El contexto energético actual en España se ha convertido en un tema crucial que requiere atención y acciones concretas. A medida que nos acercamos a las próximas elecciones generales del 23J, se hace evidente que los líderes actuales de los partidos políticos (PP y PSOE) no están abordando adecuadamente esta problemática, me refiero a estas fuerzas políticas ya que realizaron el primer debate electoral cara a cara donde se realizó un análisis rápido sobre el tema de la energía, el cual ha sido uno de los aspectos más relevantes de la legislatura pasada.
Sin embargo, es lamentable constatar que la energía apenas ha tenido importancia en el debate junto a la ausencia de otras fuerzas políticas... pero especialmente la notable ausencia de dos partidos clave que apuntan al tercer y cuarto lugar que son VOX y Sumar.
La falta de enfoque y de soluciones efectivas por parte de la clase política es preocupante, lo que nos lleva a preguntarnos si como ciudadanos comprometidos debemos ser quienes propongan soluciones concretas y evidencien las deficiencias en la gestión energética del país para que se tomen medidas reales.
El objetivo de que el 95% de la energía consumida en España provenga de fuentes renovables es un desafío fundamental para alcanzar una matriz energética más sostenible. Para lograrlo, es crucial llevar a cabo una implantación masiva de parques eólicos y plantas solares fotovoltaicas que nos permitan alcanzar este porcentaje deseado.
La intermitencia de las renovables
Sin embargo, es importante abordar el desafío de la intermitencia asociada a estas instalaciones dependientes de los recursos naturales, como el viento y el sol. Una solución propuesta es la instalación de centrales hidroeléctricas de bombeo como método eficiente y rentable de almacenamiento eléctrico a gran escala.
Se estima que en España existe un potencial de más de 10 GW de capacidad de bombeo aún por desarrollar, lo que podría servir como almacenamiento energético a corto plazo, mientras se desarrollan y maduran otras tecnologías de almacenamiento, como las baterías y el H2 verde.
Estas centrales de bombeo también pueden ser hibridadas con parques eólicos y plantas solares fotovoltaicas, permitiendo almacenar el exceso de energía generado por estas instalaciones cuando la demanda es baja. El bombeo de agua posteriormente puede generar electricidad cuando sea necesario cubrir picos de demanda.
Esta estrategia de bombeo aportará una gran flexibilidad al sistema eléctrico, permitiendo gestionar rampas de carga y desvíos, y contribuyendo a la estabilidad y seguridad del sistema, ya que puede generar una gran cantidad de energía con una respuesta rápida.
Contestación social
Para evitar el rechazo social que se está observando en diversas localidades, es fundamental que la implantación de energías renovables se realice de manera ordenada. En muchos casos, las energías renovables se perciben como una amenaza en lugar de una oportunidad y un beneficio para el medio ambiente y los municipios.
Por lo tanto, se debería plantear que el Ministerio elabore un mapa de suelos que establezca claramente las zonas adecuadas para la implantación de cada una de las diferentes infraestructuras renovables. En los emplazamientos aptos, las licencias se tramitarán casi de forma inmediata, mientras que en los emplazamientos no aptos se rechazarán. Solo se mantendrían zonas con limitaciones ambientales que requieran un estudio detallado.
De esta manera, tanto los ayuntamientos como las empresas tendrán una guía clara sobre qué áreas son más adecuadas para cada tecnología, evitando enfrentamientos entre la comunidad local y las empresas, y agilizando los trámites para la concesión de licencias de actividad para estas infraestructuras.
Hasta que se realice una implantación masiva de energías renovables suficiente para alcanzar el objetivo del 95% de producción eléctrica en España, es necesario aumentar la independencia energética del país de los combustibles fósiles provenientes de terceros países. Con este fin, se debería elaborar un plan nacional en 2023 para extender la vida útil de las centrales nucleares en funcionamiento con base científica y técnica y no de ideología.
El ahorro nuclear
La energía nuclear desempeña un papel importante en el panorama energético español, representando aproximadamente el 21% de la electricidad generada en 2020, según datos del Consejo de Seguridad Nuclear.
El cierre de las centrales nucleares requeriría encontrar fuentes alternativas de energía para cubrir esa demanda, lo cual podría resultar difícil y costoso. Mantener la energía nuclear supondría un ahorro de 33.000 millones de euros y la preservación de 20.000 puestos de trabajo.
