La puesta en marcha de la nueva Red de Calor de Aranda de Duero (Burgos) permitirá que la localidad deje de emitir a la atmósfera 11.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.
Un dato que ha dado a conocer el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, durante la visita que ha realizado esta mañana a las instalaciones de esta red de biomasa que, en sus primeros tres meses de funcionamiento, suma ya 500 viviendas, cerca de 1.500 vecinos, a la conexión.
Suárez Quiñones ha explicado que, en estos momentos, la potencia instalada en la central térmica ubicada en la calle Santander de Aranda de Duero, que consumirá 12.000 toneladas de biomasa local al año, alcanza los 12 megavatios, que generarán 40 millones de kilovatios de energía térmica.
Asimismo, ha destacado su carácter innovador ya que, por primera vez en toda España, se ha puesto en marcha una experiencia de hibridación que vincula a esta red de calor con la planta de cogeneración que Energy Works tiene en las instalaciones de Michelin.
Este acuerdo permite que el calor sobrante de la planta de cogeneración se incorpore a la red de biomasa para ser utilizado en los sitemas de calefacción y agua caliente sanitaria de los vecinos de Aranda de Duero.
"En definitiva, coloca a esta ciudad como una ciudad innovadora, comprometida con el medio ambiente y, desde luego, una ciudad que tiene una instalación entre la cogeneración y la red de calor que no hay en ninguna ciudad de España de este tamaño", ha remarcado el consejero.
La puesta en marcha de la red de calor ha sido promovida por Centrales de Calor, una sociedad mixta participada por la firma soriana Rebi y por la Sociedad Pública de Infraestructuras y MEdio Ambiente (Somacyl) y el Ente Regional de la Energía (EREN).
El responsable de Fomento ha recordado que en estos momentos la Junta está implicada en 32 proyectos similares al que se ha llevado a cabo en Aranda de Duero, en los que se está invirtiendo algo más de 35 millones de euros, y que permitirán generan cerca de 67 megawatios de calor por biomasa.
"Esd unn recurso renovable, que está en nuestros bosques, que limpiamos para que no se quemen, neutro en emisión de CO2 y que tenemos que potenciar. Crea empleo en zonas rurales, estable y de calidad y, en definitiva, es un círculo perfecto de economía circular", ha incidido.
En concreto, los bosques de Castilla y León acumulan 225 millones de toneladas de biomasa, con un crecimiento anual de 6,5 millones de toneladas.
La capacidad transformadora de la región es también importante, con 11 fábricas de pellets, 10 redes de calor y más de cien edificios públicos conectados, lo que la convierte en la primera en el ranking nacional de energía consumida procedente de biomasa.
La actuación en Aranda concluirá su primera fase, que ha supuesto una inversión de más de 15 millones de euros y ha generado 40 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, a lo largo de 2020.
Se está trabajando ya en una segunda, que supondrá llevar la red de calor a la zona norte de la villa, para lo que habrá que atravesar el río Duero. Una actuación que permitirá abastecer de calefacción y agua caliente sanitaria a 4.600 viviendas y edificios públicos del municipio, entre ellos el nuevo hospital comarcal proyectado.
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