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Durante la madrugada del 26 de abril de 1986, tal y como estaba previsto, se inició una prueba en la unidad número cuatro de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, más conocida como Chernobyl. Con esta acción se pretendía comprobar la capacidad de enfriar el núcleo en caso de pérdida del suministro eléctrico exterior, alimentando 4 de las 8 bombas de agua de refrigeración con la energía residual existente durante el descenso de revoluciones del turbogrupo, cuando ya no llegara vapor a la turbina, y debía realizarse entre 700 y 1.000 MW de potencia térmica.

En este artículo repasaremos la secuencia de eventos que desencadenaron el accidente de Chernobyl para explicar, con argumentos y desde diversos puntos de análisis tanto de diseño como de operación, por qué una catástrofe de similares características no se puede producir en las centrales nucleares españolas, ni por sus causas, ni por sus consecuencias.

Partimos de modelos diferentes: la tecnología y el diseño del reactor

RBMK son las iniciales de Reaktor Bolshoy Moshchnosti Kanalniy, que significa "reactor de gran potencia de tipo canal". Estos reactores no se diseñaron para la producción de energía eléctrica, que era su uso secundario, sino para la producción de plutonio para fabricar bombas atómicas. Eran reactores de uranio con un enriquecimiento del 2% de U-235, de agua ligera en ebullición y moderados por grafito. El núcleo contenía 190 toneladas de uranio.

Los reactores RBMK se consideran intrínsecamente inseguros, debido a la suma de una serie de coeficientes positivos. La conclusión práctica es que un aumento de potencia del reactor se traduce en un aumento de temperatura que provoca, a su vez, un nuevo incremento de la potencia. Ante esta forma de funcionamiento el control del reactor es especialmente complejo y conlleva unos riesgos asociados importantes, como más adelante veremos.

España dispone de siete reactores nucleares activos, seis de ellos son de tecnología PWR de agua a presión (cinco Westinghouse y uno Siemens) y un BWR de agua en ebullición de General Electric. Los respectivos núcleos contienen entre 72 y 113 toneladas de uranio enriquecido entre el 4 y 5%. Todos ellos fueron diseñados y se utilizan exclusivamente para la generación de energía eléctrica. Estos tipos de reactores se consideran intrínsecamente seguros, gracias y a diferencia de lo que sucede con el modelo RBMK, a un resultado negativo total de sus coeficientes. En los reactores en funcionamiento en nuestro país un aumento de la temperatura comporta una disminución de potencia, lo que facilita su control y aumenta su seguridad. ****

Los hechos: una maniobra al límite y la inhabilitación de los sistemas de seguridad

Por la información disponible sabemos que al iniciar la bajada de potencia hasta el nivel deseado, el administrador de la red eléctrica obligó a detener esta maniobra durante unas 9 horas, esto supuso que la concentración de xenón aumentara por encima de lo previsto. El xenón es un gas que se genera como producto de la fisión y cuya principal característica es su gran capacidad de absorción de neutrones, por lo que baja la potencia del reactor al disminuir las fisiones. Una vez obtenido el permiso para retomar el descenso de potencia hasta el nivel de la prueba, ésta cayó de manera inesperada hasta unos 30 MW térmicos, muy por debajo de lo previsto, quizás por un fallo en el control automático de la potencia o por la citada presencia del xenón.

Después de unas dos horas se consiguió estabilizar el reactor a una potencia de 200 MW térmicos. Estos cambios de potencia hicieron que subiera todavía más la concentración de xenón y, para evitar que el reactor se apagara, por el efecto de absorción de neutrones mencionado anteriormente, se tomó la decisión de extraer las barras de control más allá de lo permitido, dejándose introducidas sólo 8 de las 30 que se necesitaban y llevando la central a una situación de elevado riesgo.

En esta situación, ya compleja desde el punto de vista de la operación, hay que tener en cuenta que la disposición de los equipos para la prueba que se pretendía realizar obligaba a bloquear la parada automática del reactor y, para poder observar la capacidad de refrigeración, se hizo lo mismo con los equipos de refrigeración de emergencia. Para realizar la prueba programada, y estando con cuatro de las ocho bombas de recirculación del refrigerante paradas, se cerraron las válvulas de vapor de admisión del único turboalternador que estaba funcionando. Las cuatro bombas restantes, alimentadas sólo con la electricidad producida durante la parada del alternador, no fueron capaces de refrigerar el núcleo del reactor y los equipos de emergencia no entraron en funcionamiento puesto que habían sido intencionadamente dejados fuera de servicio.

