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Barcelona Energía, la comercializadora pública de Ada Colau, comienza a operar en el mercado pero aún sin dar servicio al ciudadano

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Ya es una realidad. Ada Colau anunció que tendría lista una comercializadora de electricidad para Barcelona en 2018 y así ha sido. En diciembre superó todos los trámites legales para poder operar en el mercado eléctrico, y ya figura en el listado de comercializadoras de energía eléctrica de la CNMC, bajo el nombre de Tractament I Selecció de Residus, S.A. con sede en Sant Adrià del Besòs. Lo dirige a través de esta sociedad mercantil y del ente propio Tersa, y sólo con lo que consume el Ayuntamiento, puede comprar desde el primer día 179 GWh/año.

Por el momento, desde el 1 de febrero, su actividad consiste en gestionar y actuar como agente del mercado eléctrico de los 45 MW de las plantas públicas que actualmente explota: 41 plantas fotovoltaicas instaladas en edificios del Ayuntamiento de Barcelona, la planta de valorización energética de Sant Adrià de Besòs y la planta de aprovechamiento energético de biogás del vertedero del Garraf. Unos 200.000 MWh de energía renovable que equivaldría al consumo aproximado anual de unas 87.000 familias.

Pero en julio comenzará la segunda fase, la comercialización y venta de electricidad a terceros. Está previsto que suministre la energía eléctrica de edificios y equipamientos municipales de la ciudad de Barcelona, y posteriormente se ofrecerá este servicio a la ciudadanía, pero a un máximo de 20.000 hogares ya que las leyes de competencia impiden a una empresa pública servir a más del 20% de los clientes privados. No obstante, si toda el área metropolitana participa en Barcelona Energia, se podría ampliar el número de abonados.

Para el concejal de Presidencia, Agua y Energía, Eloi Badia, es importante recuperar la gestión pública de la energía, “porque es un servicio básico y no pueden primar los intereses de unos cuantos por encima del interés general". Por eso, se están dotando de "herramientas para aumentar el liderazgo público para independizarnos del oligopolio eléctrico; para desempeñar un papel activo en el mercado energético; para ser más verdes y llenar la ciudad de energías renovables; para ser más eficientes, con la máxima producción local; para facilitar el autoconsumo; para garantizar el derecho energético, y para hacer partícipe a la ciudadanía y que esta tenga un papel activo”.

Comercializadoras municipales

Sin embargo, Barcelona no es pionera en este tipo de iniciativas. Otros municipios le han llevado la delantera, aunque a una escala mucho más pequeña y con menos repercusión social. Algunos han optado por ser compradores directos de electricidad en el mercado mayoristas para cubrir las necesidades energéticas de sus edificios e instalaciones municipales y otros ofrecen el servicio también a sus vecinos.

Del primer caso, hay tres más. El primer municipio fue el de Avilés, en Asturias, que en julio de 2014 anunció que iba a comprar directamente en el mercado mayorista la energía necesaria para abastecer aproximadamente el 60% del consumo del alumbrado público de la ciudad. Después le siguió Canfranc (Huesca), que se dio de alta como “gran consumidor” y ahora adquiere directamente en las subastas diarias toda o parte de la energía que consumen. Y casi en las mismas fechas que Barcelona, el madrileño municipio de Rivas Vaciamadrid.

El ayuntamiento de Madrid ya ha anunciado que seguirá sus pasos, cuando finalicen los contratos de alumbrado y de suministro eléctrico municipal, iniciarán su propio proyecto piloto para convertirse en los brokers de su energía. Y podrían ser más.

La segunda fase, la de convertirse en una comercializadora que vende electricidad a terceros, tampoco es nueva en España. Según el listado de la CNMC, hay más de una docena de ayuntamientos que cuentan con su propia comercializadora. Casi todas están en Lérida, como es el caso de la Societat Municipal de Distribució Eléctrica de Tirvia, la Eléctrica Sudanell, la Empresa Municipal de Distribució D'energia Elèctrica de Ponts, o la Empresa Municipal de Distribución de Energía Electrica de Almenar, así como las distribuidoras y ahora también comercializadoras Distribuidora Eléctrica D'albatarrec,  Comercialitzadora Electrica de Montoliu de Lleida y Electrica Salas de Pallars Comercialitzadora. Ninguna de estas poblaciones supera los 3.500 habitantes.

Según fuentes de ASEME, la asociación de distribuidoras de electricidad con menos de 100.000 clientes y comercializadoras vinculadas a dicho colectivo, "son empresas municipales que nacieron hace muchos años como distribuidoras de electricidad y después decidieron ampliar su servicio como comercializadoras, no es ninguna novedad".

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