A Volkswagen no hay quien lo entienda. El fabricante de coches alemán asegura que el futuro es del vehículo eléctrico, pero en realidad seguirá invirtiendo mucho más dinero en los motores de combustión interna que en los eléctricos.
A pesar de que le ha caído una gran multa por su estafa en la evaluación de gases de sus coches en todo el planeta, Volkswagen quiere vender ahora una nueva cara, pero en realidad seguirá apostando por los coches de gasóleo y gasolina.
Su CEO, Matthias Müller, asegura que el futuro es de los coches eléctricos. Para ellos, el fabricante germano invertirá 9.000 millones de euros en los próximos cinco años para impulsar este negocio.
Pero en realidad, esta apuesta por no contaminar de Volkswagen es una cortina de humo, nunca mejor dicho, ya que la compañía tiene previsto seguir apostando por los motores de combustión. Tiene previsto invertir casi 21.000 millones en motores de combustión interna en los próximos cinco años.
Se trata de más del doble de dinero. La respuesta es que Volkswagen cree que el futuro será eléctrico, pero dentro de más tiempo de lo que algunos quieren mostrar. Así, Volkswagen saca pecho de sus más de 10 millones de unidades vendidas en todo el mundo, cuando Tesla se queda en las 80.000 unidades vendidas el año pasado.
La cuota del vehículo eléctrico es cada vez mayor, pero el ritmo de crecimiento es bastante más flojo de lo que se esperaba. El problema se encuentra en la autonomía de los vehículos eléctricos. En cuanto se supere esa barrera y se penalice de verdad al diésel o a todos los combustibles fósiles, será otro gallo el que cantará.
Pero no le falta razón a Volkswagen que si quiere mantener el liderazgo debe seguir apostando por los coches de combustión interna. 9.000 millones en vehículos eléctricos es mucho dinero. Ahora habrá que ver cómo lo hace Volkswagen. A lo mejor, le siguen otros fabricantes. Es lo que tiene ser el líder, que por mucho que uno haga trampas, siepre seguirá marcando el ritmo de los que vienen por detrás.