En esta situación ya fuera de control, la temperatura del refrigerante subió y empezó a hervir. Debido a los anteriormente explicados coeficientes positivos, aumentaron la potencia y la temperatura, que se retroalimentaron mutuamente causando lo que técnicamente se denomina una excursión de potencia. De acuerdo con algunas estimaciones, la potencia del reactor aumentó hasta alrededor de 30.000 MW térmicos, diez veces su potencia nominal. La elevada temperatura que ya tenía el combustible hizo que el refrigerante se vaporizarse y desencadenó una gran explosión química de vapor que dañó la envolvente del reactor. En ningún momento se produjo una explosión nuclear, imposible debido al bajo enriquecimiento del uranio de los reactores nucleares, que se sitúa entre el 2% y el 5%, mientras que el necesario en una bomba atómica es del 90%.

Ante este escenario, los operadores intentaron proceder a la parada manual del reactor, pero las barras de control no se insertaron correctamente, quizás debido a que ya existía cierta deformación en el núcleo, imposibilitando mecánicamente el deslizamiento de las barras entre la estructura. No obstante, aunque hubieran entrado en el núcleo, su efecto habría sido probablemente poco efectivo debido a la lentitud del proceso: unos 20 segundos para la inserción y 10 segundos más para ser efectivas.

A diferencia de lo explicado hasta aquí de lo que pasó en Chernobyl, en cualquiera de siete los reactores españoles la seguridad es la premisa básica para la operación y existe un muy estricto control técnico y administrativo sobre cualquier acción y, por supuesto, sobre cualquier actuación sobre las barras de control para evitar tanto inserciones como extracciones fuera de un determinado margen. Además, por diseño, la inserción de emergencia de las barras de control en estos reactores se produce en un tiempo mucho menor y su efecto, la parada del reactor, es inmediato: menos de 2,7 segundos en los PWR y 1,5 segundos en los BWR.

Siempre, ante una situación de riesgo, el primer objetivo de los operadores es comprobar o actuar manualmente la parada de seguridad del reactor, deteniendo la central, para minimizar las necesidades de refrigeración. La seguridad es siempre el primer parámetro tanto en el diseño de la instalación como en sus criterios de funcionamiento, aplicados por los operadores en todas sus acciones. Además, como se ha explicado anteriormente, la tecnología del diseño de las centrales españolas hace que ante un posible recalentamiento, la potencia del reactor disminuya.

Es necesario tener también en cuenta que en España está absolutamente prohibido realizar pruebas que dejen fuera de servicio sistemas de seguridad de la central sin disponer de medios y planes de actuación alternativos probados que puedan cumplir sus funciones y garantizar, en todo momento, la seguridad de la instalación. Cualquier prueba que se realiza, además de una conservadora cadena de toma de decisiones que evite riesgos, se apoya en la experiencia internacional y está supervisada por el organismo regulador, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). ****

El fallo de las barreras: las primeras reacciones y la falta de edificio de contención

La rotura de la envolvente del reactor permitió la entrada de oxígeno, que combinado con el grafito y las altas temperaturas, provocó un incendio. Una segunda explosión arrojó fragmentos de los canales de combustible y del grafito caliente. Existe cierta controversia entre los expertos sobre el carácter de esta segunda explosión química: es posible que la desencadenara la producción de hidrógeno a partir de las reacciones químicas del vapor con el circonio, pero también que fuera una segunda explosión de vapor. Dos trabajadores murieron instantáneamente como resultado de estas explosiones. El grafito siguió ardiendo y los productos de fisión se comenzaron a liberar al medio ambiente. Se inyectaron entre 200 y 300 toneladas de agua por hora en la mitad intacta del reactor usando las bombas de alimentación auxiliar, pero después de mediodía tuvieron que dejar de hacerlo debido al peligro de inundación de los otros reactores. No se disponía de un procedimiento claro de actuación y desde el segundo hasta el décimo día después del accidente, unas 5.000 toneladas de boro, dolomita, arena, arcilla y plomo fueron lanzadas al núcleo en llamas desde helicópteros en un esfuerzo titánico por extinguir el incendio y limitar la liberación de partículas radiactivas al exterior. Es muy relevante tener en cuenta que el edificio que contenía el reactor de Chernobyl era una construcción industrial, con estructura metálica y sin capacidad de blindaje ni de contención ante accidentes, como lamentablemente se pudo comprobar.

