Australia acelera para alcanzar el objetivo de recorte de las emisiones para 2030

El Gobierno de Australia aseguró este jueves que tras seis meses en el poder han logrado impulsar políticas y medidas que aceleran al 40 % el recorte de emisiones contaminantes previsto para 2030, aunque esta cifra aún se queda a tres puntos porcentuales del compromiso gubernamental.

El ministro para el Cambio Climático y Energía, Chris Bowen, elogió en un discurso frente al Parlamento el trabajo del actual Ejecutivo, que asumió el cargo tras ganar las elecciones de mayo, y subrayó la meta establecida por ley en septiembre de disminuir al 43 % los gases para el 2030 -respecto a niveles de 2005-.

Bowen también utilizó su turno para atizar anterior gobierno conservador, que durante nueve años en el poder apoyó fuertemente a la industria del carbón, por proyectar un recorte del 30 % y que no tenía la lucha contra la crisis climática como prioridad.

"Hemos elevado las perspectivas (de reducción de emisiones contaminantes) en un tercio en sólo nuestros primeros seis meses", dijo Bowen al presentar la primera Declaración Anual sobre el Cambio Climático que entrega el gobierno laborista, que prometió durante su campaña electoral impulsar las políticas medioambientales.

Las emisiones en Australia

La declaración fue publicada junto al Informe gubernamental de las emisiones contaminantes en cumplimiento de los requisitos fijados por la nueva Ley sobre el Cambio Climático.

El informe, elaborado por la Autoridad para el Cambio Climático, remarca que para alcanzar el compromiso de reducción del 43 % para 2030 y la neutralidad de emisiones para 2050 es necesario que la tasa de descarbonización sea de al menos 17 millones de toneladas de carbón por año.

"Hay quien pide más. Entiendo el sentimiento y, por supuesto, como hemos dicho en repetidas ocasiones, vemos el 43 % como una base, no un techo", precisó el ministro, en una sesión retransmitida en directo por el portal del Parlamento, en referencia a metas más ambiciosas que reclaman científicos y ecologistas.

Australia, uno de los mayores contaminantes per cápita del planeta, ha sufrido en los últimos años el impacto de devastadores incendios, inundaciones, sequías, blanqueamiento sucesivos de los corales, climas extremos, entre otros desastres naturales, que se agravarán por la crisis climática.