Producir e inyectar 20 gigavatios anuales de biometano en el sistema gasista español es el objetivo de la planta que las empresas Enagás y Suma Capital han puesto en marcha en Burgos, la primera de estas características y de inversión privada en España y que permitirá un ahorro de emisiones de alrededor de 30.000 toneladas equivalentes de CO2.
Esta instalación industrial ha requerido una inversión de dos millones de euros y servirá como modelo de otras iniciativas similares en España, como la que está a punto de ponerse en marcha en Tarragona, concretamente en La Galera, según ha informado este miércoles el consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja.
Este proyecto, denominado UNUE, se inició en septiembre de 2020 con la construcción de una planta diseñada para transformar biogás, que se obtiene por la descomposición de residuos orgánicos biodegradables, en biometano.
Tras un año de trabajos y la realización con éxito de las primeras inyecciones a la red española de gasoductos, la planta, ubicada en el polígono burgalés de Villalonquéjar -el más grande de Castilla y León-, ha empezado a operar.
La primera inyección de biometano se ha realizado en el mes de septiembre de este año, concretamente a la red de Nedgia, distribuidora de gas del grupo Naturgy.
“La lucha contra el cambio climático es urgente y este tipo de plantas, de las que solo en el sur de Francia hay más de doscientas, pueden contribuir ya que aprovechan residuos para generar gas para la red general”, ha explicado Oreja.
En este sentido, ha precisado que el objetivo de Enagás es inyectar cada vez más energía renovable en la red de gas natural para avanzar hacia una economía circular.
De hecho, Enagás trabaja en este momento en 55 proyectos con más de 60 socios, lo que supone una inversión superior a los 6.000 millones de euros para proyectos de generación de biometano e hidrógeno.
El biogás se depura en esta planta de Burgos a partir de un proceso tecnológico denominado ‘upgrading’ que lo convierte en biometano.
La producción de biometano de la planta de Burgos, que transformará el biogás proporcionado por la empresa burgalesa Biogasnalia, terminará en la red de distribución de gas de Nedgia.
En todo ese proceso, el objetivo es inyectar aproximadamente 20 gigavatios anuales de biometano en el sistema gasista español, lo que supondría una reducción de emisiones de alrededor de 30.000 toneladas equivalentes de CO2.
En la presentación de la planta, Ruperto Unzúe, socio de Suma Capital, que gestiona el mayor fondo económico destinado a la transición energética en España, ha asegurado que “el beneficio económico, el social y el medioambiental son compatibles” y ha considerado que este es un ejemplo de que, más allá de la teoría, hay ejemplos de transición ecológica en los que ya se puede trabajar.
Ha afirmado que para avanzar en la lucha contra el cambio climático se necesita innovación, pero no es necesario que todo sea nuevo ni esperar años para contar con realidades, sino que también se pueden optimizar y adaptar infraestructuras que ya tenemos, como ocurre en este caso con la red de gas.
También el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, ha insistido en la importancia de proyectos de este tipo para reducir CO2, pero también para “reafirmar a Burgos como la principal ciudad industrial de Castilla y León”, con empresas y proyectos líderes en innovación, biodiversidad y aprovechamiento de energías renovables.
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