De nuevo el diseño nos lleva a otro argumento fundamental: en todas las centrales nucleares españolas los reactores se encuentran en el interior de los edificios de contención, construcciones diseñadas para soportar tanto posibles accidentes en su interior, evitando así la emisión de material radiactivo al exterior, como para proteger el reactor ante posibles agresiones externas, como el impacto de un avión. Dichos edificios disponen también de sistemas para filtrar el aire contaminado antes de su liberación al exterior en caso de ser necesaria la despresurización del recinto y también de recombinadores de hidrógeno activos y pasivos (que no necesitan alimentación eléctrica), que combinan las moléculas de hidrógeno con el oxígeno formando agua y evitando así las posibles explosiones de hidrógeno. ****

Más barreras de seguridad deficientes: la falta de formación y el inexistente organismo regulador

Sabemos que los operadores de Chernobyl no conocían adecuadamente el funcionamiento de su central en las condiciones de la prueba que se pretendía realizar y, aunque disponían de un simulador donde formarse, éste era compartido por todos los turnos de operación de 14 reactores. Además, en la antigua Unión Soviética no existía un regulador en materia nuclear homologable internacionalmente que supervisara la operación segura de sus centrales nucleares.

En España los operadores somos ingenieros y obtenemos nuestra licencia tras una durísima formación de tres años (dos años más para obtener la licencia de Supervisor) y realizamos entre cuatro y cinco semanas al año de formación tanto lectiva como práctica en simuladores de alcance total. Disponemos de un simulador por reactor, salvo en las centrales gemelas, que comparten simulador, en el que nos ejercitamos ante todas las situaciones que puedan aparecer durante la operación de la central, como averías, accidentes de diversa gravedad y combinaciones de ambos. Es relevante también considerar que quien nos concede la licencia tras ese periodo de formación es el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y que la cualificación mínima para superar todas las pruebas es de 8 sobre 10.

Además del fuerte compromiso con la seguridad de los operadores, el CSN dispone de un cuerpo técnico y normativo homologado internacionalmente, con inspectores residentes en todas las centrales con rango de agente de la autoridad, que tienen acceso a toda la información y a todos los recintos de la instalación para poder realizar su labor. ****

La actuación ante el accidente: los liquidadores y un plan de emergencia no efectivo

El personal que hizo frente a la emergencia de Chernobyl carecía de formación específica, no disponía de equipos de protección individual adecuados y no llevaba el necesario dosímetro, que habría servido para supervisar y limitar su dosis. Los medios, preparación y formación actuales nada tienen que ver con lo que conocemos de la actuación de respuesta ante ese accidente.

Para garantizar la seguridad de la población, en la Unión Soviética existía un plan de emergencia nuclear desde el año 1964, pero no se llegó a aplicar durante la emergencia de Chernobyl. Las autoridades trataron inicialmente de ocultar el accidente y tardaron mucho en informar de lo sucedido y poner en marcha los protocolos para proteger a la población.

En España la realidad es completamente diferente. Todas las centrales disponen de planes de emergencia interiores y exteriores que se actualizan periódicamente, tienen logística preparada para este tipo de sucesos (como vehículos y megafonía en los municipios), se realizan simulacros anuales en el interior de las centrales con apoyo exterior (bomberos o Unidad Militar de Emergencias, por ejemplo). De cada simulacro se extraen lecciones para mejorar los procedimientos y la formación. Todo el personal involucrado en la gestión de una emergencia se entrena periódicamente y recibe una formación específica, y están claramente establecidos los protocolos de evacuación y los de profilaxis de la población (pastillas de yodo) por si fuese necesario activarlos.

La organización de respuesta ante una emergencia de las centrales nucleares españolas dispone de una rigurosa formación sobre todos los accidentes postulados, entrenamiento en simulacros periódicos, equipos de protección individual según los estándares internacionales y dosímetros homologados para limitar su dosis, que está previamente establecida en la legislación vigente. Todo ello supervisado por el organismo regulador.

A menudo el grave accidente nuclear de Chernobyl y sus consecuencias suelen utilizarse como argumentos contra el uso de la energía nuclear. Aunque suele faltar mucha información sobre la realidad y el contexto de lo que pasó el 26 de abril de 1986, con frecuencia existen casos de clara intencionalidad y pretensión de confusión a partir del miedo a lo que podría ocurrir. Estos argumentos no solo representan una falacia lógica, la llamada muestra sesgada (utilizar un ejemplo a conveniencia), sino que generan un temor infundado sobre el funcionamiento de las centrales nucleares españolas. El lector que haya llegado hasta aquí conoce ya que un accidente de similares características no es reproducible en nuestras instalaciones, tanto por sus causas y su transcurso, como por sus consecuencias. En definitiva, Chernobyl fue un grave accidente del cual hemos aprendido muchas y muy valiosas lecciones, pero en ningún caso es un argumento válido contra el uso de la energía nuclear.

