El ministro de Industria, Energía y Turismo en funciones, José Manuel Soria, ha dado la espantada y ha decidido no acudir este viernes por la mañana a la reunión del Consejo de Ministros.
Una decisión que ha tardado en tomar ante la presión recibida por parte de sus compañeros de partido y de Ejecutivo en funciones para que dé un paso atrás y se retire de la escena política ante el escándalo de sus empresas offshore en distintos paraísos fiscales.
A las contradicciones del ministro al dar explicaciones sobre los Papeles de Panamá, este jueves se ha unido una nueva prueba que demuestra que Soria tiene más sociedades offshore en paraísos fiscales. La mentira le ha condenado.
Quién iba a decir que el ministro que más enemigos se ha ganado durante los últimos cuatro años por su nefasta gestión de la política energética del país, fuera a ceder su sillón del Consejo de Ministros por unos papeles. La mayor filtración de la historia se va a llevar por delante a Soria.
Este jueves, al mediodía, ya corría el rumor de que el ministro en funciones iba a dimitir por la tarde. Algo que finalmente no ha sucedido, entre otras cosas, porque no puede. Según ha podido saber El Periódico de la Energía, el hecho de estar en funciones hace que un ministro o cualquier miembro del Gobierno pueda dimitir e incluso ser cesado.
“La única vía que tiene Soria para abandonar es dejar de cumplir sus obligaciones como ministro y por tanto tendría que renunciar al ejercicio de sus funciones”, explican fuentes jurídicas.
El paso dado por Soria de no acudir al Consejo de Ministros puede ser el primero para abandonar la carrera política. No ir al Consejo puede ser interpretado como una dejación de sus funciones y podría bastar para que el presidente Mariano Rajoy lo sustituya al frente de la cartera energética.
Eso sí, Rajoy no podrá sustituir a Soria con un nuevo ministro y tampoco podría colocar a Alberto Nadal ya que no tiene capacidades para nombrar un nuevo miembro del Gobierno al estar en funciones.
Por ello, previsiblemente Rajoy tendrá que encargar la cartera a uno de los ministros de su gabinete. Lo más lógico es que fuese para uno de los del equipo económico (Luis de Guindos y Montoro).
Soria no dimitirá pero se irá por la puerta de atrás con una mancha tan grande en su currículum que tendrá complicado que logre quitársela. Será recordado por ser el azote de las renovables, pero sin duda lo que le dejará marcado son los Papeles de Panamá y sus propias mentiras.