El hidrógeno verde empieza a sonar cada vez con más fuerza como la energía del futuro. Este gas, producido a partir de agua y electricidad renovable, se presenta como una alternativa limpia frente a los combustibles fósiles. Y la banca ya lo tiene en el radar. BBVA ha decidido apostar con firmeza por este sector, convencido de que no solo ayudará a reducir emisiones, sino que también generará empleo y abrirá nuevas oportunidades industriales en España y Europa.
Dorian de Kermadec, director general de Low Carbon Advisory en BBVA, explicó en una entrevista que desde la entidad ven un apetito real por parte del sector financiero para invertir en activos de hidrógeno”. Según el directivo, el interés existe, pero el gran reto está en que los proyectos sean lo suficientemente sólidos y maduros para atraer esas inversiones. “El desafío no es la financiación en sí misma, sino la falta de proyectos listos para ser financiados”, puntualizó.
El banco ha diseñado una estrategia para acompañar a las empresas en todas las fases de desarrollo de sus proyectos de hidrógeno verde. La entidad ayuda a estructurar la financiación combinando ayudas públicas, inversión privada y deuda, y pone a disposición de los promotores un equipo con conocimientos técnicos e industriales. Este enfoque, destacan desde el banco, permite dar un valor añadido más allá del dinero: el asesoramiento especializado que necesitan iniciativas tan complejas.
Participación
La entidad ya ha participado en proyectos pioneros como Basque Hydrogen, en el puerto de Bilbao. Se trata de la primera planta de hidrógeno electrolítico financiada en formato project finance en el sur de Europa. La instalación, que producirá combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde, marca un hito para el sector. En esta operación, BBVA fue tanto asesor del promotor como coordinador de la deuda.








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