La AIE prevé que la demanda global de electricidad, que en 2021 dio un salto del 6 % en gran medida en reacción al parón durante la pandemia, crecerá un 2,4% este año y una cifra similar en 2023, un ritmo similar al de 2015-2019, pero menos de lo que anticipaba a comienzos del año.
Esa revisión a la baja se explica sobre todo por el efecto de la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente ralentización económica, en particular en Europa, explica la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en un informe sobre el mercado de la electricidad publicado este miércoles que actualiza sus proyecciones de enero.
Pero más allá de ese impacto por la escalada de los precios de la energía, también están pesando los confinamientos de los meses por la pandemia de covid en China que han afectado a la actividad económica del gigante asiático.
Europa, donde menos aumenta la demanda
Europa será la región del mundo con una tasa de crecimiento de la demanda eléctrica más baja en 2022 (por debajo del 1 %) y también con la mayor corrección respecto a las expectativas a comienzos de año (menos de la mitad).
Como contrapunto, en el continente americano, el consumo de electricidad aumentará este año casi un 2 %, una proyección superior a la que la AIE hacía en enero y que se explica sobre todo por la rápida recuperación económica en Estados Unidos.
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