El pasado día 11 un terremoto de 5,4 en la escala Richter sacudió el suroeste francés. En un principio, la eléctrica estatal EDF siguió operando en las centrales nucleares cercanas al seísmo como Tricastin, Bugey y Saint Alban. Pero en otra, la de Cruas Meysse, tuvo que paralizar tres reactores de los cuatro que posee la central al identificarse vibraciones en la instalación.
Ante este tipo de situaciones, EDF decidió parar los reactores 2,3 y 4 de Cruas, de 915 MW cada uno, para llevar a cabo controles adicionales y preventivos. "Para llevarlos a cabo y en el espíritu del principio de precaución, EDF decidió suspender temporalmente la producción de los reactores n ° 2, 3 y 4 de la central Cruas-Meysse", explicó en un comunicado la empresa.
El rector número 1 no hizo falta pararlo porque ya estaba en mantenimiento.
Uno de los sensores de la central nuclear de Cruas se activó durante el terremoto cuyo epicentro se produjo a solo 10 kilómetros de la planta.
En un principio, las labores de control y prevención durarían hasta este viernes, pero según cuenta el portal Montel News, EDF ha advertido que pueden estar parados los reactores algunos días más y que se retrase la puesta en marcha de los mismos al ver que las pruebas de control se han excedido de los tiempos previstos.
Según cuenta la ASN francesa al portal Montel, "EDF tendrá que verificar, entre otras cosas, la ausencia de grietas, fugas en las juntas, ver si los anclajes han sido dañados o si el equipo necesita más pruebas".
La central nuclear de Cruas es una de las más grandes del país y sus cuatro reactores producen al año el 5% de la energía nuclear en Francia.
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