BlackRock se hace con el mayor operador de energía eólica de África

Finnfund, financiera finlandesa de desarrollo e inversora de impacto, ha llegado a un acuerdo para vender sus acciones en Lake Turkana Wind Power Limited (LTWP) en Kenia, propietaria y operadora del mayor parque eólico de África. Finnfund ha sido accionista de la empresa desde que comenzó la construcción del parque eólico en 2014. Las acciones serán adquiridas por Climate Finance Partnership (CFP), un vehículo financiero público-privado gestionado por BlackRock Alternatives.

El acuerdo ya se ha firmado y el cierre está previsto para el segundo trimestre de 2023. LTWP fue la mayor inversión de capital realizada por Finnfund en el momento del compromiso. También fue una de las mayores inversiones privadas en la historia de Kenia. Junto con el rendimiento pagado por la empresa, la transacción supondrá más del doble de la inversión inicial realizada por Finnfund.

"Se trata de un siguiente paso natural para nosotros", afirma la directora asociada de Finnfund, Helena Teppana, que ha participado estrechamente en el proyecto desde el principio y en el Consejo de Administración de la empresa desde 2014. "Estuvimos allí para compartir el riesgo inicial de la fase de construcción y el inicio de las operaciones. Hoy se ha demostrado que el parque eólico está a la altura de las expectativas y genera ingresos al suministrar a Kenia energía verde de bajo coste. Ha llegado el momento de seguir adelante".

Renovables en Kenia

Finnfund obtiene su financiación del Estado de Finlandia y de los mercados de capitales privados, así como de los beneficios no distribuidos de sus inversiones. Todos los beneficios se reciclan en nuevos proyectos que impulsen el desarrollo sostenible. "En el futuro, seguiremos invirtiendo en proyectos de energías renovables en el continente", afirma Teppana. La energía renovable es uno de los sectores de interés de Finnfund. Entre las inversiones recientes figura, por ejemplo, un proyecto de energía geotérmica en el condado de Nakuru (Kenia).

David Giordano, director Global de Infraestructuras Climáticas de BlackRock Alternatives, comenta: "Estamos entusiasmados de que la primera inversión de CFP sea en Kenia, una de las economías de más rápido crecimiento de África, y esperamos trabajar con nuestros socios en la región para encontrar futuros desarrollos que no solo capitalicen la oportunidad de inversión histórica que presenta la transición energética, sino que también contribuyan a las economías locales."

Condiciones de viento excepcionales

El parque eólico del lago Turkana se conectó a la red nacional en 2018. Hoy en día, satisface hasta aprox. el 14% de la demanda actual de electricidad de Kenia, dando servicio a 1,2 millones de hogares. La electricidad generada por LTWP ha reducido la dependencia de Kenia de las importaciones de combustible, ayudando al país a ahorrar más de 281 millones de euros entre 2018 y 2021. Kenia es una de las economías africanas de más rápido crecimiento y se espera que su demanda total de electricidad crezca a un ritmo de casi el 5% anual debido a la creciente urbanización, la electrificación rural y el rápido desarrollo.

"El proyecto ha superado nuestras expectativas en muchos aspectos", afirma Teppana. "A pesar de su tamaño y su ubicación rural, el proyecto se construyó a tiempo y dentro del presupuesto. Durante su funcionamiento, hemos visto cómo el parque eólico alcanzaba un excepcional factor de capacidad medio anual de más del 60%. Algunos días, durante algunas horas, el parque eólico ha generado energía verde para la red keniana al 100% de su capacidad. Se trata, sin duda, de uno de los mejores emplazamientos eólicos del mundo", afirma Teppana.

Además de generar energía, LTWP actúa como catalizador del desarrollo de la zona. Desde su creación, LTWP se ha dedicado a garantizar que las comunidades locales se beneficien del proyecto. Como parte de este compromiso, LTWP creó Winds of Change (WoC), a través de la cual LTWP emprende proyectos de desarrollo comunitario sostenible. El principal objetivo de WoC es mejorar el acceso a la educación, la sanidad y el agua, así como apoyar diversas actividades de desarrollo comunitario.

Durante el pico de su fase de construcción, el proyecto empleó a unas 2.500 personas en una zona rural muy remota. Más de 400 empleos son permanentes. La carretera de 200 kilómetros construida para el proyecto ha reducido el tiempo de viaje a la ciudad más cercana de días a horas. Esto ha beneficiado especialmente a los pescadores locales, que ahora pueden vender pescado fresco a un precio más alto.