Repsol cuenta con un Hub de Data & Analytics & Artificial Intelligence dedicado a extraer valor de los tres millones de gigas en datos que la compañía maneja diariamente, con el fin de aplicar la meteorología y el 'big data' a una mejor gestión de la energía.
En concreto, en este 'hub' trabajan 52 especialistas en analítica de datos con diferentes perfiles (translator analytics, ingenieros especializados en datos, data scientists y data managers) y que colaboran con 400 profesionales de las diferentes unidades de negocio para extraer valor de esos datos, según informa la compañía en su última 'Newsletter'.
La información meteorológica se ha convertido en una variable clave en los procesos de 'big data' con los que las empresas generan modelos predictivos para sus prácticas comerciales y de planificación. Así, la energética presidida por Antonio Brufau utiliza las previsiones meteorológicas, por ejemplo, en la gestión de las instalaciones de electricidad renovable, para ofrecer a sus clientes consejos sobre eficiencia energética en el hogar o para prever incidencias en las rutas marítimas de su negocio de 'trading'.
"Las variables meteorológicas afectan a nuestra actividad, el cambio climático es un ejemplo de ello", señala la responsable de Data Science del Hub de Data & Analytics & Artificial Intelligence de Repsol, Julia Díaz, subrayando que, por tanto, la compañía tiene que "estar abierta a los avances de una ciencia que innova de forma continua" y que cada vez aporta mayor precisión en sus pronósticos sobre los fenómenos atmosféricos, que tienen gran complejidad.
Para que estas técnicas de analítica avanzada den buenos resultados "es fundamental que los datos que se introducen en los cálculos sean de calidad", indica Díaz, por lo que Repsol colabora con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
ALIANZA CON MICROSOFT
Además, en la vertiente tecnológica, Repsol tiene una alianza estratégica con la multinacional Microsoft que incluye el alojamiento de su plataforma de Data & Analytics en Azure, la 'nube' de la compañía estadounidense.
Utilizar el automóvil, comprar carburantes de calefacción o agua mineral en una estación de servicio son decisiones afectadas por la temperatura, el viento o la pluviosidad, variables "que se aplican continuamente en la práctica comercial para dimensionar cuál va a ser la demanda o los precios", añade Díaz.







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