Lo que le ocurre a la central nuclear de Vandellós comienza a ser casi de ciencia ficción. Se parece más a un capítulo de Stranger Things que otra cosa. Ahora ha anunciado que seguirá un mes y medio más parada y estará indisponible hasta el próximo 16 de julio, según el archivo REMIT de indisponibilidades de Endesa.
Se desconoce cuál es la causa de por qué Vandellós tiene que extender su parada. No ha habido notificación alguna al Consejo de Seguridad Nuclear. Lo último fue lo que anunció hace casi dos semanas, el 7 de abril, cuando informó de otro goteo, en este caso, en los termopares de la vasija del reactor.
Con esta indisponibilidad no programada, Vandellós estará cuatro meses y medio consecutivos sin funcionar, algo que no se recuerda en el mercado.
Según el archivo REMIT, Vandellós II sigue en parada no programada hasta el próximo 1 de mayo cuando arranque la parada programada por la recarga de combustible que durará hasta el 31 de mayo tal y como contó este diario la semana pasada. Pero sus trabajos para mantener la seguridad se extenderán hasta mediados de julio.
Dos centrales paradas durante dos meses
De esta manera, España estará prácticamente dos meses con dos centrales nucleares paradas. Esto significa que se avecinan tiempos duros para el mercado eléctrico y por tanto para los consumidores de luz españoles.
Ahora mismo, están paradas tanto Vandellós II como Almaraz II. Más de 2.000 MW de potencia de energía base paralizados. Eso hace que en días como los de hoy en los que no hace prácticamente viento, el precio del mercado pool suba considerablemente con la entrada de más carbón y más ciclos combinados.
Almaraz finalizará su parada entrado mayo, pero cuatro días después arranca la parada para recargar combustible la central nuclear de Trillo, que estará otro mes inactiva. Y mientras, Vandellós sin funcionar.
Esto ha hecho que este miércoles suban los precios futuros de la electricidad tanto para mayo como para junio. Concretamente, el precio futuro para mayo se coloca ya en los 49,11 euros MWh, mientras que junio se dispara hasta los 56,15 euros MWh.
Lo que le ocurre a Vandellós ha trastocado todos los planes que pudiera tener un consumidor a principios de año. La ilusión con la que se comenzaba el año, con los precios bajos de la electricidad por los fuertes vientos y el agua caída del cielo que rellenaba los embalses, se ha esfumado con los continuos problemas de Vandellós.
No se esperaba estar cuatro meses y medio parada. Pero lo que marca el mercado de futuros puede ser incluso peor si a finales de mayo y junio suben mucho las temperaturas y arrecia el calor. Eso hará subir la demanda y previsiblemente encarezca aún más el precio de la electricidad.
Si esto se produjese, las previsiones del propio ministro Nadal se rompen en mil pedazos y volvamos a tener otro año más una factura de la luz alta, a pesar de los buenos enero y febrero. Buenos en comparación con 2017 que fueron excesivamente caros, pero que si se compara con otros años atrás, tampoco es que se esté teniendo un precio excesivamente barato.
Por ejemplo, no es normal que con récord de renovables en el mes de marzo el precio se haya mantenido por encima de 40 euros MWh. La hidroeléctrica no está saliendo tan barata como se podía prever. Los embalses hidroeléctricos, casi todos en el tercio norte peninsular, están bastante llenos y producen a destajo, y a pesar de ello, el precio no consigue bajar. Las cosas de tener un mercado marginalista y algo obsoleto.
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