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Se acaban de cumplir cuatro meses del gran apagón que dejó a 60 millones de personas en España, Portugal y Francia a oscuras privándoles de numerosos servicios online y perturbando su vida cotidiana durante numerosas horas. Por si no fuese poco, posteriormente, mientras la última edición del Festival de Cannes preparaba su ceremonia de clausura, un corte eléctrico dejó sin electricidad a 160.000 hogares. Estos dos acontecimientos demuestran hasta qué punto nuestras infraestructuras críticas, ya sean energéticas, de transporte o de telecomunicaciones, pueden verse brutalmente debilitadas, con consecuencias económicas y humanas a veces muy graves.

Este asunto no es baladí. Sin saber aún el motivo real que sumió en la incertidumbre a varios países más que desarrollados, la Comisión Europea está examinando a España sobre el apagón y un grupo de coordinación está llevando a cabo una evaluación de la gestión de la crisis, tras el que Bruselas remitirá un informe del apagón a todos los países de la Unión Europea para intentar, -esperemos-, que no vuelva a pasar. Con ello, España tendrá que actualizar su Plan de Preparación ante crisis energéticas.

Quienes conocemos el impacto tan positivo de la tecnología en la toma de decisiones críticas de organismos y empresas, nacionales e internacionales, abogamos por minimizar su impacto con prevención y contención. Analizando las soluciones, incorporar plataformas de streaming de datos que detecten inmediatamente las anomalías y activen automáticamente los procedimientos de emergencia, ya sea el cambio a una fuente de alimentación secundaria o el envío de alertas específicas a los diferentes equipos, o garantizar una supervisión constante de todo el sistema, podría marcar la diferencia, también, en un organismo público y de gestión.

Hacia un interés creciente del ‘data streaming’ para el sector público

Según el Data Streaming Report 2025 llevado a cabo por Confluent y basado en las respuestas de 4.175 responsables de TI de 12 países, el interés por la incorporación de plataformas de streaming de datos está creciendo en el sector público. El 58% de los directivos de tecnología de este sector encuestados a nivel global afirman que su inversión en tecnología de plataformas de transmisión de datos (DSP) será mayor que en años anteriores, y el 30% asegura que será significativamente mayor. Es más, para el 25% es fundamental la tecnología DSP para alcanzar sus objetivos relacionados con los datos y la información.

Además, el 89% de los gobiernos o administraciones públicas que invirtieron en data streaming consiguieron un retorno de entre 2 y 10 veces la inversión inicial. No solo por lo que genera, sino también por lo que evita. No obstante, aún queda un largo camino por recorrer: sólo el 65% de los organismos públicos encuestados, -el sector con el dato más débil en este sentido-, utiliza el data streaming en uno o más sistemas de producción que, combinado con arquitecturas fuertes, mantenimiento predictivo e infraestructuras híbridas, contribuiría a reducir las interrupciones del sistema eléctrico y a mejorar de forma sostenible la estabilidad operativa.

Cómo impacta el streaming de datos en el sector eléctrico

Algunas de las mayores compañías energéticas de Europa han incorporado iniciativas de streaming de datos para abordar la complejidad de la red eléctrica, con Kafka como elemento fundamental:

  1. La digitalización de la red. Se pueden instalar medidores inteligentes para modernizar los componentes de la infraestructura de la red y conseguir operar en un entorno altamente volátil. Asimismo, se pueden instalar herramientas digitales en las redes de baja tensión que brindan a los operadores visibilidad y control en tiempo real, lo que permite una detección más rápida de incidentes.

  2. La optimización del mercado energético. Para abordar los retos de aprovisionamiento, numerosas compañías energéticas y organismos públicos pueden utilizar a Confluent para poder crear planes de compras óptimos: decidir cuándo comprar o cómo comprar, reflejando las necesidades de sus clientes y también sus contratos. Por otro lado, el data streaming puede ayudar a analizar la producción de energía renovable, abordando la imprevisibilidad inherente de las fuentes dependientes del clima. Esta capacidad de previsión granular permitiría a las compañías y organismos públicos incentivar a los clientes y ciudadanos a consumir energía en los lugares y horarios óptimos para contribuir al equilibrio de la red.

  3. Los productos de datos a escala. Esta puede ser una de las más importantes desde el punto de vista estratégico para compañías energéticas del sector privado que quieran lograr escalabilidad y, al mismo tiempo, simplificar su complejo panorama de los datos.

Gracias a los datos en tiempo real, las organizaciones y organismos públicos pueden disponer de una visibilidad continua de toda su red, que otorga capacidad de supervisar el estado del sistema de forma permanente para anticipar las desviaciones antes de que se conviertan en críticas. El resultado es una recuperación más rápida de los servicios en caso de incidente, pero también una mejora constante del rendimiento y la seguridad. El tiempo real se convierte así en una palanca estratégica para diseñar infraestructuras más ágiles, más resilientes y mejor preparadas para los retos del futuro, también en el sector energético.

Matías Cascallares trabaja en la empresa Confluent.

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