La reforma Ribera, 38 páginas de Boletín Oficial del Estado que se publicaron este sábado, esconde una triquiñuela política. El favor de turno al PNV en forma de creación de una tarifa ad hoc para la industria vasca mucho más barata que las del resto de España.
De esta manera, Pedro Sánchez se asegura el voto del PNV a los Presupuestos Generales que próximamente presentará el Gobierno.
Si Rajoy ya hizo lo propio con un guiño escondido al partido nacionalista vasco, ahora Sánchez ha dado un paso más y el regalo se ha convertido en pleitesía.
Según el Real Decreto-ley 15/2018, de 5 de octubre, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores, la tarifa 6.1 b desaparece y se crea la tarifa 6.2. En esta deberían estar incluidos los peajes a partir de los 36 kV de tensión, pero el PSOE para que entrara la industria vasca en esta tarifa ha decidido bajar la tensión a 30 kV.
En el País Vasco la distribuidora Iberdrola tiene puestos 35 kV. Se trata pues de una medida ad hoc para el PNV en beneficio único a la industria vasca y alguna cosa más dentro del territorio nacional, pero principalmente al País Vasco.
Según Joaquín Giráldez, en su artículo _Las pérdidas de electricidad o cómo el consumidor doméstico se lleva la peor parte de este injusto reparto de costes _explica con números el regalo al PNV.
JMC
08/10/2018