Operador Nuclear

@OperadorNuclear en Twitter e Instagram.

Ingeniero con Licencia de Supervisor en una central nuclear española.

Divugador independiente sobre ciencia y tecnología nuclear.

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19 comentarios

  • Fukushima4ever

    Fukushima4ever

    26/04/2019

    Y Fukushima? Y Three Mile Island? Y Tokaimura? Operaciones impropias realizadas sobre las centrales nucleares o plantas de fabricación de combustible siempre pueden ser realizadas cuando las presiones sobre los técnicos que operan la central son suficientemente fuertes. Por cierto, quién se esconde a medias tras "Operador Nuclear" ???
  • lc

    lc

    26/04/2019

    Sigo a Operador Nuclear desde hace tiempo. Se esconde alguien a quien no quiere que le afecte a su vida personal la cantidad de haters que hay por el simple hecho de explicar la energía nuclear. Desafortunadamente a través de redes sociales es fácil amenazar. Y exponer a tus familiares por el simple hecho de divulgar puede ser duro.

    Sobre Fukushima hay mucho escrito. El propio Operador Nuclear sacó un hilo explicándolo bien https://twitter.com/OperadorNuclear/status/1003179331689111552

    El desastre de Fukushima fue un tsunami y no la propia central. Oficialmente no hubo ningún muerte por exposición por radiación. Es cierto que el gobierno de Japón sí ha reconocido uno, pero está siendo investigado si realmente es así o la causa de la muerte no tuvo que ver con la exposicíón a radiación.

    Por eso vale la pena la divulgación en materia de energía nuclear. Para desbancar mitos e informarse mejor sobre las distintas tecnologías de generación de energía.

    Un saludo.
  • Dabama

    Dabama

    26/04/2019

    Lo de “Operador Nuclear” ha quedado de traca.
  • Lj

    Lj

    27/04/2019

    Totalmente de acuerdo lc...

    Esta obsesión por demonizar la energía nuclear es algo que me sorprende bastante...

    Un avión es peligroso? podríamos decir que sí, siempre que no se cumpla con una normativa adecuada y un regulador competente, pues con la energía nuclear pasa lo mismo... es más, me atrevería a decir que este tipo de industria es una de las más reguladas y controladas si la comparamos con cualquier otro tipo de industria que pudiera afectar al medio ambiente o a la población. Por eso, decir que la energía nuclear es mala porque en el pasado las cosas no se hicieron bien no me parece correcto.... Hay que evolucionar y mejorar, porque a día de hoy, la energía nuclear junto con las energías renovables es una de las opciones más factibles para combatir el cambio climático.

    Lo de Fukusima fue una desgracia terrible, pero no olvidemos que no fue un error de operación, ni un problema con el diseño... fue un gran tsunami el que arrasó con todo, y a pesar de todo las consecuencias nucleares han sido mínimas, además de que a raíz de esto el resto de centrales del mundo han tomado acciones para estar más preparadas ante este tipo de sucesos incontrolables.

    Un saludo
  • eric

    eric

    27/04/2019

    queda el mini-problema de los resíduos, que siguen muy peligrosos durante miles de años.

    ...circulen, no hay nada que ver ?
  • eric

    eric

    27/04/2019

    la nuclear es costosa y tiene riesgos
    totalmente inutil, visto que la solar y la eólica son más baratas, y disponibles 24/365 combinadas al almacenamiento cada vez más barato.

    en un mercado libre, la nuclear está muerta.
  • Josep

    Josep

    27/04/2019

    Ni tanto ni tan poco. Claro que ahora nos tomamos la seguridad nuclear más en serio. Pero el accidente de Chernobyl demuestra lo que puede llegar a pasar. Y no puede pasar solo por flagrante imprudencia, sino también por un accidente natural como el que azotó Fukushima.
  • JELorenzo

