
La Asociación Española de Cogeneración (Acogen) ha celebrado su Asamblea Anual, en la que su presidente, José Manuel Collados, afirmó que “no se puede ignorar a la industria en la política energética, porque de los costes energéticos depende gran parte de la competitividad de un millar de industrias españolas que fabrican sus productos con cogeneración, industrias manufactureras que exportan, generan riqueza y sostienen empleo, a las que hay que tener en cuenta a la hora de desarrollar la reforma eléctrica. La industria es la economía real y deben tenerlo presente”. En resumidas cuentas, el sector aporta el 20% del Producto Industrial Bruto (PIB) español.
La actividad de la cogeneración en España está al límite y por debajo del nivel de subsistencia. El crecimiento de la cogeneración es nulo desde hace 11 años. A pesar de ello y de distar un 30% del objetivo oficial marcado, se le impuso una moratoria a la renovación de instalaciones en enero de 2012, se le cargó con nuevos impuestos energéticos y del CO2 en enero 2013, se le eliminaron los complementos que reconocían su eficiencia y aportación de reactiva a las redes desde julio de 2013.
Estas penalizaciones han sumido a la cogeneración en una situación de asfixia financiera y paralización progresiva, arrastrando graves consecuencias en las industrias asociadas. Más de 1.000 empresas exportadoras sufren una situación de incertidumbre total que pone en peligro el importante esfuerzo realizado en la apertura de mercados y la internacionalización de sus compañías. La cogeneración es una herramienta clave de competitividad para la industria intensiva en consumo energético y, por desgracia, su futuro es incierto.
El impacto económico de la reforma energética ha supuesto la pérdida de 973 millones de euros al año, de los que 576 millones corresponden a la bajada de los precios de la venta de electricidad y 397 millones al pago de los nuevos impuestos. A ello hay que sumar las deudas del sistema eléctrico con los cogeneradores, a los que han llegado a adeudar más de 250 millones, asfixiando financieramente la actividad. El resultado, como apuntó el director general de asociación, Javier Rodríguez , ha sido un 20% de caída de la producción y un 37% de las plantas cerradas en este año.

Como herramienta que contribuye al aseguramiento de la competitividad energética de la industria manufacturera española, y desde una situación de riesgo propio y de su industria asociada, la cogeneración reclamó ayer un plan de futuro que suponga certidumbre a la actividad y confía en que el nuevo marco regulatorio restaure esa certidumbre y permita la supervivencia a una actividad clave para la economía real, su eficiencia, competitividad energética, exportaciones y empleo industrial asociado.
Un decálogo de medidas para una industria competitiva
Las industrias agrupadas en Acogen siguen brindando su colaboración al Gobierno, y al margen de razones jurídicas, financieras y pérdidas económicas, lo que más le preocupa es que el Ministerio de Industria no haya comprendido que la cogeneración es parte esencial de las políticas energéticas que necesita España y la competitividad de su industria. Por ello, Rodríguez no duda en señalar que “hay que recuperar la confianza en el Gobierno”, y plantear una batería de propuestas, tanto estructurales como coyunturales, para revertir la senda de cierres y completar el marco regulatorio que permita tener certidumbre.
Como indicó el director general de Acogen, “la asociación siempre ha tenido un mismo plan de presente y de futuro, y nuestro gran objetivo es ser más competitivos”, y con este fin los cogeneradores plantean un decálogo de medidas que, en resumen, son las siguientes:
- Desarrollo de la revisión de las retribuciones a la operación según variaciones de precios de los combustibles.
- Limitación de la repercusión de los desajustes temporales del sistema eléctrico en la cogeneración evitando flujos de caja negativos.
- Solución a las múltiples casuísticas de aplicación del marco regulatorio promulgado (renuncia temporal y parcial, cálculo horas mínimas, ajustes de mercado, instalaciones de 2013, etc.).
- Mejora del tratamiento de la fiscalidad del gas y de la electricidad en cogeneración.
- Adecuación del marco de autoconsumo.
- Solución a los proyectos “pillados” desde 2012.
- Desarrollo del plan de renovación de instalaciones en el marco de la Directiva de Eficiencia Energética.
- Desarrollo de un mercado HUB de gas.
- Fomento y desarrollo de la participación de la cogeneración en los mercado de ajuste del Sistema Eléctrico.
- Nuevo cupo de poten cia en cogeneración bajo concurrencia competitiva.
Esto es lo que hay. Lo que está en futuro no solo es el futuro de la cogeneración sino el de toda la industria. El coste de la energía es una de las claves de la competitividad, y en ella la cogeneración juega un papel importante. El Gobierno lo sabe, pero ¿estará dispuesto a revisar las medidas que han provocado el desaguisado actual?