La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) presidida por el expresidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, acaba de publicar un papel sobre lo que piensa de la reforma del mercado eléctrico.
Una reforma que va bastante ligada al programa del PP de Alberto Núñez Feijóo**** para las elecciones del 23J, pero que también tiene más cosas. Digamos que se han podido explayar en dicho papel de 36 páginas.
La propuesta de FAES también va muy ligada a los intereses de las grandes eléctricas, o al menos a buena parte de sus históricas reivindicaciones como es sacar de la factura de la luz los cargos del sistema eléctrico (primas a las renovables, déficit de tarifa, costes extrapeninsulares) o reformar el bono social de la luz a través de un único pago de un cheque con cargo a los PGE.
Alargar la vida de las nucleares
En la línea más cercana al programa popular, FAES reivindica alargar la vida de las centrales nucleares que "deben seguir operando al menos hasta los 60 años, con el control del Consejo de Seguridad Nuclear", afirma.
Para ello, "esta extensión debe realizarse en colaboración con las empresas implicadas, incorporando mecanismos honestos que reduzcan los riesgos regulatorios y garanticen su viabilidad económica".
En este sentido, FAES propone que se valore la posibilidad de introducir contratos por diferencia a 25 años vista que estuvieran protegidos por normas con rango de Ley. Algo parecido a lo que busca Francia con su nuclear en la reforma del mercado eléctrico que se negocia en Bruselas en estos momentos.
Aparte del CfD, FAES también cumple con otra reivindicación de las propias centrales nucleares, que es reducir su fiscalidad. Pero en este caso, va más allá, porque pide "eliminar la excesiva fiscalidad aplicable a estas centrales y mantener la tasa de Enresa en el nivel actual, compensando los mayores costes con un alargamiento de vida de las centrales".
Mecanismo de capacidad y almacenamiento
FAES apuesta por dar solución inmediata a algunos problemas que se están viendo en el mercado mayorista de electricidad como puede ser la canibalización de los precios en los horarios solares.
Para ello, cree que hay que establecer la puesta en marcha inmediata de un mecanismo de capacidad. "Se debe instrumentar mediante subastas competitivas y tecnológicamente neutras para, por un lado, mantener las centrales firmes que sean necesarias para garantizar el suministro a medio y largo plazo y, por otro, desarrollar el almacenamiento que un sistema descarbonizado requiere", reza el documento.
En este aspecto, la fundación pretende dar un impulso al almacenamiento. Y para ello propone, por ejemplo, eliminar fiscalidad al bombeo hidroeléctrico.
España tiene ante sí una gran oportunidad de desarrollar almacenamiento energético, por eso FAES cree que hay que regularlo de una vez por todas de tal manera que se actúe en libre competencia.
Eso sí, cree que al bombeo hay que facilitarle más las cosas. "Fomentar el bombeo mediante un procedimiento de concurrencia que incluya la tramitación administrativa y medioambiental acelerada, las concesiones, el me- canismo retributivo necesario y la concesión del acceso a la red. En este tipo de instalaciones se debe desligar la obtención del permiso de acceso a la red, que tiene que venir garantizado, del resto de tramitación. Se debe poder iniciar la tramitación, que es muy larga, sin tener permiso de acceso", dice el texto.
Sorprendente rechazo al H2Med
Una de las cosas más llamativas del estudio de FAES, que aunque no tenga que ver mucho con lo que es un a reforma eléctrica, es el palo que mete al Gobierno y su proyecto del H2Med.
FAES da un palo pero también una zanahoria al hidrógeno. Cree que España tiene una oportunidad de ser competitivos e incluso de atraer industria consumidora de hidrógeno al país porque tiene mucha generación renovable y barata que hará que en un futuro se pueda producir un hidrógeno más o menos económico.
FAES aboga por consumirlo en España el hidrógeno que se produce, y no dedicarnos a exportarlo para que se genere industria en otros países.
Por eso, "carece de sentido realizar infraestructura de transporte a Francia dado que no hay capacidad de electrólisis para producir dicho hidrógeno". "Cualquier infraestructura que se desarrolle encarecerá los costes, empeorando la competitividad", continúa.
Otras medidas
Para poder llevar a cabo el proceso de electrificación de la demanda es necesaria mejora la situación de la actual red eléctrica, tanto de alta como de media o baja tensión, es decir, las redes de transporte y distribución.
1.- Inversiones anticipadas en redes eléctricas
Es preciso un “plan de choque”, una adecuada planificación para preparar la red anticipadamente y poder atender a las necesidades futuras de descarbonización de los consumidores sin generar cuellos de botella. Es preciso mejorar la coor- dinación de planificación entre transporte y distribución, ajustar anualmente la planificación para dar cabida a proyectos no previstos
2.- Fomentar el autoconsumo, el vehículo eléctrico así como favorecer el uso de bombas de calor para calefacción y agua caliente.
3.- Reformar el PVPC.
Se trata de evitar que no compita con el mercado libre y de reducir su alcance. Para no distorsionar la competencia, es necesario que el margen anual reconocido a las comercializadoras reguladas sea el mismo que el margen medio del mercado libre, que cada año calcula la CNMC. Además, la cobertura del PVPC en España es muy amplia (10 kW) por lo que conviene ir reduciéndola (4-5 kW) para que los consumidores domésticos vayan teniendo acceso a los contratos a precio fijo del mercado libre competitivo.
4.- Contratos a largo plazo para pequeños clientes y consumidores industriales, estos últimos a través de PPAs.
5.- No realizar ningún tipo de subasta con tecnologías inframarginales (renovables, nuclear, hidroeléctrica)
6.- Mantener el funcionamiento actual del mercado diario, intradiarios y servicios de ajuste y seguir avanzando en la integración del mercado único de la Unión Europea.
Dabama
07/07/2023