    JELorenzo

    28/04/2019

    Muy buen articulo. La historia de los accidentes nucleares no es bien conocida, aunque se puede encontrar fácilmente en internet. Estoy de acuerdo con lc que hay que desbancar mitos e informaciones falsas sobre el nuclear. Esos mitos e informaciones falsas que sin duda han contribuido a que, como consecuencia de Fukushima y de la presión de los grupos ecologistas germanos, Alemania aprobó el plan de cierre de todas sus centrales a medio plazo pensando que la ingente cantidad de renovables que estaban construyendo iba a ser suficiente. Pasó lo que tenia que suceder y tuvieron que construir nuevas centrales de carbón a toda velocidad y es hoy junto con Polonia el principal productor de CO2 de Europa. Y Francia quiere bajar su dependencia en energía eléctrica del 75% al 50%, ese 25% que falta será aportado en gran parte por renovables. España quiere reducir el aporte del nuclear al mix eléctrico al 50% del actual para después quitarlo totalmente. Y mientras en Europa estamos a vueltas con el nuclear, el CO2 y las energías renovables sí o sí, en Japón han aprobado el nuevo plan energético donde un 20% de la energía eléctrica será de origen nuclear. Por no hablar de China y de la India ... que sigue construyendo reactores nucleares, y están investigando en nuevos tipos de reactores. Que tienen los países asiáticos, que confían en la energía nuclear para medio plazo, que no tenemos nosotros ? Creo que la respuesta es sencilla: los lobbies ecologistas. No digo que no sean importantes pero deberían ser más críticos con lo que dicen.
    Saludos
  • Pa Sa

    Pa Sa

    28/04/2019

    Este artículo viene a confirmar otra de las hipótesis de Einstein. La estupidez humana es infinita.
  • Fukushima4ever

    Fukushima4ever

    29/04/2019

    Es verdad que nunca se ha explicado bien la energía nuclear. Si se hubiera explicado bien a la gente, probablemente ahora no tendríamos todos los residuos y las centrales que todavía siguen produciéndolos. Y entre los responsables de que no se haya explicado bien están los que siempre la han defendido sin admitir en juego limpio la opinión de los que la atacaban. Curiosamente los pronucleares, bien aglutinados y nutridos por el oligopolio eléctrico desde el franquismo , tenían sus lentejas (a veces con jamón) en la energía nuclear y los antinucleares, por el contrario, eran ciudadanos y ciudadanas que no recibían nada a cambio y hasta llegaban a perder la vida en sus reivindicaciones como así sucedió con Gladys del Estal. La energía nuclear ha sido una engañifa desde el principio y para lo que ha servido es para crear un problema mayor que el problema que resolvía y, de paso, llenar los bolsillos de los constructores, operadores y, a partir de ahora, desmanteladores. Se puede engañar a todo el mundo algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.
  • JELorenzo

    JELorenzo

    29/04/2019

    Mira no se que decirte. En España el tema de la energía eléctrica, y el nuclear en particular, ha sido desde siempre un cachondeo (pon el adjetivo que más te guste) que hemos pagado todos (y seguiremos pagando). Dices una engañifa, estoy de acuerdo. Pero no por las razones que tu das. La energía nuclear tiene sus problemas y el cachondeo del que te hablo ha contribuido ciertamente a que esos problemas sean mayores y se conviertan en un muro infranqueable para muchos antinucleares y la excusa perfecta de gobiernos en busca de glorias ecológicas. Pero funciona. No creo que la frase de Abraham Lincoln que mencionas sea oportuna aquí. Un ejemplo que te lo demuestra es la situación de la energía nuclear en China. China quiere aumentar su capacidad nuclear de 54 GW (hoy) a 554 GW para 2050 con una inversión de 1 billón de euros, todos los costes incluidos. Para que te hagas una idea, si quieres producir una cantidad equivalente de electricidad con paneles fotovoltaicos tendrías que llenar una superficie equivalente a las regiones de Andalucia más Extremadura. Crees que los chinos se están engañando ? Yo creo que no. Aquí tienes un informe bastante exhaustivo de la energía nuclear en China https://world-nuclear.org/information-library/country-profiles/countries-a-f/china-nuclear-power.aspx
    Saludos
  • Dabama

    Dabama

    30/04/2019

    ¿Países sin armamento (o pretensiones) nuclear y centrales?
  • charro

    charro

    06/05/2019

    Es increíble que un articulo supuestamente "serio" diga que una central puede para su reactor en 2,7 segundos, todo el mundo sabe que un reactor no se puede parar, se puede ralentizar pero NO parar, en Fukushima una de los reactores que explotó tenia el reactor VACIO y aun así explotó emitiendo radiación (gracias a las piscinas del combustible gastado). Basta ya de mentir, una central nuclear NO se puede parar, necesita ser refrigerada constantemente durante mas de 5 años una vez que se decide pararla.
  • Edu

