Eléctricas

Tiempos de guerra en las comercializadoras eléctricas

3 comentarios publicados

Las comercializadoras independientes realizan una labor especialmente importante en el sector eléctrico, entre otras cosas al dotarle de competencia y proporcionando servicios de calidad y personalizados a sus clientes.

La subida del precio mayorista es un perjuicio notable en la medida en la que afecta a su situación financiera y de tesorería. Las comercializadoras deben adelantar un coste de la energía, que en estos últimos días prácticamente se ha triplicado frente a un año normal, hasta que puedan facturar y cobrar a sus clientes, debiendo respaldar todas sus compras con unas garantías económicas también muy superiores a lo habitual.

La adecuada medida impulsada por el Gobierno de reducir el IVA al 10% para cierto tipo de consumidores supone, sin embargo, otro golpe a las comercializadoras independientes que se centren en consumidores domésticos, ya que sus pagos de energía y costes regulados van al 21%, teniendo que adelantar todo ese IVA que luego no facturan a los consumidores hasta la liquidación con Hacienda.

La actuación de muchas grandes distribuidoras, encargadas de la lectura de los suministros de los clientes, no ayuda. El cambio del sistema tarifario el 1 de junio, y parece que la falta de preparación de muchas de estas compañías monopolistas, está provocando importantes retrasos en la facturación de muchos suministros y errores de lectura, con una cantidad apreciable de contadores que todavía no han sido adaptados al nuevo sistema. Las comercializadoras independientes deben agudizar su ingenio y sus sistemas para poder facturar en tiempo y forma a sus clientes. Es decir, deben cubrir con sus desarrollos y estimaciones las carencias de las tradicionales distribuidoras, que están incumpliendo constantemente las directrices establecidas por el regulador de forma totalmente impune.

Así mismo, los numerosos cambios normativos que se están produciendo en los últimos meses y años, especialmente a partir de la situación tan complicada que nos ha tocado vivir con el coronavirus, suponen una carga extra importante. En poco tiempo han tenido que realizar las adaptaciones de todos los contratos con sus clientes. Recientemente han tenido que adaptar el contenido de sus facturas según una nueva norma que, incomprensiblemente, hace todavía más difícil de entender el recibo.

Hace poco que se han visto noticias de subidas de precio incorrectamente comunicadas a consumidores. Una situación indeseable, pero cuyo porcentaje sobre el total era ciertamente reducido y ha servido poco más que para sembrar la duda y poner el ojo de mira a unas empresas erróneamente tachadas como poco más que seres del averno. La actuación de unos pocos comercializadores empaña el trabajo de muchas empresas independientes, que se cuentan por cientos y que tratan de hacerse su hueco ofreciendo un trato y servicio diferenciales a los clientes, en un sector mayoritariamente (cada vez menos) copado por unas pocas grandes compañías que han maltratado a sus consumidores durante décadas.

Estas grandes eléctricas, adicionalmente, están aprovechando el runrún en la opinión pública en relación con el precio regulado (PVPC) y su posición dominante en la pata de la generación de electricidad, para ofrecer confusas ofertas con descuentos perecederos, para recuperar parte de la cuota que les han ido rascando durante todos estos años las comercializadoras independientes. Una práctica que casi podríamos llegar a tachar de dumping.

Y empezarán a llegar los impagos, alentados por llamamientos erróneos que tachan a las comercializadoras en libre mercado como los culpables del problema. Como si estas empresas fueran las instigadoras de que el gas natural y los derechos de emisión de CO2 se encontrasen en máximos históricos. Se trata de empresas, como muchas otras, que están viendo cómo aumenta su coste, decidiendo cómo podrán trasladarlo a su precio de venta sin perder competitividad, que sufren tensiones en tesorería nunca vistas en el sector y un importante aumento de trabajo para cubrir las carencias de otros agentes, entre muchos otros problemas… y que intentan asomar la cabeza, como muchas otras compañías, en beneficio del conjunto de los consumidores.

Javier Colón es gerente en Neuro Energía.

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3 comentarios

  • Electron.

    02/09/2021

    Eso es..

    La luz tiene motivos para estar alta, si... pero tanto ?? parece que no

    El dinero que ganan por un sitio, la generación compensa a las grandes lo que puedan perder con las comercializadoras y aprovechan para liquidar la competencia que no podrá aguantar sin romper los contratos a sus clientes .

    Por que oferta una central hidroeléctrica (en conjunto P. instalada 20,3 Gw) a mas de 100 €/Mwh..acaso le han subido los derechos de CO2, no puede pagar la factura del gas...?

    Y la industria contra la pared..

    Y para cuando va a salir el consumidor y la industria a la calle ..

    y el gobierno a por uvas...
  • José

    03/09/2021

    Venga ya que las compañías no están todavía preparadas para la telegestion sin fallos pues será que no han tenido tiempo y recursos los contadores nuevos llevan colocados años y lo de la nueva tarifa desde finales de 2019 ya se hablaba de eso y a principios de 2020 salio en el BOE.
    También lo de robar consumidores de la PVPC. Con toda clase de artimañas y engaños es una práctica que han utilizado la mayoría de las comercializadoras de mercado libre y ahora siguen en lo mismo solo que ahora la ofensiva es salvaje contra el gobierno para que les entreguén en bandeja a los 10M de la PVPC.
  • Dabama

    03/09/2021

    "Las comercializadoras independientes realizan una labor especialmente importante en el sector eléctrico"

    Hasta aquí, que además es la primera frase, he leído.

    Comercializadora = apariencia de competencia en el sector eléctrico.

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