El presidente de Rusia, Vladímir Putin, amenazó hoy con cortar el suministro de gas y petróleo a los países que impongan un tope a los hidrocarburos rusos, en respuesta a las iniciativas promovidas por el G7 y la Unión Europea (UE).
En el VII Foro Económico Oriental de Vladivostok, capital del lejano oriente ruso, Putin recalcó que Rusia está dispuesta a cumplir sus obligaciones contractuales, pero no a sucumbir a las presiones y aceptar condiciones que sean contrarias a los contratos vigentes y a los intereses del país.
"Hay obligaciones contractuales, contratos de suministro. Y si se toman decisiones políticas que contradigan los contratos, simplemente no las cumpliremos. No suministraremos nada en absoluto si es contrario a nuestros intereses, en este caso económicos, no suministraremos gas, ni petróleo ni carbón", alertó.
Topar los precios del gas y petróleo
La Comisión Europea (CE) propuso este miércoles cinco iniciativas para responder a los "astronómicos" precios energéticos, entre ellas introducir un tope a las compras de gas ruso.
La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, afirmó que se trata de "una situación extraordinaria porque Rusia no es un proveedor fiable y está manipulando los mercados energéticos", al señalar que esta propuesta busca "reducir los ingresos que Putin utiliza para financiar su atroz guerra en Ucrania".
Putin tachó de "tontería" e iniciativa "sin futuro" estos planes de la UE, y adujo que únicamente provocarán un incremento del coste.
"Quiero recalcar que aquellos que nos quieren imponer algo no están en posición de dictarnos su voluntad", sostuvo.
Las sanciones sobre Rusia
El mandatario ruso culpó del dramático aumento de los precios de 300 a 3.000 euros por cada mil metros cúbicos de gas a los clientes europeos del consorcio ruso Gazprom, que les ofreció contratos con precios fijos a largo plazo, pero Europa optó por el mercado al contado.
"Ellos mismos han creado el problema y ahora no saben qué hacer. Se han arrinconado en un atolladero sancionador", dijo.
Recordó que, durante décadas, la UE contó con una "ventaja competitiva" gracias a los hidrocarburos rusos, mucho más rentables que el gas natural licuado de EE.UU.
"Si quieren renunciar a esa ventaja, nosotros no nos enfadaremos", dijo.
Nord Stream
Al comentar la situación con el gasoducto Nord Stream, Putin negó que Rusia utilice la energía como un arma contra Europa.
"Es un sinsentido y una tontería", recalcó.
El viernes pasado Rusia suspendió indefinidamente el flujo de gas a Europa a través de esta ruta, que conecta Rusia con Alemania por debajo del mar Báltico, tras alegar una fuga de aceite en la única turbina aún en funcionamiento en la estación compresora de Portóvaya, en la región de Leningrado.
Putin sostuvo que todos los trabajos de mantenimiento y reparación de las turbinas se rigen por la ley británica, según le ha explicado el consejero delegado de Gazprom, Alexéi Miller.
Explicó que el contrato no se firmó con la sede de Siemens Energy en Alemania, sino con su filial británica, que efectúa las reparaciones en su taller de Canadá.
Una de las turbinas reparada allí recientemente y enviada a Alemania por Canadá no ha retornado aún a Rusia.
"¡Ellos mismos se han arrinconado por las sanciones!", recalcó, en referencia al cierre del gasoducto.
No obstante, hizo un guiño a Bruselas a proponer una solución al alcance de la mano: el Nord Stream 2, polémico gasoducto sancionado incluso antes del inicio de la campaña militar rusa en Ucrania en febrero.
Putin aseguró que Moscú está dispuesto a abrir la llave del gas por esas tuberías con destino a Alemania "mañana mismo", una opción que la UE rechaza categóricamente.
Las alternativas
Pero si ello no sucediera, Rusia "no tiene problemas" para exportar sus hidrocarburos, ya que "la demanda en los mercados mundiales es muy alta", indicó el presidente ruso, que puso como ejemplo a China, cuya economía crece igual que sus necesidades energéticas.
"Estamos dispuestos a satisfacer la creciente demanda de todos aquellos que quieran trabajar con nosotros", señaló.
En ese sentido, debatió hoy con el primer ministro de Mongolia, Luvsannamsrain Oyun-Erdene, quien también acudió al Foro en Vladivostok, la exportación de hidrocarburos rusos -incluyendo el gas- a esta nación asiática, y los planes para tender a través de este país el gasoducto Fuerza de Siberia 2, con destino a China.
Este proyecto en ciernes permitirá no solo unificar las redes de gas oriental y occidental de Rusia, sino que transportaría hasta 50.000 millones de metros cúbicos de gas anuales a China, prácticamente la misma capacidad del Nord Stream, detenido actualmente.
Ello se suma a Fuerza de Siberia, el primer gasoducto ruso que abastece a China, que fue puesto en marcha en 2019 y que alcanzará para 2024 una capacidad de 38.000 millones de metros cúbicos anuales.
Putin aprovechó la ocasión para reiterar que Moscú y Pekín han acordado efectuar el pago de estas transacciones en rublos y yuanes, en condiciones de igualdad, con lo que ambos países marcan una pauta más en el alejamiento del dólar como divisa.
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