    Edu

    06/05/2019

    Me ha gustado la información técnica en este artículo, y he entendido que nada tienen que ver los criterios de seguridad actuales comparados con los de la URSS en 1986. Ahora bien, ninguno de estos exquisitos sistemas de seguridad son necesarios con aeorgeneradores o centrales fotovoltáicas, ni generan residuos peligrosos ni son puntos críticos en la infraestructora estatal. Por muy avanzados que sean los sistemas de seguridad y muy depurada que sea la técnica, no existe riesgo cero, y las consecuencias de un desastre son tan sumamente graves que prefiero tener que apagar la luz a tener a un monstruo dormido, atado, encerrado y vigilado en mi país.
  • JELorenzo

    JELorenzo

    06/05/2019

    Un reactor nuclear se puede parar en algunos segundos si el mecanismo de las barras de control funciona. Sin embargo tienes razón la reacción nuclear no se puede parar y que hay que refrigerar el combustible pues está muy caliente. Lo que ocurrió en Fukushima fue que, a causa del tsunami, todos los generadores eléctricos fallaron, el agua de las piscinas se evaporó dejando el núcleo caliente y activado sin posibilidad de refrigerarlo. Mirate este enlace aquí encontraras respuestas a tus preguntas.
    https://energia-nuclear.net/reactor-nuclear
  • Nacho Blanco

    Nacho Blanco

    23/05/2019

    Es tremendamente compicado mantener operativas las centrales nucleares, tal y como qued areflejado en el artículo. Creo que es más eficiente obtener la energía de fuentes renovables. Porque, aunque hayamos aprendido muchísimo, cada nuevo reto al que nos podamos enfrentar en energía nuclear, es más dañino. Y no tiene sentido seguir por ese camino, si podemos andarlo por otro mucho más seguro.
  • historia

    historia

    14/06/2019

    Hola Fukushima4ever.

    También otros civiles han muerto por defender su trabajo, como ocurrió con José María Ryan Estrada, ingeniero jefe encargado de la construcción de la central nuclear de Lemoiz que fue secuestrado y asesinado en un tiro en la nuca por la banda terrorista ETA. Su "culpa" fue ser ingeniero especialista en energía térmica y nuclear. Y también, Gladys del Estal fue víctima de esa policía represiva que existía en el tardofranquismo e inicios de la transición que se oponía a cualquier manifestación existente. Víctimas civiles e inocentes.

    Pero volviendo a la energía nuclear, la energía nuclear es algo que existe en la naturaleza. No es algo artificial. Es normal que no sea bien vista por sus aplicaciones militares, pero tiene muchas aplicaciones civiles. Y con aplicaciones civiles no hablo solo de producción de energía, sino aplicaciones en medicina, hidrología, ingeniería industrial y aeroespacial, conservación del patrimonio y otras aplicaciones.

    Sobre la gestión de los residuos, una gestión bien realizada no supone riesgo. En el pasado se hicieron cosas mal cuando no había tanta vigilancia y conocimiento. Pero eso ha mejorado enormemente y en reactores de III y IV generación se podrán reutilizar residuos. Y algunos de ellos tienen períodos de semidesintegración bastante bajos. Y es que, por otro lado, también existen isótopos radiactivos de forma natural en nuestro entorno. Pero eso mucha gente lo desconoce.

    Finalmente, coincido en que se puede engañar a algunos un tiempo, pero a largo plazo las cosas se ponen en su lugar.

    Un saludo
  • tube

    tube

    04/11/2019

    Ahora lo que hace falta es una discusi n social que lleve a una decisi n pol tica para saber si un pa s concreto apuesta por la producci n nuclear de electricidad o no. Para lo cual conviene conocer las consecuencias de optar por todas las alternativas, incluyendo la nuclear. Porque en tecnolog a, como en cualquier g nero de compromiso, cualquier decisi n tiene no s lo ventajas e inconvenientes, sino consecuencias con las que hay que vivir, y riesgos que hay que afrontar. Lo que supera al estricto campo de la ingenier a, para internarse en las procelosas aguas de la pol tica.
  • Alfredo

    Alfredo

    27/04/2021

    Pura propaganda. Este señor es un comercial que vende su producto. Retuerce la realidad y oculta datos cuando no le conviene. Mucho ojito.

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