Justo la Comisión Europea abre una investigación por la compra de España de electricidad procedente del carbón a Marruecos, y la interconexión eléctrica entre ambos países se para. Curioso esto de los mercados.

España ha dejado de importar electricidad a Marruecos así por arte de magia. Lleva cinco meses comprando más energía eléctrica a Marruecos de lo que exporta, que era lo habitual, y ha sido conocerse que Bruselas está viendo cómo tratar este desajuste del mercado y de repente, deja de importar.

Los datos de este miércoles 3 de abril son abrumadores. Según los datos de Red Eléctrica y de la asociación de operadores de la Interconexión Eléctrica del Suroeste de Europa (IESOE), España no ha comprado ni un MWh de energía eléctrica a Marruecos.

Tal y como muestra el gráfico, en la columna del centro se ve que la interconexión en el sentido Marruecos hacia España no ha sido utilizada en todo el día.

Además, algo parecido sucedió el pasado martes. La interconexión solo funcionó en sentido España hacia Marruecos y durante pocas horas a 100 MWh cada una de las ocho horas en que se produjo. En sentido contrario no se compró ni un MWh a Marruecos.

Estos datos chocan de frente con la denuncia a Bruselas por parte del Gobierno y de Red Eléctrica de que en los últimos meses se estuviera importando electricidad procedente de las centrales térmicas de Marruecos. Existe cierta preocupación porque este inhabitual hecho (importar electricidad de Marruecos) que históricamente no se ha hecho ya que los precios del mercado mayorista español eran más bajos y normalmente se exportaba electricidad al país vecino africano.

Desde noviembre, y cada vez ha ido a más hasta ahora, Marruecos nos exportaba su electricidad que coincidía justo con la puesta en marcha de dos centrales térmicas de carbón. Según la propia Red Eléctrica, la mayoría de estas importaciones a Marruecos procedían de estas dos centrales, sobre todo la de Safi, cerca de Casablanca, de 1,4 GW de potencia y cuya propietaria es la francesa Engie.

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Este hecho de comprar electricidad a Marruecos tiene una repercusión directa en el mercado eléctrico español. Las centrales térmicas españolas se quedan fuera, sin poder entrar en el mercado y por tanto sin poder vender su energía.

El problema viene porque al comprar la electricidad a Marruecos, España lo hace a un precio más barato de lo que marcan las centrales españolas. La diferencia es el precio del CO2. Mientras las centrales térmicas españolas tienen que pagar un precio por emitir, las marroquíes no lo hacen al no pertenecer al sistema de comercio de derechos de emisiones de CO2 de la UE.

Es decir, las centrales térmicas españolas juegan en desventaja por tener que pagar CO2 y por tanto tienen que aumentar sus precios de oferta en el mercado. Al entrar tantos MWh desde Marruecos, el hueco térmico para que funcionen las centrales españolas se disminuye de forma notable y por tanto se quedan fuera. Con el consiguiente enfado por parte de las grandes eléctricas españolas y de las cuencas mineras que ven cómo les cierran sus minas y sus centrales para luego ir a comprar electricidad de las térmicas marroquíes.

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Luego está el problema medioambiental. Mientras en España nos dedicamos a pagar un precio por contaminar, en Marruecos no lo hacen y es entonces cuando se crea un conflicto. España traslada las emisiones de sus centrales a Marruecos. El planeta no deja de ser contaminado y encima el sistema de derechos de emisiones europeo deja de funcionar. No sirve.

Por otro lado están los beneficios. Principalmente, los consumidores españoles se están beneficiando de ello. Pagan menos por la electricidad que consumen ya que la electricidad de Marruecos se supone que está más barata que la generada en España, sobre todo por la noche, que es normalmente cuando más ha estado funcionando la interconexión con Marruecos estos meses atrás.

Con todo ello, ahora le toca a Bruselas, ya sea al departamento de Miguel Arias Cañete como al de Competencia o al de Mercado Interior pronunciarse al respecto. Una solución que a día de hoy se desconoce, pero este caso ha encendido las alarmas. Se necesita una solución más pronto que tarde, porque como haya que esperar a que se pongan en funcionamiento los miles de megavatios de renovables prometidos por el Reino de Marruecos, el problema se agrandará.

De momento, el caso está en Bruselas y todo se ha parado. Raro, raro, raro.