el de Boston Consulting) para aprobar el hachazo a las renovables. Para eso el IDAE sacó a concurso a mediados de 2013 la elaboración de estos informes. Resolvió en noviembre de 2013. Y se lo adjudicó a las dos consultoras. Un total de 595.000 euros.  Roland Berger tardó un año para entregar los 198 folios del informe.

En julio de 2014, ICV pidió en el Congreso que se entregaran los informes. Y nada. Sin respuesta. En septiembre y octubre de ese mismo año se iniciaron los principales recursos contra los recortes. Cientos de ellos inundaron el Supremo. Y el 24 de octubre, una semana antes de que Roland Berger entregara su informe, la asociación de renovables APPA pidió en el Supremo esos informes. Y claro, ¿cómo se los iban a dar? Si no estaban.

El caso es que al final, Industria ha entregado la documentación al Supremo (más vale tarde que nunca) pero ha conseguido retrasar hasta el máximo la evolución de los recursos. Ya están en marcha. Y ahora, ¿qué?

El único informe es el de Roland Berger. Y El Periódico de la Energía va a tratar de resumir los 200 folios en unas pocas frases que son las que más han llamado la atención. Pero resumidamente, en una frase, se podría decir que Roland Berger dice lo que quería oír (en este caso leer o ver) el Ministerio de Industria.

Lo primero destacable. El aviso legal, por si hay problemas. "Roland Berger Strategy Consultants (RBSC) ha sido contratada para elaborar un análisis independiente de estándares de costes de proyectos de producción de electricidad en régimen especial. El documento se ha desarrollado para IDAE – Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía y sólo podrá ser utilizado, en su versión final, como informe técnico". Está claro. Solo un informe técnico.

En el apartado de Objetivos, la consultora afirma lo siguiente: "El objeto de este informe es el establecimiento de unos estándares de costes de inversión y operación de las tecnologías de generación de electricidad que operan en régimen especial en España, que sirva como base para la determinación de la retribución a futuro de dichas tecnologías, necesaria para alcanzar un objetivo de rentabilidad definido".

Además, Roland Berger asegura que a la hora de realizar el informe "se ha llevado a cabo un análisis histórico y futuro de los parámetros que influyen en la determinación de los costes de generación de cada tecnología. Adicionalmente, se han analizado las retribuciones percibidas hasta el momento por los distintos proyectos de producción de electricidad en régimen especial, como base para poder determinar las necesidades de retribución futuras que les permitan alcanzar una rentabilidad razonable de acuerdo con los objetivos definidos por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR)".

Dentro del mismo apartado explica que "este análisis se ha elaborado con información pública disponible, información presentada por asociaciones, operadores y fabricantes, información de fuentes oficiales, información puesta a disposición por el IDAE, estudios y análisis independientes y experiencia previa de RBSC. Adicionalmente, RBSC ha realizado entrevistas con expertos del sector para completar los análisis de tendencias".

Pero lo mejor está por venir. A continuación dice lo siguiente. "La retribución futura a recibir por parte de las instalaciones estándar de producción de electricidad en régimen especial se ha calculado utilizando las fórmulas incluidas en la propuesta de Real Decreto. Estos cálculos se han basado en estándares y no incluyen la estructura de financiación de los proyectos". Es decir, se ha basado en el propio Real Decreto. ¿Para qué se gasta Industria 300.000 euros en un informe que se basa en sus propios trabajos?

Roland Berger insiste en que "este informe se ha elaborado con el propósito de dar una visión externa al IDAE y al Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR) referente a la introducción de una nueva propuesta de Real Decreto por el que se regula la remuneración de energía eléctrica en el régimen especial. Esta revisión de la retribución del parque en régimen especial español, desde el punto de vista de RBSC, tiene el objetivo de servir como punto de comparación con las conclusiones del IDAE y del MINETUR y así poder llegar a establecer unos estándares en detalle para todas las tecnologías de generación de electricidad a partir de energías renovables, cogeneración y residuos".

El objetivo es claro. Servir como punto de comparación para llegar a establecer unos estándares. Si se entrega cuatro meses después pocos estándares en común se podrán alcanzar.

Críticas a las renovables y al Gobierno

Ahora llega el capítulo en el que critica a las renovables. La consultora asegura que "los distintos sistemas de apoyo de tarifas reguladas y primas adoptados se tradujeron en un incremento muy significativo de las energías renovables en el mix energético hasta superar los 39 GW de capacidad instalada. Estos marcos regulatorios son de particular interés, pues su frecuente actualización y diversidad dificultan la reconstrucción del hilo retributivo y costes regulados de los activos en cuestión". Este es el único palo al Gobierno por sus continuos cambios regulatorios.

Pero la conclusión que más daño hace al sector es la siguiente. "Aunque hemos analizado la posibilidad de introducir modificaciones en las agrupaciones propuestas por el borrador de Real Decreto de julio de 2013, concluimos que **hay ventajas claras para el mercado en mantener un hilo regulatorio continuo con **el pasado, en especial respetando la estructura lógica del 661/2007, y hay casos en los que es posible simplificar los subgrupos definidos en el 661/2007 sin introducir distorsiones o discrecionalidades adicionales (ej. solar fotovoltaico, cogeneración)". Es decir, las primas del 661 eran excesivas. Las que marcaba el BOE, ni más ni menos.

Después de esto, el informe llega a la conclusión de que "los resultados de cada estándar de producción de electricidad en régimen especial se han estimado hasta la determinación de los flujos de caja libre, de manera que se pueda establecer una rentabilidad esperada en toda su vida útil, en función de los escenarios a futuro de retribución definidos, que en este caso es una tasa interna de retorno (TIR) del 7,398%". Es decir, lo mismo que decía el RD. 200 páginas para decir lo mismo que el Gobierno.

Para poder rellenar el informe, la consultora ha explicado pormenorizadamente, tecnología por tecnología, por tipos de instalación, la metodología que ha utilizado, basada fundamentalmente en el CAPEX y OPEX de cada instalación y la remuneración y horas equivalentes reales a nivel histórico y futuro. Para ello, contó con la estimable ayuda de la CNMC (aunque en el informe la sigue llamando CNE). "Para el cálculo de la remuneración histórica que cada instalación estándar ha recibido desde su puesta en marcha, se ha analizado la información de la base de datos de la CNE en su base de datos de liquidaciones reales de producción de electricidad en régimen especial (actualización de noviembre de 2013)".

Pero no fue así realmente. Según explica la propia consultora en el apartado de bibliografía, "durante el procesamiento de dicha base de datos se han identificado inconsistencias en la misma y se han realizado ajustes tras las sesiones de trabajo con el IDAE". Es decir, el cálculo de la CNMC es erróneo y para arreglarlo, me siento con mi cliente, el IDAE, y se ajusta como se quiera.

En definitiva, un informe que sirve de muy poco, salvo para que Industria y el IDAE se regocijen en su normativa.

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