Bruselas investigará los pagos por capacidad como posibles ayudas ilegales

La Comisión Europea investigará los mecanismos de capacidad, más conocidos en España como pagos por capacidad, en todos los países donde se estén dando estas ayudas.

Los responsables de materia regulatoria y de competencia investigarán si los gobiernos europeos están pagando subsidios ilegales a las eléctricas por la puesta en marcha de plantas de generación en reserva, según han contado funcionarios de la Unión Europea al portal Euractiv.

Los mecanismos de capacidad se utilizan en algunos países de la UE, como Finlandia, Grecia, Portugal, España, Italia, Irlanda, Suecia y el año pasado se sumó Gran Bretaña, para financiar la generación de electricidad que no es necesariamente rentable, pero que es necesaria para garantizar el suministro.

La Comisión Europea ha afirmado que sólo debería ser el último recurso, es decir, que sirvan para mantener la seguridad de suministro.

"Los mecanismos de capacidad eléctrica pueden ser necesarios para la seguridad de suministro, pero pueden plantear cuestiones de competencia que la Comisión piensa mirar con cuidado", ha dicho la portavoz de la Comisión, Lucía Caudet.

Según explica Euractiv, la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, propondrá la apertura de la investigación a sus colegas de la Comisión en los próximos meses.

La investigación partiría de los responsables del departamento antimonopolio, pero varios funcionarios de la Comisión de Energía que dirige el español Miguel Arias Cañete ayudarán

Revisión de ayudas

El director de la división de energía de la Comisión, Klaus-Dieter Borchardt, dijo a Reuters en el marco de una conferencia en Bruselas que aún no se había adoptado una decisión formal sobre una investigación, pero hay una posibilidad muy alta de que se haga.

Esta posible investigación también casa con la postura que adoptó la nueva comisión a la hora de elaborar el documento de la Unión Energética. Según ha contado en varias ocasiones Arias Cañete, Bruselas estudiará todas las subvenciones del sector energético, una partida que asciende a más de 120.000 millones al año. “Se están revisando todos los planes de ayudas”, dijo el comisario de Acción contra el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, en la presentación de un estudio sobre energía del Círculo de Empresarios en Madrid.

Ciclos a medio gas

Muchas empresas eléctricas se han quejado de que en este momento no son rentables las centrales con tecnología de última generación de gas, más conocidos como ciclos combinados, que son importantes para garantizar el suministro y la compensación de las fuentes renovables intermitentes.

En el caso de España, los pagos por capacidad para este 2015 son de 685 millones de euros. En 2014 la partida ascendió a 900 millones y está previsto que cada año unos 700-750 millones vayan destinados sobre todo a estas centrales.

Aunque los pagos por capacidad en España son una auténtica incógnita. "La falta de transparencia en los pagos por capacidad es tremenda, no existe ninguna información sobre qué centrales están cobrando estas ayudas", explica Jorge Morales de Labra, director general de Geoatlanter y agente del mercado eléctrico.

La CNMC es quien tiene esos datos pero no los ha hecho públicos nunca. Las beneficiarias de estas ayudas son las eléctricas. En España se construyeron 27.000 MW de potencia en ciclos combinados presuntamente para respaldar las energías renovables. Pero tanta instalación no era necesaria, así lo ha demostrado el tiempo y la demanda eléctrica en España.

¿Cual es el problema para las eléctricas españolas? Si finalmente Bruselas considera ilegales parte de los pagos por capacidad, estas dejarán de percibirlas y tendrán que afrontar el reto de hacer rentables unas costosísimas inversiones. Las eléctricas se dejaron más de 13.000 millones de euros en estas centrales de gas, que a día de hoy funcionan al 10% de su producción.

La cuestión es demostrar que las centrales son necesarias,y por lo que parece, algunas plantas no lo son. Lo ha dicho el operador del sistema Red Eléctrica en varios informes. Existen 5.000-6.000 MW de ciclos combinados que podrían cerrarse y el sistema podría funcionar con la actual demanda. Está claro que no todas las centrales cobran los pagos por capacidad, pero sí un buen número, y si la Comisión prueba que se están realizando para hacer rentables a las centrales, las eléctricas tendrían un problema.

Mejor para el consumidor

¿Quién se beneficiaría de una reducción o de una posible eliminación de los pagos por capacidad? Sin duda alguna el consumidor. A día de hoy, los pagos por capacidad son parte de los costes del sistema, y la tarifa es finalmente la que soporta los mismos, por lo que el consumidor final se vería gratificado con una caída del recibo eléctrico.

Pero los mecanismos de capacidad son la tabla de salvación de las eléctricas. Saben que las centrales son necesarias para la seguridad de suministro, y a día de hoy este objetivo prima en la Unión Europea.

Por ejemplo, Alemania estudia la posibilidad de pagar a RWE y a E.ON para que mantengan sus centrales de ciclo combinado. Si cerrasen todas las plantas se generaría un enorme problema, sobre todo, cuando no sople viento o no haya una alta radiación solar.

Francia también está viendo cómo integrar los pagos por capacidad en sus sistema. Quiere un modelo parecido al británico. Se trata de una subasta por la cual se fija un precio para una serie de años. Y no hay más, ni menos.

Sin embargo en España, el sistema de pagos por capacidad solo lo conocen el regulador y el Ministerio de Industria, y las eléctricas que lo han percibido. Pero no hay una subasta pública que fije el precio. El sistema está al antojo del Gobierno. El último ejemplo el del carbón. Ahora Industria propone pagos por capacidad para aquellas centrales térmicas que inviertan en mejorar la desnitrificación y así puedan seguir quemando carbón nacional. Unas ayudas que desde la Unión Europea vigilarán de cerca porque no serían para mantener la seguridad de suministro sino por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.