Las autoridades de la región separatista moldava de Transnistria subirán las tarifas de gas a sus ciudadanos después de rechazar el acuerdo de suministro con la Unión Europea que exigía el aumento de precio del gas a los consumidores.
"Estamos comprando gas con un préstamo. El dinero tiene que ser devuelto. Debemos entender esto, ya que la estructura del precio del gas ha cambiado, así como el coste de la cadena de suministro", explicó el primer ministro, Alexander Rozenberg.
A lo que añadió que el gas, procedente de Rusia, "ya no llega directamente, sino que cruza varios países, y cada vez que cruza una frontera, hay que asumir los costes".
Los medios locales aseguraron que la tarifa de gas doblará su precio, pero que también se encarecerá la electricidad.
"Los cambios se producen por varios factores, incluyendo los términos del suministro de gas, la energía generada y la exportación eléctrica", declaró Serguéi Obolónik, ministro de Economía de la región prorrusa.
El encarecimiento también afecta a todo tipo de negocios y la agricultura, a lo que las autoridades de la república socialista explicaron que "antes el Estado apoyaba a los agricultores, pero bajo estas circunstancias, las empresas tendrán que adaptarse al ambiente del mercado introduciendo modernas prácticas empresariales".
Transnistria y el gas
La producción industrial ya se redujo a la mitad en el mes de enero debido al corte de suministro de gas ruso tras el bloqueo por parte de Ucrania con el motivo de disminuir los canales de financiación de la maquinaria de guerra de Moscú.
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