Deloitte ha advertido este viernes de aspectos en la situación de Abengoa, como los problemas de financiación, que apuntan a la "existencia de una incertidumbre" que puede "generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento".
En un nota incluida en los resultados trimestrales, Deloitte advierte de determinados aspectos: las cifras negativas de las operaciones a 30 de septiembre, la mala evolución de la cotización en el trimestre tanto de Abengoa como de su participada Abengoa Yield, así como de los problemas para acceder tanto a los mercados de deuda como a las renovaciones de algunas líneas de circulante.
A su juicio, se trata de "indicadores de la existencia de una incertidumbre que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento".
La auditora recuerda que, en este sentido, la empresa ha adoptado una serie de medidas entre ellas la ampliación de capital de 650 millones de euros y el plan de desinversiones anunciado.
Asimismo, subraya el acuerda logrado con Gonvarri que se convertirá en su principal accionista con un 28 % del capital.
Los administradores de Abengoa, añaden, consideran que las medidas anteriormente anunciadas son "suficientes para mantener la viabilidad de las operaciones" por lo que han presentado sus cuentas "sobre la base del principio de empresa en funcionamiento".
La recuperación de los activos y la realización de pasivos a los importes indicados en las cuentas, señala Deloitte, "dependerán de la evolución de las operaciones y el cumplimiento de las medidas anteriormente descritas".
Abengoa ha registrado unas pérdidas de 194 millones de euros de enero a septiembre de este año que achaca al saneamiento de su participación en Abengoa Yield, frente a los 100 millones de beneficio con los que cerró los nueve primeros meses del año pasado.
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