La petrolera estadounidense Chevron registró un beneficio neto atribuido de 6.526 millones de dólares (6.186 millones de euros) en el tercer trimestre del año, un 41,9% por debajo de las ganancias contabilizadas por la compañía en el mismo periodo del año anterior.
La compañía precisó que en el trimestre sus resultados incluyeron un beneficio fiscal extraordinario de 560 millones de dólares (531 millones de euros) en Nigeria, mientras que los efectos del tipo de cambio aumentaron las ganancias en 285 millones de dólares (270 millones de euros).
Los ingresos de la petrolera entre julio y septiembre sumaron 54.080 millones de dólares (51.263 millones de euros), un 18,8% por debajo de los ingresos correspondientes al tercer trimestre de 2022.
En concreto, el negocio de refino y marketing ('downstream') retrocedió un 38,2% interanual, hasta 5.755 millones de dólares (5.456 millones de euros), mientras que el de exploración y producción ('upstream') disminuyó un 33,5%, hasta 1.683 millones de dólares (1.595 millones de euros).
Los accionistas de Chevron
"Logramos otro trimestre de sólidos resultados financieros y fuertes retornos de efectivo a los accionistas", dijo Mike Wirth, presidente y consejero delegado de Chevron, quien destacó que el rendimiento sobre el capital empleado (ROCE) ha sido superior al 12% durante nueve trimestres consecutivos.
Asimismo, el ejecutivo destacó que el efectivo devuelto a los accionistas ascendió a 20.000 millones de dólares (18.958 millones de euros) en lo que va del año, un 27% por encima de la cifra récord del mismo periodo de 2022.
En los nueve primeros meses de 2023, Chevron obtuvo un beneficio neto atribuido de 19.110 millones de dólares (18.115 millones de euros), un 34,3% inferior al del mismo periodo de 2022, mientras que sus ingresos hasta septiembre cayeron un 18,3%, hasta 147.980 millones de dólares (140.273 millones de euros).
A principios de esta semana, Chevron anunció un acuerdo definitivo para adquirir por 53.000 millones de dólares (50.021 millones de euros) en acciones la empresa de petróleo y gas Hess, en lo que supone la última 'megafusión' en el sector energético estadounidense, tras la reciente compra de Pioneer Resources por ExxonMobil.
La transacción, cuyo importe asciende a unos 60.000 millones de dólares (56.628 millones de euros) al incluir la deuda de la empresa adquirida, contempla el pago de 1,0250 acciones de Chevron por cada título de Hess, lo que equivale a unos 171 dólares, según el precio de cierre de las acciones de Chevron el pasado viernes.
La transacción ha sido aprobada por unanimidad por los consejos de administración de ambas empresas y se espera que se cierre en el primer semestre de 2024.
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