Se extiende la incertidumbre y el temor entre los trabajadores de las fábricas de palas que Siemens Gamesa tiene en España al conocer que la compañía hispano-germana ha llegado a un acuerdo con Senvion para quedarse con su fábrica de palas onshore en Vagos, Portugal, con su plantilla y los contratos actuales, que suman unos 740 puestos de trabajo.
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Una compra que responde a la necesidad de optimizar los costes en un sector que lleva ya mucho tiempo advirtiendo de la presión que sufre por la competencia de otras tecnologías y el final de las retribuciones en Europa, y porque la planta es una de las más competitivas de Europa, lo que permitirá a Siemens Gamesa reforzar su cadena de valor industrial reduciendo su exposición a la volatilidad existente por las actuales disputas comerciales.
Sin embargo, un comunicado de CCOO advierte de que "aunque se nos transmite que el mercado objetivo es el mercado de exportación, y que no supone ninguna sobrecapacidad sobre nuestras fábricas, desde CCOO somos conscientes del elevado riesgo que esta compra va a suponer para nuestras actuales plantas de palas".
"A pesar de que la empresa transmite con contundencia que esta operación no va a suponer deslocalización de las plantas de España, desde RRHH se está organizando una reunión con la representación de los trabajadores en las plantas de palas y nacelles para hoy, dejando para más adelante informar al resto de plantas y oficinas", añaden en ese comunicado.
En esa misma línea, respondía el CEO de Siemens Gamesa, Markus Tacke, a los medios de comunicación tras conocerse los detalles de la operación con Senvion asegurando que "la fábrica de Vagos (Portugal) nos va a dar independencia respecto a Asia, va a permitir desplazar los volúmenes y la dependencia con los proveedores asiáticos y por tanto, podremos abordar mejor los costes".
Sin embargo, Tacke confirmaba que el futuro de las fábricas de palas en España "dependerá del mercado eólico del sur de Europa, y sobre todo, de lo que ocurra en el mercado español", ha dicho.
"Al final lo que hace que una fábrica tenga continuidad es que haya carga de trabajo", explican, por su parte, fuentes sindicales a El Periódico de la Energía, "y en la fábrica de Somoza (A Coruña) se está trabajando con los moldes y las plataformas del modelo de pala G114, que está a punto de desaparecer del catálogo. Algo parecido está pasando en la fábrica de palas de Aoiz (Navarra), que producen la pala SG132 que también es posible que se quede atrasada".
Precisamente, ninguna de las dos fábricas espera producir los nuevos modelos SG145 y SG157, "que son unos moldes que no han llegado todavía a Europa y que se están haciendo en Asia, así que si adaptan la fábrica portuguesa de Senvion para esos modelos, tendremos claro por qué planta va a apostar la compañía en el futuro".
Esta incertidumbre también se ha extendido a la planta que el gigante eólico tiene en Cuenca, especializada en la reparación de turbinas eólicas y en la fabricación de raíces de palas y que depende directamente de la carga de trabajo de la fábrica de Aoiz. "Los ánimos están bastante alterados, vivimos con incertidumbre el anuncio de la compra de activos de Senvion", explica un trabajador de la planta de Cuenca a este diario, "la empresa nos transmite tranquilidad pero no nos lo creemos porque nadie nos garantiza el trabajo para los próximos meses y de hecho, esperábamos nuevos pedidos que finalmente no se van a hacer".
Asegura también que "hace dos semanas echaron a todos eventuales de la planta, así que estamos somos algo más de 50 empleados con contrato fijo".
El futuro de las fábricas de palas en España está en el aire. Si la compañía no actualiza la producción con nuevos modelos, en poco menos de un año, la enorme fábrica portuguesa de Vagos se adaptará al funcionamiento de Siemens Gamesa y dejarán de ser necesarias las dos fábricas que existen en España, y de paso la de Cuenca, que en total suman casi 900 trabajadores.
Pedro
22/10/2019