El Gobierno de Alemania mantiene negociaciones con algunos de los principales proveedores de gas natural licuado (GNL) del mundo, incluido el gigante energético Shell, con el fin de reemplazar este invierno el combustible ruso con fuentes alternativas de suministro, según indicaron a Bloomberg fuentes conocedoras de las negociaciones.
Alemania también está en negociaciones con Qatar, uno de los principales exportadores de GNL del mundo. Sin embargo, las discusiones se habrían estancado, ya que Alemania ha rechazado la demanda catarí de contratos a más largo plazo que podrían complicar sus objetivos ecológicos.
Joerg Kukies, el principal asistente económico del canciller alemán Olaf Scholz, reconoció haber mantenido, durante su estancia en Sidney en el marco de un foro energético, conversaciones sobre posibles adquisiciones, aunque se negó a identificar a los productores con los que había hablado en la cumbre.
Alemania ya ha firmado algunos acuerdos de GNL con otros proveedores. Venture Global LNG firmó un contrato para suministrar a la empresa de servicios públicos EnBW Energie Baden-Wuerttemberg el mes pasado y Sempra Infrastructure acordó un acuerdo preliminar en mayo para proporcionar GNL a RWE.
El país se convertirá en una potencia importadora de GNL dentro de un año a medida que avanza en la reducción de su dependencia del combustible ruso, ya que más de la mitad del suministro de gas de Alemania provino de Rusia en 2021, y las entregas a las cuatro terminales planificadas cubrirían alrededor de un tercio de su consumo anual.
El mayor obstáculo es encontrar suficiente suministro disponible para entregar a las nuevas terminales a medida que el mundo se enfrenta a la escasez de combustible.
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