El momento de las baterías ha llegado. Su función de gestionar las energías renovables para evitar los vertidos y la canibalización de precios ya empieza a verse necesario. La situación empieza a ser urgente y hay que acelerar tanto las ayudas como la regulación para hacer posible el despliegue de baterías e hidrógeno verde a gran escala.
Los sistemas de almacenamiento de energía están acaparando muchos titulares en las últimas semanas. Parece que, con el aumento de la capacidad solar fotovoltaica, ha llegado el momento en que los precios de los mercados de electricidad empiezan a mostrar el impacto de las renovables y eso ha levantado algunas alarmas, pero también las alertas de las oportunidades de negocio para las baterías y los sistemas de almacenamiento en general.
BESS: los sistemas de almacenamiento de energía en baterías
Si bien esta situación ya hacía tiempo que se preveía, parece que, llegado el momento, está cogiendo a todo el mundo por sorpresa. Ni las empresas, ni el gobierno, ni la regulación están aún preparados para las baterías.
Las instalaciones de baterías aún tienen prácticamente imposible conseguir financiación si no disponen de ayudas. Si bien ya hay ayudas en marcha para sistemas de almacenamiento, falta otro factor muy importante para la implantación de estos sistemas de forma generalizada: una regulación clara.
El largamente prometido mercado de capacidad empieza a ser muy urgente. Sin los pagos por capacidad, toda la inversión requerida para poder instalar toda la capacidad de almacenamiento que se necesita no se va a dar a tiempo para tener una transición energética mínimamente tranquila y segura.
Los pagos por capacidad son imprescindibles para el desarrollo del almacenamiento. El Estado debe promover el almacenamiento con los pagos por capacidad, necesarios para la bancabilidad de los proyectos. Del mismo modo que Francia está dispuesta invertir miles de millones de euros en la nuclear, ha llegado el momento de que España de un impulso decisivo a la instalación de baterías. ¿Qué será más rentable? ¿Desarrollar nuevas nucleares en Francia o desarrollar fotovoltaica con baterías en España?
El almacenamiento de energía: necesario para la fotovoltaica
El pasado 26 de abril se registró un nuevo récord de producción instantánea de la solar fotovoltaica que sobrepasó los 15 000 MW. Según los últimos datos de Red Eléctrica de España (REE), la capacidad instalada de fotovoltaica a nivel nacional alcanza ya los 20,3 GW, un valor que hará revisar claramente al alza el objetivo del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) para 2030, que actualmente se sitúa en 39,2 GW. Este aumento de la producción solar está llevando, ya en primavera, con la ayuda de la producción eólica y de la baja demanda en esta época del año, a precios muy bajos durante las horas centrales en algunos días.
Este fenómeno de la canibalización de precios, aunque ya lleva años siendo anticipado, parece haber tomado por sorpresa al sector, que ha empezado a tomarse muy en serio la necesidad de la capacidad de almacenamiento de energía en un sistema eléctrico con mucha aportación de la solar y la eólica.
La hibridación del almacenamiento con las energías renovables permitirá la gestión de una producción renovable que es variable por naturaleza. Esta capacidad de gestión permitirá evitar en gran parte los vertidos de energías renovables y, ya que permitirá almacenar parte de la energía para inyectarla en la red en momentos posteriores con mejores precios, será muy necesaria para la fotovoltaica al permitir evitar la excesiva canibalización de los precios en las horas centrales del día.
El hidrógeno verde: el compañero ideal de la fotovoltaica
El hidrógeno verde será el indiscutible combustible del futuro. Su papel en la descarbonización de algunos sectores, como el transporte y la industria, donde la electrificación no es posible, será clave y su demanda se espera que se multiplique al menos por seis en unas pocas décadas.
galan
03/05/2023