La Comisión Europea está a punto de presentar su nueva caja de herramientas para afrontar el alza de los precios en los mercados energéticos. Una de sus propuestas más llamativas, además ddee las ya contadas por este diario, es que pretende asestar un duro golpe al sector eléctrico europeo a través de un dividendo del gas. Es decir, como ya intentó y prohibió al estado español, Bruselas pretende que las compañías energéticas que se hayan beneficiado por sus ventas en el mercado eléctrico y hayan recibido extraordinarias ganancias por el alto precio del gas paguen buena parte de estos windfall profits.
El objetivo de Bruselas es que este dinero se destine a energías limpias, principalmente renovables, y así avanzar tanto en la descarbonización como ganar dependencia energética frente al gas procedente de otros mercados.
Europa que no ha querido saber prácticamente nada de explorar su propio gas, ahora quiere hacer frente a la dependencia del gas ruso y por ello busca otras alternativas. Y la manera más fácil que ha encontrado es mirando al bolsillo del propio sector privado.
El modus operandi sería el siguiente. Permitiría a los Estados Miembro que gravasen de alguna forma a las compañías eléctricas poseedoras de tecnologías inframarginales (nuclear, hidroeléctrica y renovables sin primas) por esos beneficios extraordinarios y con todo el dinero que recaude destinarlo a la instalación rápida de energías renovables así como a eficiencia energética de los edificios.
Además, los países también podrían utilizar los ingresos para apoyar a los consumidores y las industrias afectados por los altos precios de la electricidad, siempre que dicha compensación no distorsione el mercado de la UE.
Eeste miércoles, el Gobierno español ha anunciado la extensión de la rebaja fiscal a la luz y el paquete de ayudas a los consumidores vulnerables e industria hasta mediados de año.
Cabe recordar que esta medida fue una de las que quiso adoptar el Gobierno de Pedro Sánchez, pero desde la Comisión Europea se lo prohibieron porque pensaban que distorsionaba el mercado eléctrico.
Ahora este megadividendo del gas se podría aplicar en cada uno de los 26 estados europeos, pero será decisión de cada uno de ellos, no se tomará a nivel europeo, y en vez de recaudar el dinero para otros fines, se tendrá que destinar a la transición energética.
Habrá que esperar a ver qué decisión toma cada Estado. Es previsible que en España, por su anterior intento, trate de hacer algo con esta nueva herramienta que le da la Comisión Europea.
david
03/03/2022