La Comisión Europea (CE) ordenó hoy a Francia recuperar alrededor de 50 millones de euros en ayudas otorgadas a las empresas con un gran consumo de electricidad entre 2003 y 2015 al considerar que sobrepasan el límite establecido en la legislación de la Unión Europea (UE) sobre esos apoyos financieros.
Según explicó Bruselas en un comunicado, en Francia todos los consumidores de electricidad deben pagar una sobretasa o impuesto adicional conocido como “contribución al servicio público de electricidad” (CSPE, por sus siglas en francés).
Ese impuesto se destina a apoyar medidas favorables a las energías renovables, la cogeneración de alto rendimiento, la compensación a los generadores de electricidad en áreas geográficas no interconectadas y a la implementación de la tarifa social de la electricidad.
Sin embargo, para mantener la competitividad internacional de las compañías que utilizan grandes cantidades de electricidad, París permitió una reducción de esa tasa a esas empresas.
El Ejecutivo comunitario dio este martes luz verde a la mayoría de esas rebajas aplicadas entre 2003 y 2015 porque “ayudaron a lograr los objetivos climáticos y energéticos de la UE sin distorsionar de forma indebida la competencia en el mercado único”.
Aun así, la CE pidió a Francia recuperar la parte de esas disminuciones (estimada en menos de 50 millones de euros) que exceden los niveles permitidos, de acuerdo con las normas de los Veintiocho sobre ayudas de Estado.