Antonio Brufau continuará como presidente no ejecutivo de Repsol, pese a que en marzo de 2019 expresó al consejo de administración su intención de ser reelegido por última vez consejero en la junta de accionistas de ese año y dejar de presidir la compañía en 2024.
Repsol ha publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el orden del día de su próxima junta de accionistas, que celebrará el 25 de mayo, a la que se propone, además de la reelección de Brufau, anticipada por_ El Confidencial,_ la del CEO, Josu Jon Imaz.
Según han indicado a EFE fuentes de la compañía, existe desde hace tiempo un debate sobre la sucesión de Brufau en la Presidencia, pero en este momento el consejo de administración ha considerado que lo más adecuado es que continúe por un nuevo periodo para garantizar un proceso ordenado en el relevo al frente de la petrolera.
El consejo de Repsol
El presidente de la energética ha propuesto al consejo rebajarse en un 50% su sueldo hasta los 1,25 millones de euros en unos momentos de alta volatilidad en el mercado de modo que se pueda garantizar en el futuro una transición tranquila, según fuentes cercanas a la petrolera.
Brufau, que preside Repsol desde 2004, aunque se había incorporado en 1996 a su consejo de administración, encara así a sus 75 años de edad un nuevo mandato por cuatro años.
El directivo, que, entre 1997 y 2004 presidió Gas Natural, participada entonces mayoritariamente por La Caixa y Repsol, fue nombrado en enero de 1999 director general del Grupo La Caixa.
En 2004 dejó Gas Natural, al ser elegido presidente de la entonces denominada Repsol YPF, donde sustituyó a Alfonso Cortina.
La petrolera reordenó su estructura organizativa en 2005 y suprimió el cargo de consejero delegado, con lo que todo el poder ejecutivo pasó a la presidencia que ostentaba Brufau.
No sería hasta diez años después, en 2015, cuando volvió a recuperarse el puesto de consejero delegado en Repsol, que ocupa desde entonces Josu Jon Imaz, al que se cedieron todas las funciones ejecutivas.
Brufau se apresta a una nueva reelección después de que el año pasado el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón le levantara su imputación en una de las piezas del caso Villarejo.
Antonio Brufau había sido imputado en abril de 2021, junto al expresidente de CaixaBank, Isidro Fainé, en la causa que investiga el presunto espionaje al expresidente de Sacyr Luis del Rivero, y si hubo confluencia de intereses para desbaratar una operación de Del Rivero para asociarse con la petrolera mexicana Pemex y hacerse con el control de Repsol.
Las votaciones
En la junta, además de la reelección de Brufau e Imaz, se votarán las de los consejeros Aránzazu Estefanía Larrañaga, María Teresa García-Milá Lloveras, Henri Philippe Reichstul, John Robinson West y Manuel Manrique, presidente y consejero delegado de Sacyr.
Además, en el orden del día figura el nombramiento de María del Pino Velázquez Medina como consejera externa independiente, con el que Repsol alcanza un 40 % de presencia de mujeres en su consejo de administración.
Asimismo, en la junta de accionistas se someterá a votación la aprobación de un dividendo de 0,375 euros brutos por acción con cargo a reservas libres, asimilable al tradicional pago a cuenta y que se pagaría en enero de 2024.
También figura en el orden del día la aprobación de una reducción de capital social por importe de 50 millones de euros mediante la amortización de 50 millones de acciones propias de la sociedad.
Asimismo, se propone a la aprobación de la junta una reducción del capital social por un importe máximo de 132,74 millones de euros, equivalente al 10 % del capital social, mediante la amortización de un máximo de 132.739.605 acciones propias de la Sociedad.
Repsol ya había amortizado el año pasado 200 millones de títulos (un 13,1 % del capital social), anticipándose al objetivo previsto en su plan estratégico.
También se votará en la junta la propuesta de delegar facultades en el consejo de administración, en la comisión delegada o el consejero delegado para ejecutar reducciones de capital adicionales por un máximo de 132 millones de acciones propias (el 10 % del capital).
Con esta medida, se pretende tener una mayor flexibilidad para ejecutar esas amortizaciones que incrementan el valor para el accionista.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios