Un buen aislamiento e incorporar sistemas de control y automatización en los edificios son claves para el ahorro energético, según una tesis defendida en la Universidad de La Rioja (UR) y que se ha centrado en inmuebles residenciales de la comunidad riojana.
Las claves para conseguir edificios de consumo casi nulo son el ahorro y la eficiencia energética, ha detallado la UR en una nota, al detallar las conclusiones de la tesis "Energía y emisiones del sector residencial riojano. Modelos y escenarios", defendida por el ingeniero César García Lozano, quien ha obtenido la calificación de sobresaliente "cum laude".
La eficiencia energética en los edificios
La tesis aporta un estudio prospectivo, en el que se valora el potencial de ahorro y eficiencia energética que se lograría mediante la implantación de sistemas de gestión (TBM), control y automatización en los edificios (BACS), que concluye que, con estos sistemas, se podría lograr un ahorro de energía de hasta un 26 %.
La investigación señala que, en los últimos años, el sector residencial riojano ha aumentado tanto el consumo per cápita de energía final como de energía primaria, aunque esta última en menor medida, lo que indica que "cada vez se necesitan menos recursos primarios para obtener la misma cantidad de energía final".
En cuanto a las energías renovables, el estudio observa una mayor contribución en la última década, especialmente eólica y solar; de hecho, España cumple el objetivo europeo desde 2009 y La Rioja desde 2013.
La tesis analiza la situación actual del parque residencial riojano mediante el análisis estadístico de los certificados de eficiencia energética.
Ahorro energético
Las viviendas unifamiliares antiguas en la sierra muestran los mayores consumos y emisiones, en contraste con las viviendas plurifamiliares de reciente construcción en el valle, donde se dan los valores mínimos.
Los resultados obtenidos son extrapolables a otras zonas de la geografía española con unas condiciones climatológicas similares a las de La Rioja, ha añadido la UR.
García Lozano considera que las exigencias impuestas por el Código Técnico de la Edificación en materia de ahorro energético, en especial las relativas a la envolvente térmica, están bien adaptadas a las diferentes zonas climáticas estudiadas y destaca la importancia de un buen aislamiento.
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