Invertir y fijar los precios del gas son, a juicio de expertos, claves para recuperar este servicio en Venezuela, un país que enfrenta fallos en el abastecimiento del recurso, pese a ser "la octava reserva gasífera del mundo", según el Gobierno.
El presidente Nicolás Maduro aseguró recientemente que el país tiene "problemas graves" en el suministro del gas, por lo que ordenó al ministro de Petróleo y presidente de la estatal Pdvsa, Rafael Tellechea, solucionar en tres meses los fallos, que afectan, principalmente, a siete de los 23 estados.
Según dijo a EFE Antero Alvarado, socio principal en Gas Energy Latin America, un trimestre es un lapso "muy inmediato" para recuperar la industria y abastecer al país, para lo que se necesitan "años" de inversión, que cifra en unos 10.000 millones de dólares, con lo que se podrá suministrar gas directo al 70% de los venezolanos.
El suministro de gas en Venezuela
Actualmente, indicó, solo el 7% de la población tiene acceso a gas directo, el metano, que fluye por gasoductos hacia algunos estados del país, mientras que otros, como los andinos Trujillo, Mérida y Táchira (oeste), dependen de la bombona de propano.
Considera una "gran ineficiencia" que el país, con tantas reservas de gas metano, del que podría consumir más volumen, produzca más gas propano, para lo que se requieren grandes gasoductos que conecten todas las ciudades, que pueden costar entre 300 y 400 millones de dólares, según sus datos.
Alvarado insistió en que es necesario invertir, sobre todo en infraestructura, que no se ha hecho "en muchos años" y se debe incentivar con medidas como "sincerar" los precios del servicio para que el consumidor "pague realmente el valor del gas a lo largo de la cadena" y se convierta en un negocio rentable.
"El problema raíz que yo veo es que no hay incentivos para que una empresa, por lo menos, chilena, venga y se meta en el negocio, porque no hay señales claras de precios", señaló Alvarado.
La Asociación Venezolana de Procesadores de Gas (AVPG) aseguró que la situación de precios "fuertemente rezagados" del mercado interno no permite generar suficientes recursos financieros para la operativa y para mantener los planes de inversión.
De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), hubo 26 protestas en los cuatro primeros meses del año por los tiempos de espera para la entrega de bombonas y la distribución desigual de cilindros de gas doméstico.
En San Blas, un sector de Petare, la favela más grande de Venezuela, "siempre hay problemas para acceder al gas", dijo a EFE Anabel Rodríguez, habitante de esta comunidad, donde la recarga de bombonas se hace, de manera oficial, cada mes y medio.
En el comedor para niños de bajos recursos donde trabaja, una bombona de 10 kilos dura apenas ocho días, lo que la obliga a ella y los demás voluntarios a "caer en manos" de los informales, que cobran hasta 10 dólares, mientras que el precio oficial en ese sector es de 15 bolívares, unos 57 centavos de dólar.
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