Si hace unos días celebrábamos la proeza del Solar Impulse, el primer avión impulsado únicamente con energía solar fotovoltaica que ha dado la vuelta al mundo, ahora un proyecto mucho más modesto pero muy ingenioso ha conseguido demostrar que también es posible viajar por el mar únicamente con la tecnología solar.
Se trata del Seacharger, un pequeño bote de dimensiones casi ridículas, tan solo de 2,3 x 0,55 metros y con un peso de 22,7 kg., que ha conseguido recorrer la distancia que hay entre California y Hawai, unos 3.200 kilómetros por el Océano Pacífico, de manera autónoma y solo alimentado con energía solar.
Se trata de una estructura o casco hecho con fibra de vidrio, que incorpora un sistema básico de propulsión, es decir, una hélice sin escobillas y dos paneles solares fotovoltaicos Renogy de 100 vatios en la cubierta. Para poder continuar navegando durante la noche, se incorporó también un banco de baterías de 50 celdas LiFePo4 instalado dentro de un tubo PVC junto al sistema de propulsión. Por último, gracias a una placa Arduino con GPS y módem satelital, este pequeño bote ha podido navegar sin tripulación pero teledirigido en todo momento.
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