China se toma en serio la energía solar

El mundo está lenta pero constantemente aumentando sus inversiones en el sector de la energía solar, un tecnología que, cada día que pasa, es más asequible. A medida que se va convirtiendo en el centro de la producción mundial de paneles fotovoltaicos solares, con casi el 75% de la fabricación total, China está  considerada como el mercado de mayor crecimiento para la energía solar para los próximos cinco años.

China también tiene una dudosa distinción de ser el emisor de CO2 más grande del mundo. Así, con el fin de reducir las crecientes emisiones de efecto invernadero, China sigue anunciando cada vez más ambiciosos objetivos de energía limpia. Por ejemplo, ha incrementado su objetivo solar para 2015 de 15 a 17,8 GW. "Esto refleja un esfuerzo mayor por parte de China para reducir las emisiones", dijo Peng Peng, de la Renewable Energy Industries Association china. De hecho, un informe de Bloomberg New Energy Finance (BNEF) de enero de este año reveló que, con unas inversiones e 89.500 millones de dólares, China se ha convertido en el mayor mercado para las energías renovables.

China construye su mayor planta solar

China es el mayor consumidor de carbón del mundo, combustible que representa casi el 65% del consumo total de energía del país. El aumento del uso de carbón y del coque de petróleo, que  produce aún más emisiones de CO2 que el carbón, se ha traducido en mayores niveles de emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero. Es por ello que resulta poco sorprendente que el gobierno chino tenga tanto interés en invertir en energía solar.

Como parte de su estrategia energética  en el futuro, China anunció el año pasado que la proporción de energías renovables aumentaría desde el 9,8% en 2013 al 15% en 2020. También anunció que a finales de 2020, la capacidad solar total en China se habrá incrementado desde los 15 gigavatios de potencia instalada a finales de 2013 a 100 gigavatios. Para lograr este gigantesco objetivo y reducir su dependencia del carbón, China ya ha comenzado a tomar algunas medidas importantes.

El grupo chino Qinghai Solar-Thermal Power Group ha iniciado la construcción de una central de energía solar con una capacidad de generación de 200 megavatios en el desierto de Gobi. La planta, que se ubicará en la ciudad china de Golmud, tendrá una extensión de 2.550 hectáreas y proporcionará electricidad a aproximadamente un millón de hogares, según los cálculos de la compañía.

Esta instalación utilizará la tecnología de torre, que estará formada por un conjunto de espejos que reflejarán la luz solar y concentrarán la radiación en una torre central, que generará la electricidad. La torre tiene una capacidad de almacenamiento de 15 horas, lo que garantiza una capacidad de generación eléctrica estable, según dijo dijo el presidente de la empresa. Se trata de la mayor central solar de este tipo construida hasta ahora en el gigante asiático, que a finales de 2014 contaba con una capacidad de generación de energía solar instalada de 28,05 gigavatios, según datos oficiales.

Menos carbón

Como el carbón es la mayor fuente de emisiones de CO2 en China, el país necesita reducir su dependencia de la energía producida a partir ce centrales térmicas de carbón, ya que un menor uso del carbón se traduciría automáticamente en una menor contaminación y la consiguiente reducción de gases de efecto invernadero. Sólo la nueva planta de Qinghai permitirá reducir el consumo de 4,26 millones de toneladas al año y reducir el volumen de emisiones de CO2 y SO2 en 896.000 y 8.080 toneladas, respectivamente.

China está planeando comenzar la construcción de otra planta de energía de 50 megavatios en su provincia de Shanxi. El país todavía quema un volumen masivo de carbón, por lo que necesitará construir muchas plantas de energía solar para darle un bocado considerable al consumo de carbón.