Actualmente, España cuenta con 5 centrales nucleares en funcionamiento ubicadas en Cáceres (Almaraz I y II), Tarragona (Ascó I y II y Valdellós II), Valencia (Cofrentes) y Guadalajara (Trillo), con un total de 7 reactores de aproximadamente 1 GW de potencia cada uno. Estas centrales tienen fechas de cierre que varían entre noviembre de 2027 (Almaraz) y octubre de 2031 (Ascó II).
Dado que se requiere un mínimo de dos años de preparación para extender la vida útil de una central, es urgente abordar este tema, especialmente considerando que la primera central, Almaraz, tiene una fecha de cierre programada para 2027.
Si no se toman medidas, en los próximos años se experimentará una caída significativa en la producción eléctrica, que no podrá ser compensada por las energías renovables debido al ritmo actual de implantación y los plazos requeridos para licencias y construcción. Esto resultará en una mayor dependencia de los combustibles fósiles para cubrir el déficit eléctrico generado por el cese de la energía nuclear.
Es crucial establecer un plan nacional urgente para extender la vida útil de las centrales nucleares existentes hasta que el 95% del suministro eléctrico se logre a través de fuentes renovables y los sistemas de almacenamiento de energía sean capaces de cubrir las necesidades de manera segura, brindando la estabilidad necesaria a la red de transporte.
Mayor electrificación
Además de la energización renovable, hay sectores en los que la electrificación total puede no ser posible o no ser rentable. En el ámbito del transporte, la electrificación no ha logrado reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de manera significativa, especialmente en el transporte por carretera, dominado por el diésel y la gasolina. En el transporte marítimo, la mayoría de los buques utilizan fuelóleo pesado, que emite altas cantidades de óxido de azufre.
El biometano ofrece una alternativa sostenible y fácilmente disponible a los combustibles de transporte convencionales, desempeñando un papel clave en la transición hacia una economía climáticamente neutra. España tiene un potencial de producción anual de 163 TWh de biometano, suficiente para cubrir el 45% de la demanda nacional de gas natural.
Desarrollar este potencial podría generar ahorros de hasta 4.000 millones de euros en la factura de los consumidores en 2022, reducir las importaciones de gas y evitar la emisión de 8,3 millones de toneladas de metano a la atmósfera.
El papel del biometano
La implementación de esta capacidad de producción requeriría la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas, movilizando una inversión de casi 40.500 millones de euros y generando alrededor de 62.000 empleos directos e indirectos. Las comunidades autónomas con mayor potencial son Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña.
En el camino hacia la neutralidad climática en 2050, se requiere el compromiso de todos los actores, y el biometano desempeña un papel crucial. Por lo tanto, se podría proponer la creación de un plan industrial para desarrollar el biometano, que incluya un marco legal y normativo único, con incentivos y cuotas ambiciosas alineadas con el objetivo europeo de que el 10% del consumo de gas sea biometano en España.
Estas propuestas ofrecen diversas oportunidades y beneficios:
- Se alinean directamente con las políticas de descarbonización impulsadas por la Unión Europea, posicionando a España como un referente en la transición energética.
- Son coherentes con las preocupaciones medioambientales de los ciudadanos, que desean dejar un futuro mejor para las generaciones venideras.
- Inciden en la importancia de la inversión en I+D+i para el desarrollo industrial del país y la posibilidad de liderar un sector clave en los próximos años.
- Tendrían un impacto directo en la factura eléctrica, ya que las energías renovables son las más económicas en el mercado mayorista de electricidad.
- Además, se podría aspirar en el país del sol a implantar una jornada escolar que permita un mayor aprovechamiento académico de los alumnos, compatibilizando este objetivo con la conciliación familiar.
España tiene la oportunidad de liderar la transición hacia una potencia renovable y descarbonizada. Mediante la implementación masiva de energías renovables y el uso estratégico de tecnologías de almacenamiento, podemos alcanzar los objetivos de sostenibilidad y afrontar los desafíos energéticos del futuro.
Estas iniciativas no solo son beneficiosas para el medio ambiente, sino que también impulsan el desarrollo económico, la generación de empleo y la calidad de vida de los ciudadanos, una vez más solo es necesario que el gobierno que salga de las próximas elecciones este a la altura de las necesidades energéticas del país.
galan
13/07/2023