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En julio, el precio medio diario de la electricidad en el mercado spot español fluctuó entre 19 €/MWh y 116 €/MWh: casi 100€/MWh de diferencia en un solo mes. La volatilidad en los precios de la energía ya no es la excepción, sino la norma.

Los vertidos renovables también son un problema cada vez mayor. Un 11% de la energía renovable disponible en julio no pudo integrarse en el sistema eléctrico por restricciones técnicas en la red, lo que resultó en la pérdida de 1,1 TWh, suficiente para cubrir el consumo de toda España durante un fin de semana (según datos de demanda nacional diaria de REE).

La solución a estos dos retos pasa por un despliegue acelerado de baterías. A pesar de esta probada utilidad, la cuestión es cómo estructurar la compraventa de energía de estos proyectos, reducir sus riesgos y hacerlos financiables. Al igual que sucedió con las renovables, la respuesta está en la firma de contratos PPAs (Power Purchase Agreements), que pueden sofisticar su diseño y adaptarse para viabilizar los proyectos de almacenamiento.

¿Cómo funcionan los PPAs de baterías?

A diferencia de los PPA de renovables, que se centran en fijar un precio y un marco legal para la compraventa de energía, en un PPA de baterías, el propietario cede la capacidad de su instalación a un consumidor. La contraparte u offtaker no compra la energía que almacena la batería, sino que contrata el servicio que esta proporciona.

La fórmula más empleada es el “tolling”, por el que el propietario de la batería cede al offtaker el derecho a gestionar la batería, es decir, a decidir cuándo cargarla y descargarla dentro de límites contractuales predefinidos. Definir estos límites resulta muy relevante, ya que las baterías se degradan en función del uso. Por ello, es crucial acordar previamente un techo de ciclos anuales que garantice una vida útil óptima y evite la sobreutilización del activo.

A cambio del tolling, el propietario recibe una tarifa fija o una parte variable de los ingresos generados acordada previamente. Por ejemplo, mediante una estructura de precio mínimo garantizado (floor), más una parte de los ingresos obtenidos por encima de ese mínimo.

Bajo este marco el offtaker puede realizar un uso de la batería cargándola durante horas de precios de la electricidad bajos y descargándola en los picos de demanda, cuando el coste es más elevado. De esta forma, el offtaker tiene un coste más bajo y estable de la energía. Para el propietario de la batería, el beneficio reside en obtener rentabilidad de las baterías sin tener que gestionarlas directamente.

¿Qué sucede con los ingresos generados en servicios auxiliares?

La función de las baterías va más allá de la estabilización de precios. Su capacidad de aportar flexibilidad, estabilidad, y servicios auxiliares a la red hace de las baterías un activo aún más valioso.

Pueden inyectar energía para estabilizar la frecuencia y absorber excedentes, actuando como un respaldo seguro en caso de interrupciones o picos de demanda inesperados. Además, ayudan a aliviar la presión sobre la infraestructura eléctrica.

A pesar de este gran potencial, los offtakers se muestran escépticos respecto a incluir los servicios auxiliares en los PPAs de baterías, debido a la incertidumbre regulatoria sobre su retribución. Además, en la actualidad resulta muy difícil cuantificar los posibles ingresos de estos servicios y alcanzar un acuerdo satisfactorio entre las partes.

Por ello, en la mayoría de casos, los servicios auxiliares permanecen bajo el control directo del propietario de la batería, y los ingresos generados por esta vía también. Estos pueden representar entre el 15% y el 30% de los ingresos totales de una batería, por lo que constituyen un elemento clave en la viabilidad económica.

¿Cómo están avanzando estos contratos?

En Francia, Alemania, Italia o Reino Unido ya se está firmando este tipo de contratos con un formato de PPA a 5, 7 o 10 años. Es un modelo que ofrece flexibilidad y estabilidad de precios a la industria, y que no tardaremos en ver también en España.

De hecho, en Our New Energy ya estamos negociando los primeros acuerdos. Tan solo es cuestión de tiempo que estos se empiecen a materializar, convirtiéndose en una herramienta clave para que las empresas gestionen la complejidad del mercado energético y se blinden contra la volatilidad.

Miguel Marroquín es director general y fundador de Our New Energy.

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2 comentarios

  • Sol Mideterráneo

    Sol Mideterráneo

    17/11/2025

    Idea brillante y rentable, que el proceso de descarbonización del Sistema Eléctrico agradecerá.

    Todas las plantas fotovoltaicas les interesa disponer de un mínimo de almacenaje para evitar vertidos y precios cero en las horas solares.

    Antes de vender a los fondos buitre, hay que explorar esta oportunidad que no implica una nueva inversión y aprovecha nuestra línea de evacuación cuando está ociosa.
  • Miguel Garrido

    Miguel Garrido

    18/11/2025

    Miguel, no entiendo bien como una parte puede gestionar el arbitraje (offtaker) y otra los servicios auxiliares (propietario), y que no haya conflicto.

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