Eficiencia

Bomba de calor: cifras y letras energéticas

El PEF o factor de energía primaria debe actualizarse con proyecciones a futuro, si queremos llegar a los objetivos de descarbonización

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La tecnología de bomba de calor es una de las que más contribuyen a la descarbonización de edificios; es necesario actualizar el PEF[1] a la visión de futuro que nuestro PNIEC[2] y la EPBD[3] exigen, facilitar la armonización legislativa y corregir la poca agilidad para adoptar e impulsar su despliegue en renovación de edificios y llegar a los objetivos de la Unión Europea.

PEF: cifras con un criterio obsoleto

El factor de energía primaria expresa la conversión de energía de fuentes primarias, como el carbón o el petróleo, a consumo energético para los usuarios finales, como la electricidad, y está también ligado a emisiones de CO2 atribuidas al uso de la misma.

El PEF determina el cálculo de la energía renovable de las bombas de calor[1]. Un PEF bajo refleja que el kWh de electricidad se considera más limpio. Y cuanto más bajo es el PEF, mayor es la contribución a renovables de la aerotermia y la geotermia.

España reporta su contribución a renovables a la UE a través del IDAE, quien hace llegar a Eurostat los datos que AFEC –Asociación de Fabricantes de Bombas de Calor­– recoge anualmente. Es de especial importancia reflejar estos datos que muestran tanto la realidad, como el avance de España en la carrera hacia el net zero.

La revisión del PEF no refleja la realidad

La nueva EPBD muestra un valor del PEF del 1.9 para la electricidad, frente al 2.4 anterior. Este paso es positivo, dado que la contribución a renovables del parque de bombas de calor existente será mayor. Sin embargo, es insuficiente y no refleja la realidad, ni la actual, ni la futura.

El valor del PEF del ≈2,4 fue un valor establecido en 2016, basado en el mix de energía del período 2007 a 2013, según hipótesis estadísticas y supuestos acordados. Aunque en 2022 se revisó en la UE a 1,9 en España se sigue utilizando el 2,4.

Adoptar el factor 1,9 ya sería un pequeño avance, según refleja AFEC en su informe de mercado 2024, pero no es suficiente.

  • A la electricidad se le aplica el factor 1,954 al llegar a un edificio, penalizando la estimación de contribución de las bombas de calor a renovables, el cálculo de aporte de renovables para justificaciones requeridas en el CTE (Código Técnico de la Edificación) y la estimación de emisiones indirectas de carbono.

  • Perjudica severamente la certificación de eficiencia energética de los edificios, por lo que no se llegaría a la meta de la letra A en edificios rehabilitados, ni siquiera con aplicación de aislamiento en la envolvente y la mejor solución de calor con muy alta eficiencia energética, como la bomba de calor.

Según la EPBD, los Estados miembros pueden definir los factores de energía primaria o de ponderación, cuyo cálculo “se fundamentará en factores de energía primaria actualizados periódicamente y prospectivos […], y tendrá en cuenta la combinación energética prevista de conformidad con el PNIEC. Dichos factores de energía primaria o de factores de ponderación podrán basarse en información nacional, regional o local. Esos factores de energía primaria o factores de ponderación podrán establecerse por año, por estación, por mes, por día o por hora, o basándose en información más precisa facilitada para cada sistema urbano.

Dado que cerca del 90% del parque residencial en España cuenta con una calificación energética E, F o G, las peores en términos de consumo y emisiones, deberíamos evitar el efecto desincentivador que un PEF tan desfasado tiene sobre actuaciones de rehabilitación energética, al no conseguirse mejora en la letra del certificado.

Actualizar el PEF adoptando principios alineados con las políticas energéticas de la UE y del MITECO, siguiendo criterios proyectados a futuro, basados en valores de mix de electricidad a 2030 y emisiones que tienden a cero, es imprescindible. En el caso del PEF de energía renovable, se podría considerar un valor cercano a cero. El momento es ahora, para llevarlo al Plan Nacional de Rehabilitación, a la EPBD, etc.

MEPS y DAP: letras desalineadas

Las bombas de calor deben cumplir las cada vez más estrictas normativas de ecodiseño, que están siendo revisadas según los distintos lotes de productos. Algunos de ellos se enfrentan a requisitos de MEPS (Minimum Energy Performance Standards o normas mínimas de eficiencia energética). Sin embargo, los tradicionales equipos multisplit de aire acondicionado que tan frecuentemente instalamos en España, por nuestro perfil edificatorio multifamiliar vertical, deben cumplir además con restricciones a refrigerantes fluorados impuestas desde el reglamento FGas, y las alternativas, en este tipo concreto de equipos, no hacen posible llegar a las cifras de los futuros MEPS.

Mantener los valores del reglamento actual de MEPS, previos a la revisión en curso, permitiría que una solución tan necesaria para España, con temperaturas crecientes en veranos cada vez más calurosos y largos, siguiera dando servicio a millones de familias.

Otro acrónimo que nos ronda últimamente son los DAP o Declaración Ambiental de Producto, una información que será obligatoria, según la EPBD, para el cálculo del ciclo total de vida de los edificios, con datos cuantificados y verificables para realizar comparaciones objetivas.

Actualmente los fabricantes de bombas de calor incluyen en sus productos, la información sobre eficiencia y etiqueta energéticas pertinente, en una base de datos europea (EPREL), tras costosas certificaciones de cada modelo de equipos. Los DAP exigen pruebas algo diferentes en laboratorios terceros, lo cual obligaría a pagar nuevamente por la certificación cantidades de 6 dígitos, y en algunos países, adicionalmente, tienen otras certificaciones propias.

No sería posible crear una DAP para cada línea de productos, actualizada cada 5 años, de acuerdo con 27 conjuntos de normas diferentes, gestionados a través de 27 bases de datos.

Necesitamos armonizar letras y cifras, cifras y letras para poder avanzar juntos de forma sostenible, firme, contundente, determinada y rápida. Ahora.


[1] Primary Energy Factor o factor de energía primaria.

[2] Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

[3] Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (Energy Performance of Buildings Directive)

[4] Directiva Europea de Energías Renovables (RED II, 2018/2001)


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