El Consejo de Energía celebrado este lunes, durante más de 15 horas seguidas, ha dado un claro y sorprendente ganador, el ministro español Álvaro Nadal.
No fue el que más intervino, más bien fue de los que menos, pero su trabajo y el de su equipo se hizo notar en las negociaciones puertas adentro en el Consejo de Energía. Donde se cocían los documentos finales de la propuesta de los ministros de la UE.
Este diario ya vaticinó, con la opinión de varios expertos en política energética europea, que Álvaro Nadal iba a jugar un papel clave y decisivo en el documento final. Y vaya si lo ha conseguido. Todos los documentos parecen haber sido redactados en el Paseo de la Castellana, donde está situado el Ministerio.
Para empezar, lo más llamativo de todo. Ha conseguido que el denominado 'impuesto al sol', que parecía tener sus días contados en la normativa europea, sea uno de los principales cambios que ha adoptado el Consejo de Energía.
Según el Ministerio, "España comparte la orientación que ha propuesto el Consejo, que refleja claramente que no debe haber discriminación ni subsidios cruzados entre consumidores y que estos deben sufragar los costes del sistema de forma equitativa, independientemente de que autoconsuman o no". Es decir, que el impuesto al sol se cargará en toda Europa. Falta ver el documento final del conjunto de la UE, pero los gobiernos eso es lo que quieren.
Otro capítulo importante es el de las interconexiones. Esta era la gran batalla de Álvaro Nadal. En el debate de la directiva de Gobernanza, Nadal arguyó su tesis de que el incremento de las renovables debería ir ligado al de las interconexiones. No fue un speech largo y nada novedoso, pero caló entre sus colegas europeos.
En este sentido, la Unión Europea ha reforzado la consideración de las interconexiones energéticas en la normativa energética comunitaria. Así, se han recogido plenamente las propuestas españolas en esta materia, incluyéndose avances muy importantes de cara a otorgar carta de naturaleza a los compromisos europeos de alcanzar el 10% en 2020 y del 15% en el año 2030 como una de las dimensiones de la gobernanza energética.
En particular, la normativa comunitaria otorgará al objetivo de interconexiones una importancia similar a los objetivos de renovables y eficiencia energética. En este sentido, los Estados deberán marcar en sus Planes Nacionales de Energía y Clima una estrategia elaborada en cooperación con los Estados vecinos para progresar en las interconexiones y alcanzar en 2030 el objetivo del 15%.
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